Adelantándose a las especulaciones que los vaticinaban para después del informe, el Presidente Enrique Peña Nieto finalmente efectuó cambios en su gabinete y en áreas estratégicas de su despacho presidencial.
La lectura de estos nombramientos resulta interesante desde tres ópticas: quienes llegan, quienes se van y quienes se quedan.
Queda claro que su equipo compacto sigue teniendo como principales puntos de apoyo al titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y al de Hacienda, Luis Videgaray.
La permanencia de los titulares de la Defensa y Marina se antoja lógica, toda vez que tradicionalmente su designación obedece a protocolos estrictos dentro de la relación entre el Ejecutivo y las fuerzas armadas.
A no pocos sorprende que sin tener un desempeño espectacular, el titular de la SCT Gerardo Ruiz Esparza se haya revelado como uno de los "inamovibles" del gabinete federal. A menos que alguien quiera anotar a su favor la apertura del cruce ferroviario Brownsville-Matamoros, primera obra en su tipo realizada en los últimos 100 años, y que fue inaugurada apenas el pasado miércoles. Sólo un pequeño detalle: el 99% de la gestión, las inversiones y los trabajos se desarrollaron durante el mandato de Felipe Calderón. Ups...
Otro personaje muy cercano al primer círculo presidencial es José Antonio Meade, quien a pesar de ello, fue removido de la Secretaría de Relaciones Exteriores para ser reubicado en la SEDESOL, donde se antoja podría tener una mayor proyección política al recorrer todo el país apuntalando la política social del actual mandatario. La mala noticia es que lo mandarán a territorio en momentos de absoluta emergencia económica ; es decir, tendrá muchos reflectores, pero poco dinero.
A Meade lo sustituye ni más ni menos que la ahora ex titular de Turismo Claudia Ruiz Massieu, sobrina de uno de los villanos favoritos de México: el expresidente Carlos Salinas de Gortari. No hay antecedentes de carrera diplomática en el historial de la nueva canciller. ¿Cómo tomarán su llegada los viejos tiburones de este cerrado medio?
Uno al que parecen haber salvado factores externos es al secretario de Economía, Idelfonso Guajardo. Porque queda claro que en su área el panorama pinta poco menos que desalentador, pero definitivamente, efectuar un cambio en cualquiera de las áreas del gabinete económico sólo contribuiría a acrecentar el nerviosismo entre los inversionistas. Así que a Don Idelfonso lo salvó la campana... Aún repicando en tono fúnebre.
Por otra parte, el Ejecutivo da muestra de cabalidad al respetar su pacto político con Doña Rosario Robles Berlanga, al sacarla de esa caldera ardiente en la que se ha convertido su permanencia en la SEDESOL, para trasladarla al inasequible limbo se una oficina que suena a todo y a nada: la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), que más bien se antoja como una especie de acta de defunción extemporánea a la que en otros tiempos conociéramos como Secretaría de la Reforma Agraria.
La frase lanzada por el Jefe del Ejecutivo apenas iniciado el sexenio parece cobrar nuevamente vigencia: "No te preocupes, Rosario"...
Entre las incorporaciones al gabinete, llama poderosamente la atención la llegada de José Calzada Rovirosa a la SAGARPA, a escasas semanas de entregar la gubernatura de Querétaro.
A Pepe Calzada (como lo llaman sus amigos) le preceden curiosas credenciales. En 2009 logró sacar de la gubernatura de su entidad natal al PAN, que pintaba para iniciar una auténtica hegemonía política en aquella entidad.
Durante su mandato, Querétaro registró un destacado crecimiento en distintos rubros, a tal grado que de acuerdo a influyente revista Forbes, es la entidad preferida por los inversionistas extranjeros. En diversos sondeos, Calzada Rovirosa siempre apareció como el gobernador mejor calificado del país.
Sin embargo, en las elecciones celebradas en junio pasado, Pepe Calzada no pudo mantener la gubernatura en manos de su partido. En este 2015, Querétaro volverá a tener un gobierno emanado del PAN. ¿Le están dando a Don Pepe un premio de consolación?
En las designaciones de Renato Sales Heredia como Comisionado Nacional de Seguridad y Aurelio Nuño Mayer en la Secretaría de Educación tampoco hay lugar para sorpresas. El primero es un hombre de todas las confianzas del Presidente, quien sigue ubicándolo en áreas de seguridad y justicia a pesar de su perfil profesional de psicólogo; y el primero fue prematuramente destapado como el delfín de Peña para dirigir al PRI, antes de que la nomenclatura diera el manotazo en la mesa y allanara la entronización de Manlio Fabio Beltrones como tlatoani mayor del edificio ubicado en la esquina de Colosio e Insurgentes.
Obviamente, el estado de salud de Emilio Chuayfett hacía inaplazable su salida de la SEP. Y qué mejor candidato para ello que Aurelio Nuño, quien fungió como monitor presidencial en las negociaciones para la reforma educativa.
Evidentemente, se está cocinando el escenario para el relanzamiento del gobierno peñista a partir del 1 de septiembre, con una secuencia clara de acontecimientos:
-La participación de EPN en la Carrera Molino del Rey, para acallar rumores sobre su salud. El tema se vio rebasado, sin embargo, por un inexplicable debate sobre las calcetas presidenciales.
-El dictamen final de los expedientes Casa Blanca y Malinalco. Las disculpas de Peña y Videgaray fueron calculadas, precisamente, para ser lanzadas en fin de semana, a modo tal de aminorar el impacto negativo del tema.
-La comparecencia de Rosario Robles en el Senado, que era lógico suponer terminaría convertida en un intento de linchamientos político por parte de sus ex compañeros "progresistas". Cinco horas de fuego amigo que fueron útiles para medir el nivel de encono y argumentos de la oposición en fecha previa al informe presidencial.
Queda pendiente saber si antes del 1 de septiembre habrá acciones o pronunciamientos sobre otros temas polémicos, como Ayotzinapa, Tlatlaya o el multihomicidio de la Narvarte, por citar algunos.
Veremos y comentaremos.
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