Ayer tarde las comisiones unidas con la Plural del Congreso del Estado ultimaban los acuerdos de cara a la reforma política en su apartado constitucional.
El tema de mayor polémica fue sobre el porcentaje mínimo para mantener registro, prerrogativas y representación en el Congreso Local derivante en la conformación de este Poder.
El PAN insistía en que se ubicara por el tres por ciento mientras el PRI se alió con los demás partidos políticos representados en la Cámara para consensuar a favor del 1.5 por ciento bajo la premisa del derecho de las minorías a ser escuchados y participar de las decisiones públicas.
El amago de judicializar la reforma política tamaulipeca chocó con la determinación de la Suprema Corte de Justicia que a otra demanda similar de otro estado creó jurisprudencia concediendo a los congresos locales la libertad de decidir al respecto.
Y el intento panista por politizarlo “levantándose” de la mesa de la reforma igual apunta a revertirse en su contra.
En términos generales el oficio político del líder camaral RAMIRO RAMOS SALINAS y los niveles de entendimiento a que ha llegado con la mayoría de sus pares habían permitido un trayecto terso en esta etapa de la reforma política doméstica.
Ciertamente a partir de ideologías e intereses partidistas hay posiciones discordantes en algunos temas, lo que resultará natural, pero en términos generales han trascendido el diálogo y los acuerdos en la mayoría de los temas en esta etapa del proceso.
Hasta en temas tan ordinarios y discutidos como los de la paridad de género se han dado voces distintas.
Como una “camisa de fuerza”, por ejemplo, definió el diputado del Partido del Trabajo ARCENIO ORTEGA LOZANO eso de conceder la eventualidad de que sean 22 las mujeres que los partidos deban postular para alcaldesas contra 21 varones, hablando de los 43 municipios.
Otras voces igual en los distintos partidos de diputados por lo bajo repiten resistencias a conceder a plenitud la paridad de género y eventualmente confiarán en que a la hora de votar las leyes secundarias exista algún recoveco por donde puedan atemperarse tales definiciones, aunque por mandato federal y en la propia legislación local vigente no se ve por dónde se pueda sacarle la vuelta al tema.
En este y todos los temas controversiales finalmente donde los acuerdos no coincidan habrá de trascender el principio de las mayorías a la hora de votar en lo particular cada artículo ante el pleno.
Al menos en eso del 1.5 por ciento ya quedó claro que todos, menos uno de los partidos con asiento en la Cámara Local han encontrado la coincidencia como para ir perfilando las votaciones de rigor llegado el momento.
De ese tipo de alianzas políticas se irán marcando horizontes inclusive más allá de la reforma política, puestos en el proceso que viene.
Con los acuerdos de ayer no es de descartarse que aún antes de la primera semana de junio –hacia donde estaba proyectada- se conforme la reforma constitucional en materia electoral y política.
En las siguientes semanas se estaría entrando en materia de las nueve leyes y códigos locales que conforman lo que se denomina las “leyes reglamentarias”.
Y que hablen las mayorías.
Mientras tanto en la recta final de las campañas siguen los dimes y diretes, las acusaciones mediáticas que pretenden descalificar al adversario en un último intento por ver qué tanto votos ganan para su causa o restan al de enfrente l simplemente contrarrestan los ataques que reciben.
Tradicionalmente las campañas se habían convertido en alguna suerte de “pégale al negro”, todos los partidos y candidatos golpeteando al partido en el gobierno y sus candidatos.
Estas campañas han marcado un parte aguas en ese sentido donde el PRI se ha vuelto contestatario, pero además otros partidos que igual han alcanzado niveles de competencia regional han emprendido y recibido la fuerza de los señalamientos.
En este intercambio arreciando los últimos días, a una semana de la conclusión de las campañas y diez días de las votaciones será menester de quienes dan seguimiento a la agenda mediática para razonar su voto, atemperar y llevar a contexto tales expresiones si no quieren caer en el juego de “votar por el menos peor”.
Ese es el meollo de la andanada mediática de temporada: quitar la paja para quedarse con la información dura y maciza –dicen los clásicos- y entender que por estas fechas se dirán cualquier cantidad de cosas, las más, sin más sustento que el apetito electoral.
Concluido el debate del lunes armado por el Comercio organizado local y con el apoyo de la UAT, le preguntaron al candidato priista CHUCHIN DE LA GARZA DÍAZ DEL GUANTE quién habría ganado en el escaparate al que llegaron la mayoría de los contendientes.
“No ganó alguien en particular... Ganó la ciudadanía porque tuvo oportunidad de escuchar las propuestas y sopesar los perfiles de los candidatos para razonar su voto”, dijo el caballeroso aspirante.
La percepción dominante sin embargo fue en el sentido que fue precisamente CHUCHIN el que sacó el mayor rédito del encuentro tiro con una exposición amplia, puntual y depurada de su oferta muy empatada con las aspiraciones ciudadanas.
La otra resultante del suceso fue a contracorriente del abanderado panista quien desde el momento que declinó a la invitación ya iba perdiendo pues evidenció sus limitantes para el debate y lo endeble de su participación.
Pero aún en ausencia los candidatos todos por igual en la ruina del debate señalaron, condenaron y pidieron justicia contra las ilegalidades que circundan en torno de ese candidato.
El dirigente nacional cenecista MANUEL COTA JIMÉNEZ ayer encabezó una reunión en Victoria capital de toma de protesta de la estructura campesina en torno de las aspiraciones de los candidatos priistas del V y VI distrito.
MIGUEL GONZÁLEZ SALUM y ALEJANDRO GUEVARA COBOS refrendaron su compromiso con las causas del campo para cuando sean diputados federales y confiaron en estos afanes para concretar un amplio triunfo en las urnas el próximo 7 de junio.
