Viene ya la temporada de huracanes, tormentas tropicales, lluvias y más; a partir de estos días y hasta octubre aproximadamente tendremos el riesgo de padecer los estragos del tiempo húmedo en cuanto a lluvias y lo que conlleva: inundaciones y todo lo referente al tráfico que se deja sentir mucho más pesado por dos causas principales: el estado de nuestras calles, la lluvia y fenómenos meteorológicos, y la falta de tino, inteligencia, habilidad o reflejos de quienes se ostentan como automovilistas y son un verdadero peligro, ante el cínico y descarado nudo ciego en los ojos de la autoridad.
No nos cansamos de ver automóviles sin placas o con placas americanas, con placas de centrales fraudulentas que prometen regularizar a como dé lugar, porque saben que la autoridad tiene carácter de porcelana y todo se quiebra ante un poco de presión.
Es cotidiano ver que circulan ilegalmente y con el celular en la mano, cambiando datos y llamadas con quienes les place, ante la ceguera oficial que no deja de atormentar uno que otro automovilista en dos o tres boulevares, donde les aplican multas por “exceso de velocidad”, cuando dicho sea con toda honestidad, no son capaces –no tienen… carácter para hacerlo- de pedir orden a todos: la justicia, comprobado está, tiene límites y niveles, y quienes ostentan cargos públicos o son familiares de alguien no tendrán problema en delinquir a través del uso de los automóviles, sin placas, sin permiso, polarizados, con celular en mano, sin cinturón de seguridad y más infracciones habidas y por haber.
Pero el caso de este día es llamar la atención en el intenso trabajo que lleva a cabo la alcaldía que preside Alejandro Etienne Llano y que no puede difundir por la absurda ley electoral que, a nivel federal, coarta muchas libertades disfrazada de oveja, aunque la piel real es de un lobo vil, común y corriente.
No nos dicen, pero vemos las máquinas en plena calle Juan B. Tijerina o Carretera Nacional, justo después de la calle Berriozábal, y vemos con gusto que se preparan para que tengamos mejores vialidades ahora que lleguen las lluvias.
De todos es sabido que la inclemente lluvia perjudica enormemente el estado del pavimento, y en ese sentido, no hay mucho qué hacer porque no se puede evitar, pero sí atender muchas necesidades de esa índole.
Sabemos también que se requiere de muchos recursos para dar respuesta a la demanda total de Victoria, y sabemos que es prácticamente imposible, porque tenemos muy malas vialidades, y ese estado actual es la suma de tantos años sin atención adecuada.
Las enormes máquinas siguen trabajando y atendiendo las necesidades que dirigen los ingenieros, dando a Victoria otra cara, porque vaya que nos urgía. Entendemos que muchas personas han de decir que no hay tal modernización porque no llega a sus colonias, y en ese sentido recordamos que somos muchos los que tenemos esas necesidades, y es lógicamente imposible que estén en todos los rincones donde hay una calle en mal estado. No se puede y no es demagogia, es realidad que tenemos que aprender a ver en su justa dimensión.
Y vemos, insistimos, que los impuestos de muchos de nosotros trabajan fuertemente en ese rubro, y nos da gusto ver que el alcalde de Victoria sigue trabajando en bien de todo mundo, y aunque muchos están de mal pensados coincidiendo con otros igual de mal pensados en que está preparando el camino hacia la gubernatura, entendemos la vocación de Alejandro Etienne, porque es un hombre de palabra, de buena familia, y en sí: un muy buen hombre.
No nos queda más que esperar a que acabe la mal llamada e instrumentada ley electoral, y que la famosa veda desaparezca, para poder visualizar en toda su magnitud tanto las obras que se siguen haciendo como las que quedan pendientes, y esperando cuale3s la respuesta de la sociedad, para saber si habrá más trabajos para la ciudadanía, a la que se debe cualquiera que aspire a ser uno de los que ganen en esta elección en puerta.
Solo tenemos que entender que si queremos un país justo, comencemos por la casa, dejando la comida en un sitio no contaminante, ordenando todo lineamiento legal, acatando las leyes actuales, y viviendo de la mejor manera posible.
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