Nada más faltó que así dijera la encargada del combate a la pobreza, de tener un México sin hambre, la Secretaria de Desarrollo Social, ROSARIO ROBLES, y también el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, al pobre pueblo mexicano.
Reconocer que las cosas, sobre todo en el combate a la pobreza, no van como se prometieron, que las políticas públicas en ese rubro han fallado, puede ser un acto de honestidad ante un pueblo que exige sus autoridades den resultados, pero en el caso de ambos parece cinismo.
Seguramente los asesores, o el propio Presidente, consideró conveniente hablarle al pueblo con la verdad, bueno, confirmarles lo que la gente siente en carne propia, la pobreza que cala hasta los huesos, ROSARIO ROBLES dice que hay más pobres porque nacen más mexicanos en comunidades marginadas y la gente se pregunta, ¿qué no era uno de los compromisos de campaña mejorar las m condiciones de vida de los mexicanos, tener un pueblo sin hambre?.
Recordemos que cuando ENRIQUE PEÑA NIETO andaba encampañado le prometió al pueblo mexicano devolver credibilidad en las instituciones, un país más justo e igualitario, donde no habría distingos y nada ni nadie estaría fuera de la ley.
También nos prometió combatir la pobreza, acabar con la inseguridad, crear las condiciones para que todos los mexicanos tuviéramos más y mejores oportunidades de progreso, hasta se le escuchó decir que en un lapso no mayor de un año los mexicanos veríamos el cambio.
Aunque casi aseguraba traía la varita mágica para arreglar todo para bien de los mexicanos y la grandeza del país, el pueblo tenía sus dudas y aun así se le dio el voto de confianza, esperando que los dichos se convirtieran en realidad, hoy PEÑA NIETO prácticamente dice que nada va como lo esperaba.
Pasó el año y ya cruzamos la mitad del sexenio y la gente se pregunta qué paso, será que al llegar a la presidencia la varita mágica se perdió, porque de otra manera no se entiende cómo es que los rubros en los que se dijo se tendría especial atención y pronta solución hoy el mismo presidente dice que no se ha podido.
Pobre México, seguirá con un pueblo pobre, bueno, serán menos los que morirán de hambre pero el combate a la pobreza en México falló, las cifras aumentan, mucha gente seguirá muriendo de hambre y frio.
Pero será mucha más la que fenezca por la decepción, la tristeza al ver que esta bella patria rica en recursos naturales, y con valía de su gente incalculable, seguirá en las garras de la inseguridad, uno de los grandes males que se originan por la falta de oportunidades, por tanta pobreza.
Que el presidente reconozca que no se ha podido con la pobreza en México puede definirse como un acto de honestidad, mucha gente lo puede ver como un avance, el reconocer las fallas, que las políticas públicas implementadas no han sido las correctas, pero la realidad es que no tenía otra opción, que debía reconocerse los yerros.
Es bueno que las autoridades reconozcan sus fallas, que no han podido con el compromiso hecho a los mexicanos, pero sería mucho mejor que con el reconocimiento a lo que no se ha hecho vengan acciones, cambios de estrategias para apalear la pobreza en nuestro país, renuncias, licencias a los cargos, porque es un hecho que el pueblo ya no siente lo duro sino lo tupido y el reconocerse pobre en nada ayuda, ni siquiera en el ánimo de la gente.
Las palabras del presidente casi en el ocaso de su administración, más que reconocimiento a las fayas, suenan a sentencia, es como si nos dijeran pobre eres y en más pobre te convertirás.
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