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Sección: Editoriales / Escenario político

Alejandro Guevara y la llamada del presidente

Por: Marco Antonio Torres 20/05/2015 | Actualizada a las 09:27h
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Vivir pensando qué pasará mañana –sobre cualquier suceso irrelevante- es desperdicio.

Pero si mañana son las elecciones constitucionales, y con ello se elige quien será nuestro diputado federal en el congreso de la unión, la cosa cambia.

Esa es la relatividad.

Así que por demás importante es saber quién será el diputado federal ganador del sexto distrito, cuya cabecera distrital es El Mante.

Restan menos de 15 días para la celebración de la jornada electoral en Tamaulipas. El 7 de junio es la fecha clave, donde se determinará el rumbo del congreso, en colores partidistas.

ALEJANDRO GUEVARA COBOS tiene todas las de ganar, aun contra lo que se dice, que sucesos adversos de la política nacional lo afectarán. Una cosa es que ENRIQUE PEÑA NIETO yerre en su política de gobierno y otra cosa es el proyecto individual de Alejandro Guevara Cobos, quien tiene el voto moral del presidente de México a su favor.
Como anécdota diremos que hace poco menos de un mes, ya metido en plena campaña electoral en el sexto distrito, una tarde-noche estando Alejandro Guevara muy tranquilo en su casa del fraccionamiento Country Club escuchó de pronto una llamada a su teléfono celular.
Al oírla corrió a contestar, solo para darse cuenta que se trataba de una voz conocida. 
Era Enrique Peña Nieto, el mismísimo presidente de México, quien le habló para saludarlo y preguntarle cómo iban las cosas en El Mante. 
-Bien presidente, vamos bien, estamos metidos en un arduo trabajo que está dándonos magníficos resultados, estoy muy contento por la respuesta de la gente, contestó él palabras más, palabras menos.
Más adelante el presidente se centró en un tema: invitarlo personalmente a una reunión de gala a celebrarse en el DF, pidiéndole encarecidamente: “No quiero que faltes, Alejandro".
Ante lo cual el candidato acotó: “Claro que no faltaré presidente. Ahí voy a estar”.

Sorprendió la chabacanería y confianza entre ambas voces, la del presidente y la de Alejandro Guevara. Cosa que no es de extrañar en vista de haber convivido juntos 2 años y medio completos, desde que lo hizo su jefe de Giras y Eventos de presidencia de la República.

Gente de su más entera confianza, y de su círculo más cercano.

Aunque lo más sorprendente fue que lo llame a deshoras, y la informalidad con la que hablan, y no el hecho en sí; como si ambos fueran hijos de vecino.

Por diferencia de edades, el presidente Enrique Peña le lleva al mantense apenas 10 años.

Peña tiene 49 años casi cumplidos mientras que Alejandro anda por los 39 o 40.

La cadena generacional sin embargo, no está rota ni fracturada.

EDGAR VARGAS ARIZABALO por su parte, el candidato del PAN y opositor de Alejandro Guevara parece no tener la mínima opción de triunfo el 7 de junio, aunque en su clásica cantaleta diga lo contrario, aduciendo: “Soy el candidato incómodo” del priista.

Falso, la verdad es que VARGAS ARIZABALO no representa la mínima oportunidad de victoria, en razón de lo acotado de su agenda y lo acomodado de sus horarios, hechos ad hoc para no sufrir insolación o cansancio en demasía.

Cierto es que Enrique Peña tiene una bomba molotov en sus manos; sin contar que tiene al país de cabeza.

Apenas hoy aparecieron encabezados con fondo político terrible. Uno de ellos a la letra dice: “A partir del 7 de junio, miles de trabajadores de PEMEX y CFE serán despedidos”.

Es decir, la hecatombe social y laboral sobrevendrá exactamente el mismo día de las elecciones luego de ser aprobada la reforma energética.

