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Sección: Editoriales / Confidencial

¿Cuántos más?

Por: Rogelio Rodríguez 20/07/2015 | Actualizada a las 09:26h
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Este sábado reciente tres jóvenes murieron en un trágico accidente automovilístico causado por ellos mismos frente al Planetario en Ciudad Victoria. Aunque oficialmente no se ha confirmado, presuntamente andaban alcoholizados. Tres personas más, inocentes, que viajaban en el otro vehículo, resultaron con lesiones de gravedad que los mantienen hospitalizados.

La pregunta es: ¿Cuántas muertes más se necesitan para que la autoridad se decida a resolver el tema de los conductores ebrios? ¿Cuántas víctimas más hacen falta para que, por fin, la dirección de Tránsito comience a aplicar el reglamento al pie de la letra?.

Seguramente durante la semana que hoy inicia veremos declaraciones de funcionarios estatales y municipales, lamentándose de la tragedia y anunciando medidas severas para meter al orden a los conductores alcoholizados.

Pero serán solamente eso: declaraciones. Es algo así como un círculo vicioso donde, ocurre un accidente fatal, el servidor público sale a calmar el ánimo social, y hace promesas que luego no cumple pero que repite cuando se repite la tragedia.

Así se la ha pasado la autoridad desde hace bastantes, bastantísimos años, y la consecuencia ha sido la pérdida de muchas vidas que bien pudieron salvarse.

Precisamente, la semana pasada, el prestigiado abogado, Rolando Barraza Pérez, hacía dos exhortos a la autoridad: imponer arrestos inconmutables de 36 horas a los conductores ebrios y retirarles la licencia de manejo, como una forma de ir disminuyendo los accidentes mortales.

Pero son propuestas que quedan en el aire. Nadie les hace caso. El Gobierno solo lee los periódicos para recortar sus boletines o las porras que le echan algunos actores políticos. Rara vez recurre a la prensa para saber lo que le preocupa a la sociedad.

Por eso le preguntaba al inicio: ¿Cuántas muertes más se requieren para que la autoridad reaccione?.

Y la interrogante alcanza también a quienes hacen las leyes. Es hasta de risa que muchos diputados se la pasan presentando iniciativas que no son más que simples ocurrencias, y descuidan o desatienden los problemas que verdaderamente requieren con urgencia de una solución.

Así, por ejemplo, han reformado leyes para sancionar a quienes ofendan a los gorditos llamándoles “gorditos”, o para obligar a los Ayuntamientos a mejorar la nomenclatura de las calles, para que los señalamientos se vean bonitos, pero no hacen nada por buscar una alternativa que impida que siga muriendo más gente en accidentes trágicos causados por el alcohol.

¿Cuál sería la solución? Seguramente habrá varias. Tan dados como son los diputados a imitar lo que hacen otras entidades, no sería mala idea que hicieran , por ejemplo, un estudio comparado de cómo está diseñada la ley en Estados Unidos en relación con el tema de quienes manejan ebrios, para luego hacer las adecuaciones necesarias en nuestro ordenamiento normativo.

Lo urgente es que unos y otros, legisladores y Gobernantes, se pongan a trabajar en ese tema, porque cada día que pasa mueren más personas a manos de un automovilista alcoholizado.

Esperemos que así sea.

EL RESTO.

La semana pasada, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) encabezada por el abogado Ismael Quintanilla Acosta, fue anfitriona del Gobernador, Egidio Torre Cantú.

El mandatario acudió a inaugurar el segundo piso del edificio “B” de la institución encargada de la persecución de los delitos, en cuya obra se invirtieron poco más de 19 millones de pesos, y entregó un lote de vehículos para la Policía Ministerial.

Además  entregó constancias a 43 nuevos elementos de la Policía Ministerial y a una veintena de agentes del Ministerio Público que concluyeron un curso de capacitación.

En su intervención, el Procurador hizo un recuento de la inversión que ha recibido la institución en los dos últimos años, y concluyó en que “nunca antes la Procuraduría había recibido tanto apoyo de un Gobernador”.

Y es verdad, durante años, la PGJE permaneció en el olvido presupuestal, relegada por los Gobernadores, que daba la impresión de que la veían como el “patito feo” de la administración.

Hoy las cosas son diferentes. Bajo la titularidad de Quintanilla la institución ha recibido apoyos sin precedentes. Uno de ellos, en mi opinión el más importante, la dignificación del salario de los agentes del Ministerio Público y Policías.

ASI ANDAN LAS COSAS.

roger_rogelio@hotmail.com

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