Barcelona, España.- El panorama electoral hacia 2018 es totalmente incierto. Hoy, el Partido Revolucionario Institucional parece haber vencido los momentos de inestabilidad provocados por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y los casos de corrupción de sus militantes. Los votos lo han demostrado. El PRI, en alianza con el Verde y Nueva Alianza, logró obtener la mayoría simple de 261 legisladores en la Cámara de Diputados. Este fenómeno no se había presentado desde la elección intermedia en la administración de Salinas de Gortari. A partir de Ernesto Zedillo, todos los presidentes habían gobernado con gobierno divididos. A tras años de las elecciones presidenciales, los partidos de oposición no parecen encontrar a los actores que los representaran en los próximos comicios.
El caso de la izquierda es el más complicado. El PRD, un partido que desde su fundación se ha basado en los liderazgos personales, se ha quedado sin una figura representativa. Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard han dejado el partido tras diferencias con la dirigencia nacional. Miguel Ángel Mancera, el gris Jefe de Gobierno del Distrito Federal, se presenta como la única pieza presidenciable del partido del sol azteca: quiere ser presidente y buscará serlo, pero tiene un débil arraigo entre la sociedad mexicana.
El caso de Morena es confuso. Morena presentó resultados históricos en su primera elección: obtuvo 5 de las 14 delegaciones del Distrito Federal. Sin embargo, la presencia de Morena a lo largo del país es mínima como para pensar en una fortalecida candidatura presidencial de AMLO. La pregunta es… ¿Será la tercera la vencida?
El PT, partido con más de 20 años de existencia, se encuentra actualmente en proceso de impugnación tras perder el registro en las elecciones del presente año. Los números lo demuestran. Buscaron pactar con Acción Nacional y no lo lograron. Alberto Anaya, líder histórico y único presidente del partido, asegura que conservarán el registro.
Para el PAN las cosas no son muy diferentes. La división entre Maderistas y Calderonistas ha debilitado a la institución: los problemas al interior son problemas en las urnas. Acción Nacional ganó solo 2 de las 9 gubernaturas que estuvieron en juego en las elecciones. Así mismo, empiezan a destaparse los precandidatos a la presidencia de la República. Margarita Zavala, ex primera dama del país, se presenta como una alternativa de renovación del PAN y quiere ser la primer presidenta de México. La esposa de Felipe Calderón ha sido criticada por su corta experiencia en gobierno, la cual se compone de una diputación federal y puestos partidistas. El Golden Boy de Puebla, el Gobernador Rafael Moreno Valle, se posiciona como un fuerte candidato para representar al PAN. Ha trabajado en la comunicación y publicidad de su gobierno, dándose a conocer a lo largo del país. A pesar de ello, Moreno Valle ha sido criticado y catalogado como un gobernante represor y autoritario.
La oposición no ha logrado posicionar a un candidato fuerte para competir con el PRI. La actualidad refleja que los partidos de izquierda no lograrán formar un frente común y Acción Nacional no ha logrado resolver sus conflictos internos. Es en este momento donde figuras como Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” o Enrique Alfaro son mencionados como posibles candidatos independientes a la presidencia de la República. También se plantea la posibilidad de una candidatura independiente por el lado empresarial, académico o del activismo. Quien quiera ser presidente tendrá que destaparse, trabajar y llegar a cada rincón del país. El tiempo dirá….
Del otro lado del charco: Muy dura la entrevista al catalán Albert Rivera, presidente del partido Ciudadanos, en el programa La Sexta Noche. Los periodistas se mostraron agresivos, prepotentes y vulgares. Sin embargo, Albert Rivera demostró su capacidad comunicativa. Consultores del partido me comentaron que es campeón nacional de oratoria y debate.