Y a partir de ahí, dos de los sindicatos de trabajadores más poderosos de México sucumbirán frente a la “modernidad” de las reformas, dejando en la calle a miles de trabajadores.

Créalo, la guillotina ya está puesta en los cuellos sangrantes de los mexicanos.

Eso es solo parte de algunos puntos escritos en letra minúscula de la reforma energética impulsada por Enrique Peña Nieto, avalado por el PAN y por gran parte de la bancada perredista.

Su principal impulsor fue sin embargo, Enrique Peña Nieto. Los demás fueron comparsa.

Y eso el elector lo tiene bien presente.

Eso tiene implicaciones terribles en época electoral, aunque no necesariamente gravitarán negativamente en éstas elecciones federales; al menos algunas regiones o comarcas el PRI las puede salvar.

Todo depende de la seriedad, buen crédito y excelente buena fama que puedan tener los candidatos del PRI.

Por su parte, la antes paraestatal PEMEX ahora huele a iniciativa privada. La Comisión Federal de Electricidad también.

Y con mentalidad fría, gélida como el hielo polar ártico,  sus nuevos socios mayoritarios, muchos de ellos de apellidos extranjeros, ordenan una cosa esencial, ganar multimillonariamente, producir y generar altos niveles de ganancias, aunque a costa de eso miles de trabajadores se queden sin empleo.

Repetimos, el horno no está para bollos en el país. Y eso le pega directamente al PRI.

Pero también pega al PAN, cómplice silente de masacres, injusticias y depravación social existente en México. El PAN es cómplice de la corrupción imperante en el peñato.

El PAN apuesta a que los electores recuerden –estando frente a las urnas- el mal gobierno peñista y en base a eso salgan a sufragar aplicando el voto de castigo contra el PRI.

Pero repetimos, no es tan simple como ellos creen. Los excesos del anterior presidente FELIPE CALDERÓN HINOJOSA no se olvidan aun. No se olvida que en su sexenio murieron 120 mil mexicanos, en su presunta guerra contra el submundo delincuencial.

Amén de esto, la mayoría de los mexicanos perciben que el ex presidente Calderón y el actual Peña Nieto son cómplices en el barco llamado México. Operan como gobierno mancomunado, como un cogobierno, como una partidocracia.

El pecado de omisión en el PAN existe y eso lo saben todos ellos, tan santiguados e hipócritamente bien portados.

Han permitido al presidente Peña Nieto cometer barbaridades olvidándose que su papel de partido político opositor es encarar hasta al mismo presidente y llamarlo a rendir cuentas si es necesario. Pero el maiceo que el gobierno federal les ofrenda es más rico, más exquisito, que su propia conciencia. Por eso callan.

Abordemos otro tema.

CARLOS SÁNCHEZ VEGA, gerente de Comapa, proviene de la cultura del esfuerzo. Es un político con gran futuro; es un político en ciernes, que se forja al fuego como el oro mismo.

Emergió a la vida pública con más claridad tras haber sido síndico municipal y presidente del PRI local. Es perteneciente auténtico a la cuadra del bien amado (y desaparecido) doctor HUMBERTO FLORES DEWEY.

Hoy que está como gerente de Comapa refuerza su capacidad de resistencia a ataques certeros y está claramente dispuesto a ofrecer su vocación de servicio público a todos.

Para él es bien cierto el refrán que dice, golpe que no te mata, te fortalece. Lo ha experimentado.

Quizás ha sido puesto contra la lona; pero no se cae.

Tal vez sea como el roble mismo, se dobla pero no se quiebra. O como la secuoya, árbol de tronco poderoso al que no lo tumba ni el más potente trueno o relámpago.

Carlos Sánchez sabe que de este y de mil ataques más saldrá palpablemente fortalecido.

Lo más penoso es el rol de sicario que en esto jugó el ‘Villarrealista’ Marco Jimenez, quien propagó en redes sociales una rara diatriba, presuntos hechos que aparentaron ser verdad pura y que hablaban hasta de demandas ante un gran principal. Cosa que por desgracia dejó asentado por escrito.

