Dicen que percepción es igual a realidad, aunque la realidad sea solo eso una percepción personal o generalizada, y es que durante los próximos días veremos en redes sociales y los medios de comunicación tradicionales los spot de los alcaldes con motivo de sus informes de labores, algunos reflejando una realidad que ellos ven y otros logros muy contrarios a la percepción de sus gobernados.
¿Cuánto de lo que presumen es real?, mucho podríamos decir; y ¿cuánto de lo dicen es ficción?, para muchos ciudadanos podría ser mucho también, ya que a ellos y en su entorno inmediato no ven los logros presumidos por los alcaldes.
¿Entonces estaremos viviendo en dos mundos paralelos?, ¿Tendremos acaso dos Tamaulipas, uno real y otro de ficción?, alcaldes que dicen que sus municipios son de primer mundo y la gente lo percibe como de tercer mundo; o munícipes que aseguran tener limpias y pavimentadas todas sus calles, cuando hay colonias que parecen campos minados.
Esta situación no es exclusiva de unos cuantos, en la mayoría de los casos los spot publicitarios pretender dar la mejor cara, aunque la percepción de los ciudadanos es contraria a lo que ven en estos anuncios.
Como dirían en mi rancho “tantensen” sean mensurados al tratar de expresar lo que han logrado y sean autocríticos al momento de hacerlo, porque podría ser perjudicial para su imagen dar una apariencia de sus ciudades contraria a la percepción general.
Clasificados…
El promocionar una imagen cuesta dinero, pero cuando se invierte bien y con “tiros de precisión” es redituable para quien quiere darse a conocer, pero cuando se cae en los antiguos preceptos publicitarios como las ceremonias faraónicas, es simplemente llenar el ego propio y desperdiciar el recurso invertido.
Los tiempos han cambiado, la forma de hacer política y del manejo de la imagen ya no es la misma que una década atrás, eso lo deben de entender quienes buscarán un puesto de elección popular en el 2016, quien así lo entienda tendrá una ventaja sobre sus contrincantes.