La escena local se acelera, se revoluciona, se modifica, sufre cambios y ofrece respuestas una vez que acabó el proceso en donde ALEJANDRO GUEVARA COBOS ganó las elecciones federales dándole una paliza al candidato del PAN, EDGAR VARGAS ARIZABALO.
Y una vez que oficialmente fueron dados a conocer los resultados en los 8 distritos, tenemos pues que el mantense es –de los ocho existentes- el mejor posicionado en Tamaulipas para lo que venga, en relación, no al número de votos obtenidos, sino al promedio de votantes de cada distrito electoral.
Pues de un distrito a otro, hay cifras disparatadas y tan desiguales en materia de número de electores, o ciudadanos con derecho a votar.
Más adelante pondremos ejemplos.
De los 8 candidatos a diputado federal que lanzó el PRI, ALEJANDRO GUEVARA COBOS fue el líder, el mejor posicionado, el número uno.
¿Qué queremos decir con esto?
Bueno, dos o tres cosas importantes en lo futuro. Una, que no es lo mismo el sexto distrito, que tiene apenas 234 mil 896 votantes en su listado nominal según el INE, que el tercer distrito cuya cabecera es Rio Bravo, misma que tiene 407 mil 219 ciudadanos con derecho a voto.
Es decir, el tercer distrito con cabecera en Río Bravo tiene 70 mil ciudadanos más que el sexto distrito. Esto, comparado con el sexto distrito donde Alejandro Guevara Cobos fue el candidato.
El diputado federal Alejandro Guevara demostró que en un distrito de bajo listado nominal se puede hacer mucho, demasiado si se quiere.
Él es prueba viviente. Pudo sacar a votar a más del 50. 75 por ciento del listado nominal en su distrito.
En tanto que en el distrito 3 el candidato –o los candidatos- solo pudieron sacar a votar al 49.16 por ciento.
Esto en sí mismo es un gran logro de Alejandro Guevara y su compañero de fórmula JULIO CÉSAR PORTALES MARTÍNEZ, máxime, repetimos, porque el sexto distrito es el que menos ciudadanos nominales tiene del total de ocho existentes en Tamaulipas.
Como confirmación de que nuestra teoría es cierta, ahí van los números.
El Distrito 1 con cabecera en Nuevo Laredo tiene 319, 635 ciudadanos votantes en nómina.
El distrito 2 con cabecera en Reynosa, 308, 454 votantes en su nómina.
El distrito 3, ya lo dijimos, 407 mil 219 ciudadanos.
El distrito 4º con cabecera en Matamoros tiene274 mil 133 ciudadanos.
El distrito 5º cuenta con 260 mil 303 sufragantes.
El distrito 6º, ya lo citamos aquí, tiene 234 mil 896 ciudadanos. Y es el distrito con menos ciudadanos con derecho a voto.
El séptimo distrito con cabecera en ciudad Madero tiene 314 mil 280.
Y por último el octavo distrito cuya cabecera distrital es Tampico tiene 252 mil 106 ciudadanos con derecho a votar.
Así pues tenemos que ALEJANDRO GUEVARA COBOS supo hacer muchísimo, con poco.
Asimismo, nos llegó esta mañana la información de que oficialmente, con el 100 % de las actas computadas, y una vez que al priista le fue dada la constancia de mayoría, ALEJANDRO GUEVARA COBOS logró 73, 653 votos a su favor en la jornada del pasado domingo 7 de junio.
En tanto que el panista Edgar Vargas Arizabalo obtuvo muy apenas famélicos 31 mil sufragios.
Así que entre uno y otro candidato hubo una diferencia abismal de más de 42 mil votos.
Lo que habla de una victoria aplastante de Alejandro Guevara al panista Edgar Vargas.
Esos votos a su favor representan el 52. 42 por ciento de los 140 mil 501 sufragios emitidos por todos los electores, según los datos divulgados por el PREP aunque dados a conocer a la prensa a través del INE.
Transitemos a otro tema, es hora de hacerlo.
¿De dónde saca FRANCISCO J. GARCÍA CABEZA DE VACA que tiene opción de ganar la gubernatura de Tamaulipas por el PAN en el año 2016, si la máquina devoradora priista lo acaba de aplastar enviándolo al subsuelo, hecho pedazos y jirones?