Lo cierto es que por desgracia para él, el pez por su boca muere. Y se fue de la boca diciendo quién o quienes le ordenaron subir tales comentarios a las redes sociales dando nombres y apelativos.

Aquí lo más angustiante y patético es que Jimenez no dejó que el PAN hiciera la guerra sucia, lo cual habría sido hasta moralmente permitido pues diríamos que está facultado para hacerlo.

Desde el mismo PRI se demostró que hay hambre de poder, y que no importa sacrificar soldados buenos, todo a costa de dañar la moral de terceros.

La guerra sucia ha empezado y eso que todavía no llegamos al 8 de junio.

La escena futurista no es sencilla de ninguna forma. Ni para uno ni para otro.

El presidente del PRI local por su parte, RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL alimenta legítimos sueños de querer gobernar al Mante, aunque desde ahora encara a enemigos gratuitos que lo quieren poner contra la pared.

Esto –vale decirlo- es perjudicial para el hombre del momento, ALEJANDRO GUEVARA COBOS, quien tiene que tener autoridad para callarle la boca a los rijosos.

Pues en este momento las elecciones federales están en puerta; y perjudica su plan.

Bien, por ahora es todo, nos leeremos pronto.

PD:

Antes de irnos diremos que el hombre del momento, localmente hablando, es PABLO GONZÁLEZ LEÓN, hombre de ideas, de mente y de corazón grande; y además, un político mantense de arraigo, quien es una garantía de éxito donde quiera que lo pongan.

Pablo González León lo acaba de demostrar organizando en época realmente difícil y apocalíptica la Expo Mante 2015, Feria regional que hacía más de 8 años no se celebraba.

Desde aquélla última vez que vino aquí a presumir sus tetas y nalgas la pomposa Ninel Conde, junto a otros como el malito para cantar Facundo y el estupendo cantante, magno como su misma estatura, Pepe Aguilar.

Hablar de Feria hace 6 años era ponerse a temblar, era como si de un enfermo de hipotermia se tratara. A medio mundo le entraba la temblorina.

Pero el presidente municipal Pablo González se la jugó con un equipo selecto, compacto como el toldo y cofre de un mini Volkswagen. Y todos, excepcionalmente todos le dieron estupendos resultados.

El presidente se salió con la suya, demostró que El Mante no se escribe con sangre, sino que es una ciudad próspera, cálida, amable y cordial.

En ese grupo selecto que apoyó al alcalde destacó el nombre de Santiago Hernández, director de comunicación social, quien se la rifó coadyuvando para que todo saliera bien.

Por último un pensamiento, una opinión.

El periodismo verdadero no es vedetismo ni tampoco ambiente de cabareteras; periodismo es afán, es trabajo, es responsabilidad, es vocación, es hasta incluso, apostolado.

Hacer periodismo es refinar tus letras hasta lograr que de ellas salga oro, oro tan brillante que pegue en la conciencia de los políticos que no sirven.

El periodismo no es ir a sentarse a donde no has sido invitado, periodismo es tener dignidad.

Cansan aquéllos que usan el periodismo para cobrar afrentas individuales, y para –vergonzosamente- lustrar los zapatos sucios de un político a cambio de unas cuántas monedas.

Aunque en eso se les vaya la dignidad.

Será que hay niveles, pero un guasón, un chismoso, un vividor, un cinturita no puede ser buen periodista.

El periodista debería estar exento de grillas pues sus letras hablan por él. Mas por desgracia aquéllos que no saben redactar, ni conjugar verbos, ni perfeccionar sintaxis, prefieren perderse en habladurías que en ser profesionales.

Las letras transforman al submundo en mundo justo; pero a otros solo les sirve para limpiar la cola.

Bien, ahora sí es todo, en breve nos leeremos.

La publicación de esta colaboración periodística no refleja la opinión Editorial de esta empresa Editora

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