Sí. Como en las películas, los alimentos también tienen un protagonista y varios “personajes” secundarios. Es importante acudir a la lista de ingredientes y juzgarlos: el primer ingrediente que aparece es justo el protagonista, el que conforma al alimento en su mayoría. Muchas veces es harina, azúcar o leche entera, lo cual nos indica que las calorías no son de buena calidad nutricional, y en consecuencia, el alimento tampoco.
Los siguientes ingredientes se ordenan de mayor a menor dependiendo de la cantidad que se utilice de ellos para realizar el producto. Pero claro, volteas el alimento para ver su información nutrimental o su lista de ingredientes y te encuentras con la sorpresa de que se conforma de más de 70 elementos diferentes. Y para acabarla de fregar, resulta que solamente conoces el primero: “harina integral” y ni siquiera estás muy seguro de lo que es.
Después te topas con palabras como “maltodextrina”, “sulfato de manganeso” o “aspartamo” y mueres en el intento tratando de entender lo que son. No me voy a meter a explicar este tipo de ingredientes porque me alargaría muchísimo, pero te recomiendo un día sentarte a investigar sobre los alimentos que más acostumbras. Desde un caldo de pollo hasta la barrita que te comes de snack.
Puedes llevarte varias sorpresas: que de “light” no tenga nada, que la almendra sea el último ingrediente en tus “galletas de almendra” favoritas, que el azúcar es casi siempre uno de los ingredientes principales en alimentos empaquetados o que las barritas que dicen ser muy buenas, no lo son.
Sé que el estar checando estos ingredientes se puede convertir en algo tedioso, pero dedícale un tiempo determinado, aunque sea poco, solamente para conocer el “backstage” de tus alimentos favoritos. Evita los que tengan como protagonista el azúcar, grasas, harinas y leche entera.
Un gustazo escribir para ustedes una vez más. ¡Bonito fin de semana!
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