En el Club de leones de Reynosa, Tamaulipas, no se habla de otra cosa.
Y es que el arribo de Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia nacional del PRI genera suspiros en esa localidad, donde el tema de la sucesión en la presidencia municipal de tal frontera es el pan de cada día.
Y cómo no, si todos los ojos se centran en la corpulenta figura de un personaje que es funcionario estatal y que es el vástago de la diputada federal priísta, Amira Gómez Solís,
Según cuentan los indiscretos los lazos de amistad que unen a Amira con Manlio bastan y sobran para alimentar las esperanzas del hijo de la legisladora federal, Carlos Solís Gómez, quien verdad sea dicha si dio el ancho en la Presidencia del Congreso de Tamaulipas y hoy ha entregado buenas cuentas frente a la Secretaria de Desarrollo Rural.
A Carlos se le ha identificado por su trato serio, ordenado y por poseer un carácter muy idéntico al de su madre, afable, pero entrón, y cordial, aunque siempre se apresura a pintar su raya.
Pero bueno, allá en ese club social todos andan alborotados pero, precavidos por aquello del qué dirán, ya hacen talacha a favor del ex diputado local, quien hasta el momento no ha dicho esta boca es mía.
Pero ellos sí, los seguidores de Charly, de boca en boca pasan la especie de que es el bueno para la alcaldía, un sueño, que dicen, ha acariciado desde hace mucho tiempo, porque nada despreciable sería que se acomodara en el mismo lugar que ocupo en tiempos de antaño su abuelo Ernesto Gómez Lira, aunque por un partido diferente.
Dentro de todos estos rumores que cada vez se tornan más intensos destaca que Amira ya le pidió a Manlio la presidencia municipal para su cachorro y, a decir verdad, Carlos le daría lustre a esa comuna que ha navegado en la oscuridad desde que José Elías Leal asumió el cargo, el cual, se nota, le quedo enorme.
Y es que los problemas en Reynosa no cesan, toda vez que es un lugar que se estremece entre la inseguridad, la ausencia de obra pública, la falta de servicios y las dudas que tienen relación con manejos financieros.
Así pues, quienes le apuestan a la llegada de Carlos a la alcaldía filtran como pueden todo lo relativo a su trabajo político y profesional, para que en esa frontera su nombre se vaya grabando poco a poco en la mente del electorado.
De Amira, en cambio, se dice que desde la Ciudad de México se mueve y se mueve y que ya se entrevistó con Manlio para definir su futuro una vez que concluya con su trabajo como legisladora.
Algunos van más allá y aseguran que la rubia dama no permanecerá en la banca por mucho tiempo, en razón de que se le ofrecerá una delegación en un estado, a la que, por supuesto, no le haría el feo si se tratara de Tamaulipas.
De esta manera tendría vara ancha para hacer trabajo político a favor de su hijo, quien ya empieza a ser bien visto por la población reynosense.
Para el cachorro de Amira se empieza a abrir poco a poco el telón.
El solo está a la espera de escuchar, la tercera llamada.
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