O sea, a ver si entendieron. Se los repito amables panistas tanto sinceros como astutos.
Lo que acaba de ocurrir en Tamaulipas fue un tornado de esos que destrozan todo a su paso.
Los despedazaron. Nadie metió mano, solo la ciudadanía tamaulipeca.
¿Por qué razón? Pregúntenselo ustedes. Tenían todo a su favor, con un presidente Enrique Peña Nieto caído, destrozado, en la lona, con una imagen mala y con una fama de hampón, ignorante y corrupto que no podía con ella.
¿Por qué no supieron aprovechar este fenómeno anti-peñista?
Ustedes pregúntenselo y contéstense.
El escenario estaba puesto para dar un puntapié al PRI en el trasero y derrumbar la figura del presidente Peña, con todo y sus affaires del último año, como son La Casa Blanca, los 43 de Ayotzinapa, la casa de Malinalco, el proyecto del Acueducto Monterrey, sin contar el tema de sus compinches predilectos, como Juan Armando Hinojosa Cantú de Grupo Higa, entre otros.
Ese 8 de 8 le despedazó sueños a todo aspirante de la oposición que desde el PAN quería gobernar Tamaulipas.
Por eso sostenemos la teoría, en Tamaulipas al PAN no le queda nada por hacer.
Todo hace suponer que perderá aplastantemente la contienda por la gubernatura, el año que entra.
La falsa estrategia planteada por Cabeza de Vaca, de pagar millonadas a periodistas defeños como por ejemplo a Ricardo Alemán y a otros, y no aterrizar sus sagrados pies en Tamaulipas, no creemos le de muchas esperanzas de triunfo.
¿Qué tiene qué argumentar Cabeza de Vaca a su favor, si perdió Reynosa, la que para él era la joya de la corona?
Los números no mienten.
Muchos querían darle al PAN el beneficio de la duda.
Pero ante tal terremoto en contra, vale más que se resignen a seguir siendo la segunda fuerza política de Tamaulipas.
Aquí en El Mante por otra parte, ha comenzado la guerra en busca de los posicionamientos.
La conformación de grupos es algo normal cuando se vienen las contiendas.
Contra lo que se cree, la reagrupación de huestes –en busca de la alcaldía y la diputación local- está en pleno proceso.
Se han sumado dos o tres nombres a la lucha, entre otros, el de José Luis Castellanos González, quien en apariencia estaría jugándosela con su amigo de siempre ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO.
Castellanos González ha manifestado su deseo de contender de nuevo por la presidencia municipal.
Cárdenas del Avellano por su parte, acaba –hace tres días- de destaparse para gobernador.
Esa fue una noticia que fue recibida con más pena que gloria por todo mundo.
En política hay un dicho que dice, ‘El que ya bailó, siéntese’. Lo usaba mucho Cavazos Lerma y Tomás Yarrington.
Por aquéllos desfasados que creían que es lo mismo Los 3 Mosqueteros que veinte años después.
La política es cíclica, es temporaria, es como el deporte del boxeo, tiene un principio y un final natural.
Tal frase ‘El que ya bailó, siéntese’ quizás puede aplicarse en este eventual proceso estatal por la gubernatura.
El señor Cárdenas del Avellano tiene gran camino recorrido. Y si fuera atleta, podríamos decir que no parece estar en forma física y anímica. Renquea, carece de habilidad y cercanía con los tamaulipecos.
A menos que detrás de él este EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES y el Grupo Victoria, que para sus adentros anhela preservar el poder político a costa de lo que sea.
El presidente PABLO GONZÁLEZ LEÓN por su parte ha demostrado estar a mil, pues sacó adelante la elección federal, operando como jefe político del PRI y de su municipio.
Le costó gran disciplina; pero a fin de cuentas, disciplina es lo que le sobra.
Pablo González León va en línea directa a buscar ser diputado local.
Parece merecer el cargo. Se lo ganó. Pero habrá que esperar.
Por su parte Rigoberto Rodríguez Rangel está en el partidero como candidato natural a la alcaldía del Mante.
Contra lo que estén cuchicheando sus enemigos, esos que tiran la piedra y esconden la mano.
Bien, hasta aquí por hoy, n os leeremos pronto.
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