En los últimos años, el papel de la comunicación dentro de la política ha tomado un segundo aire, esto debido a la difusión en masa que han venido provocando las redes sociales, así como los medios tradicionales de difusión, como la TV, la radio y la prensa escrita, entre otros.
En palabras de mi amigo, colega y jefe, Marco Esquivel, “para comunicar se necesita un contenido, el mismo debe ser producto de una estrategia, la cual debe tener objetivos y resultados medibles”. En otras palabras, ya no se puede salir a los medios a dar la cara para salir en la fotografía, los ciudadanos se han vuelto más analistas y por ende, más críticos de lo que sucede.
El Gobierno Federal en turno ha sido claro ejemplo de cómo no comunicar, y el Presidente de la Republica ha sido víctima más de una vez de su equipo y de la persona o grupo de personas que manejan sus cuentas de redes sociales, quienes a diestra y siniestra lo ponen de “a pechito” para que se vuelva objeto de crítica, burla y pena.
Después de largas horas de lectura y de conversaciones con conocedores en el tema, me atrevo a aportar una serie de puntos básicos que se deben tomar en cuenta a la hora de emitir un comunicado:
1.- La comunicación es un arma de dos filos. Si eres de los que responde preguntas, estas a merced de quien las hace. Si emites mensajes tienes dos posibles situaciones: demostrar lo mejor de ti, o en su caso, demostrar lo peor de ti.
2.- Debes representar el mensaje que deseas transmitir. No debes estar usando traje costoso mientras te presentas ante un centenar de ciudadanos vulnerables económicamente, ni regalar balones de futbol a personas en sillas de ruedas, como lo hiciera el gobernador Miguel Márquez, de Guanajuato. Para que vea que no miento: http://www.animalpolitico.com/2014/01/gobernador-de-guanajuato-regala-balon-nino-en-silla-de-ruedas/
3.- Para comunicar se necesita un contenido, mismo que debe ser producto de una estrategia, la cual debe tener objetivos y resultados medibles. La estrategia del #Calcetagate de Peña Nieto era informar a la sociedad mexicana sobre los calcetines del Presidente ¿Qué buscaban?
4.- No se debe comunicar un mensaje irrelevante, sin antes resolver o al menos, dar la cara por problemas de mayor importancia. Volvemos al #Calcetagate frente al dólar, el crecimiento económico y otros temas que duelen.
5.- Los medios de comunicación son eminentemente mecanismos de percepción. Nadie sabe a ciencia cierta si los gobernantes del país son buenos o malos, uno los aprende a reconocer por lo que transmiten.
6.- Dice el dicho que los sabios callan, mientras el ignorante grita. En comunicación, el que calla, otorga. Ante toda crisis o interrogante, lo más importante es responder de manera rápida y concreta.
7.- Se necesita un jefe de prensa que conozca de prensa para aparecer en la prensa. Es común que se tenga el mensaje, el contenido, la estrategia y que seas bueno para transmitirlo, pero lo vital es tener a quien le de difusión.
8.- No se debe abusar de los medios de comunicación. ¿De qué sirve aparecer en los periódicos si la gente no sabe leer? ¿De qué sirve aparecer en la TV si los hogares tienen radio? ¿De qué sirve comprar likes –me gusta- en Facebook si son de otra ciudad, Estado o país?
9.- A los ciudadanos les importan los problemas, los culpables y las soluciones. En el caso de la fuga del Chapo Guzmán, había un problema, los culpables no dieron la cara y mucho menos se precisó cuál sería la solución para no permitir futuras fugas, ni mucho menos como recapturar al prófugo.
10.- Si ostentas un cargo público, tu vida privada y opinión personal estarán íntimamente ligados con el cargo que representas. Un ejemplo de cómo no hacer caso a la regla es cazar tiburones y pertenecer al Partido Verde Ecologista.
La comunicación política va más allá de hablar frente al público. La historia ya no la escriben los ganadores, la historia la escriben los medios.
¡Excelente jueves!
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