Hemos visto hasta el cansancio boletines emitidos por las instancias correspondientes en la Secretaría de Salud de Tamaulipas en las que nos exhortan a tomar las medidas de prevención necesarias para evitar deshidrataciones, golpes de calor y afectaciones producto del intenso, muy intenso calor que hemos sentido en la entidad, y que supera los 40 grados centígrados, con sensaciones térmicas que lo incrementan en 2, 3 o hasta cuatro grados más.
En otras palabras, vivimos en tiempos de un calor insoportable y ante ello, la Secretaría de Salud ha insistido hasta el cansancio en que debemos hidratarnos adecuadamente, evitar exponernos al sol, medir los esfuerzos físicos realizados, utilizar bloqueadores y demás.
La campaña es muy intensa porque el riesgo lo es también. Resultado: ha habido menos afectaciones por este fenómeno meteorológico, producto de la depredación del planeta que hemos llevado a cabo por decenas de años, siglos… lustros… infinidad de tiempo, y que hoy nos cobra factura.
Ante los reclamos de la autoridad de salud, no alcanzamos a comprender el caso de acudir a las unidades deportivas y ver menores expuestos al terrible sol a las 10 o 12 horas, e inclusive a las 16 horas, con el sol a plomo que implica riesgos para su piel, su integridad física y más.
El torneo que se lleva a cabo en estos días se denomina “Copa UAT”, y en el mismo hay una serie de equipos que tuvieron este fin de semana la llamada “jornada doble”, aunque no entendemos la razón de calendarizar dos partidos seguidos, y cuando decimos seguidos nos referimos a que uno se programó a las 16 horas, y el segundo al día siguiente A LAS ONCE HORAS, lo que constituye un terrible riesgo para quienes debieron participar en ellos.
En este caso, se trata de jovencitas que tienen más riesgo que muchos deportistas a quienes los horarios no les son desagradables, porque siempre les tocan partidos o muy temprano o demasiado tarde, cuando el inclemente sol ya no está tan agresivo con los organismos de los jugadores.
No entendemos, en primera instancia, por qué no hay una recomendación de algún médico del deporte que considere que es inoportuno jugar dos días seguidos en Victoria con las temperaturas actuales, exponiendo a nuestros hijos e hijas a estas barbaridades. No entendemos que la organización del torneo de referencia haya programado estos partidos, a sabiendas del efecto que ocasiona en los menores. No entendemos que por cumplir con un programa de actividades expongan a nuestros hijos, y menos lo entendemos cuando juegan en una liga reconocida por las autoridades deportivas.
Suponemos que quienes organizan torneos y actividades al aire libre, deportivas o no, deben estar sometidos a criterios de salud homogéneos, y en este caso, la Secretaría de Salud se ha cansado de decirnos qué hacer en estos días de la famosa y mal recibida “canícula”, cuando el sol realmente se convierte en el enemigo público número uno.
Como comunicadores pensamos que no está bien permitir este tipo de acciones; como padres de deportistas, condenamos total y enérgicamente la disposición de quien corresponda por exponer a nuestros hijos e hijas al tremendo calor existente en Victoria en estos días. No pensamos que haya sido una acción tomada con mesura y prevención, además que se contrapone con la disposición de las autoridades sanitarias correspondientes.
Obvio: algunos clubes no se presentaron a jugar por el intenso calor, haciendo gala de mucha más madurez que la existente en quien propuso que se jugara, a esas horas y dos días seguidos.
Si nos permitieran tomar parte en las decisiones correspondientes, pediríamos que se programen estas actividades en horarios no peligrosos, que se les permita el tiempo de recuperación recomendado por expertos, y que haya fuentes de hidratación disponibles, aunado a servicios médicos en las unidades deportivas, a donde acuden cientos de victorenses a desarrollar sus actividades deportivas.
Comentarios: entrenos@prodigy.net.mx