Buenas tardes.
Es un placer para mi poder escribir estas líneas y un honor que ustedes le dediquen minutos de su preciado tiempo.
En esta ocasión, no voy a hablarles como consultor político, pero si les hablaré sobre la consultoría política.
Como ciudadano, al igual que ustedes, yo también quiero que mis representantes sean los mejores.
Por eso:
EL MUNDO NECESITA MÁS Y MEJORES CONSULTORES POLÍTICOS.
Es cierto que son muchos los expertos que día a día trabajan junto a dirigentes y líderes políticos, pero no es suficiente.
Repito, necesitamos más y mejores consultores políticos.
Para que ayuden a quienes tienen vocación y ambición a formarse, y poder así eventualmente, cooperar en la dirigencia y liderazgo global.
Necesitamos que sean mejores, porque sólo así la consultoría podrá evolucionar.
Necesitamos que sean mejores, porque si la consultoría evoluciona, la política también.
Necesitamos que sean mejores, para que los políticos también lo sean.
Con esto no quiero decir que los políticos sean malos.
Con esto quiero decir que podrían ser mejores, y por ende, nuestra sociedad también.
Aprovecho para dirigirme a los críticos de la política y la consultoría.
Quienes tienen el atrevimiento de generalizar y rotular a todos los políticos de corruptos, y a todos los consultores de maquiavélicos especuladores.
A ellos les digo, en lugar de criticar destructivamente, aporten.
Cualquier consultor político aceptará de brazos abiertos sus críticas siempre y cuando sean constructivas, porque es lo que un profesional hace.
Estoy seguro de que tienen mucho que compartir con sus dirigentes para hacer de este un mundo mejor.
Por otro lado, los invito a que antes de descalificar, conozcan más políticos y más consultores en persona, que compartan tiempo con ellos.
Verán que no todo es como piensan.
Verán que también son seres humanos.
Que además tienen el coraje de intentar todos los días cambiar el mundo.
Que si quisieran realmente hacer dinero se dedicarían a otra cosa.
Que aman lo que hacen, y muchas veces lo hacen por vos.
No conozco un consultor que colabore con un candidato en quien no crea.
Así como tampoco conozco un consultor que no piense en las necesidades de la gente.
Es mentira que la consultoría política son un par de frases hechas y recetas mágicas.
La consultoría política está compuesta por miles de horas de estudio e investigaciones; análisis y planificación consciente; preparación y sacrificio; sudor y lágrimas que tienen como recompensa la inmensa felicidad de cambiarle la vida a las personas.
Es un desafío permanente que exige dinamismo y flexibilidad, pero que tiene como pilar fundamental su misión y sus valores.
Por eso pido un cálido reconocimiento para aquellos consultores políticos, líderes y dirigentes que, constantemente, hacen homenaje a las palabras de nuestro Papa Francisco: “la política responde a la necesidad imperiosa de convivir para construir juntos el bien común posible”.
Muchas gracias.
Tu vecino, Gustavo Lorusso.