Cuando nació el PRD, producto de la coyuntura de la ruptura interna priista, leí sus documentos y estuve convencido de que era un nuevo partido, una opción real para que la democracia en el país se desarrollara, que hubiera alternancia política. Han pasado muchos años y, la verdad, en este momento, el PRD sufre una crisis interna que deja mucho que desear. En ese contexto, si, es como debe contemplarse su reciente acuerdo de ir en coalición con partido no izquierdistas.
Es importante la decisión del PRD: busca salvarse de tener una crisis que le provoque, al bote pronto, quedarse con menos parcelas de poder. Tiene, sin embargo, una significación intensa para Tamaulipas. Y es que, tal y como se ve, buscan una coalición pragmática: no de ideas, ni de proyectos, ni de principios, ni de programas, solo aferrarse a una oportunidad de tener en sus manos algo de poder. Y Tamaulipas, para el 2016, se pinta solo.
Uno se pregunta: ¿Por qué no hay votos, digamos, en forma intensa, extensa? ¿Por qué, elección tras elección, hay mas y mas abstencionismo. Y es cuando, quiérase o no, debemos preguntarnos: ¿Por qué votan los ciudadanos? Hoy en día, en la práctica, unos y otros, están de acuerdo en que el proselitismo con los beneficios sociales es una herramienta útil. Incluso, en una época, cuando los delegados federales eran panistas, se les acuso de politizar los recursos públicos.
Las investigaciones destacan que la forma de votar ha evolucionado: en un principio, cuentan, la gente votaba por las ideas, por la declaración de principios y el programa de acción del partido político; pero luego cambio, ante el desgaste de los partidos, la voto cambio y voto por la persona, no por el candidato; decía don Guadalupe Díaz Jr, era un voto razonado. Y hoy en día, los ciudadanos votan, por las promesas del candidato, por lo que les ofrecen y lo que les dan.
La historia política es evidencia del comportamiento de los electores. Cuando el PAN gano la presidencia, más de un experto, dijo que gano porque su mensaje fue directo, porque la gente escucho lo que quería oír. El caso más reciente, en Monterrey, del Bronco, va por el mismo estilo: la gente cansada de la corrupción, de la impunidad, de los abusos, le dieron el voto a quien, en el discurso, les ofreció un cambio… que, ya por lo pronto, se ve que no será tanto.
La decisión del CEN perredista va en consonancia con el propósito de Carlos Canturosas de dar vida a una megaalianza opositora, que integre tanto al PAN como al PRD y, claro, a los partidos que se quieran agregar. Lo importante, para ellos, es ganarle al PRI en Tamaulipas. Los datos históricos muestran que el PRI, gradualmente, ha ido perdiendo votos. Por eso, una de las proclamas de Francisco Javier García Cabeza de Vaca es que la entidad ya está lista para la alternancia.
Eso del voto útil ya hay experiencias. Lo pregono, lo uso, Vicente Fox. Gano la presidencia y los resultados fueron, no digo que desastrosos, pero es evidente que 12 años de gobiernos panistas hicieron recapacitar a los electores y le volvieron a dar el triunfo al PRI. Claro, hoy ENP ya no encuentra la puerta y es que con todos los hechos que han vulnerado su capacidad de gobernar, que ya los analistas y expertos consideran que será difícil que el PRI retenga la gubernatura en el 2018.
Un caso más de voto pragmático se dio en Oaxaca, ahí el PAN y la izquierda se unió y barrieron con el PRI. Sin embargo, en los hechos, el gobierno no ha dado los resultados esperados y si ha demostrado que tiene nexos y complicidades que dan al traste con la capacidad gubernamental para impulsar el desarrollo, sobre todo el educativo. Y claro, se está en espera de lo que pueda suceder con Jaime Rodríguez, El Bronco, en Nuevo León.
¿El voto útil sacar al PRI de palacio de gobierno? Se antoja difícil, pero no imposible.
