Del antiguo poder de la clase obrera sólo quedan representaciones simbólicas ya que Reynosa es ahora un mosaico de grupos que se disputan las representaciones en un clima caótico que es congruente con el aspecto físico de la ciudad donde todo está en permanente construcción pues cada gobernador y cada alcalde tratan de parchar la fisonomía y, según la acertada explicación de la maestra Norma Débora Treviño, el aspecto citadino da la impresión de que la gente siempre está lista para una mudanza, ya sea física, geográfica o ideológica.
Entras a Reynosa y te recibe ese magnífico conjunto escultórico que muestra a unos obreros y técnicos petroleros en plena maniobra; también te recibe el olor a pollo y carne asada condimentados con el polvo del camino y con el humo de los camiones desvencijados que se usan para el transporte público a pesar de las múltiples promesas del diputado neolaredense Ramiro Ramos Salinas, quien se ha comprometido decenas de veces ante los medios a mejorar el servicio urbano de movimiento de pasajeros; también te reciben las maquiladoras.
Calles y bulevares reynosenses dan testimonio de la lucha por el poder público que libran los nuevos próceres; por un lado, el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca que trata de hacer diputado a su hermano Ismael (de los mismos apellidos) y, por el otro, Óscar Santiago Luebbert Gutiérrez, quien intenta hacer ganar al Partido Revolucionario Institucional que ha postulado en Reynosa a su ilustre esposa sonorense, María Esther Camargo de Luebbert.
Los Luebbert contra los Cabeza de Vaca debería llamarse la actual contienda por la diputación federal en la que no sólo se juega una curul sino el futuro inmediato de la ciudad más poblada de Tamaulipas; del poder de antaño de los trabajadores sólo queda el monumento de los petroleros y la creciente industria de la maquila y en caso de ganar el PAN, es muy probable que ese partido pinte de azul toda la frontera, pero si gana el PRI en Reynosa, se abre la posibilidad de que Egidio Torre Cantú le entregue pronto el poder estatal a un miembro de su partido.
Cambiando de tema, en 1950 la universidad Autónoma de Tamaulipas es fundada; cumpliendo 65 años de iniciar sus labores docentes se sumó a la fiesta de la capitalidad, con el Ballet Folclórico Universitario, con su repertorio Regional; así disfrutamos de las cuatro regiones de Tamaulipas, su música, sus danzas, sus colores, su carisma y entusiasmo de esta tierra ante cientos de personas que llenaron el Teatro Amalia González Caballero del Centro Cultural Tamaulipas.
La región montañosa del suroeste conocida como el Altiplano comprende los municipios de Tula, Miquihuana, Bustamante, Palmillas y Jaumave; se caracteriza por poseer una vegetación constituida por cactáceas, agaves y arbustos; el clima es predominante subhúmedo y el suelo es semiárido; la explotación del ixtle producido en forma natural constituye uno de las actividades económicas más importantes y la principal fuente de recursos para el campesino de la región; la danza de a pie se baila durante las fiestas del santo patrón de cada pueblo o cada comunidad rural; es una celebración destinada a dar gracias por los favores recibidos por los santos o la virgen, ya sea de salud, de petición agrícola.
La ciudad de San Carlos fue fundada hacia 1776, es decir, cuando habían transcurrido ya 17 años de haber sido realizada la colonización del Nuevo Santander; se encuentra localizada en el centro-sur de la zona montañosa conocida como “Tamaholipa la Nueva” o “Tamaholipa la Moza”; se designa a esta serranía con los calificativos de alta o se le ha mencionado, como: “Sierra del Nuevo Reino de León”, “Sierra de San Carlos” o “Sierra Chiquita”; en esta región central se originó, durante el último cuarto del siglo XVIII y el primer cuarto del siglo XIX, la música de clarinete y tambora, conocida como Picota.
Se cree que el nombre proviene del palo de castigo que se usaba en la localidad, en tiempos virreinales, para castigar a bandidos y delincuentes; es probable que la tambora y el clarinete, instrumentos militares por excelencia, acompañaran a dichas ejecuciones; se piensa que posiblemente el nombre de “picota” se hizo extensivo a este pequeño conjunto musical y que tal vez se haya usado, también, para animar las fiestas de la localidad, especialmente después del triunfo insurgente.
La Huasteca está formada por: la región norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas, el noreste de Hidalgo, el oriente de San Luis Potosí, así como algunas partes de Querétaro y Puebla; se halla ubicada entre el Trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio y su relieve está constituido por la llanura costera del Golfo de México y la Sierra Madre Oriental; en la Huasteca es típica la música denominada huapango o son huasteco; este género surgió durante la época virreinal en la cual se mezclaron formas culturales y raciales de los españoles, indígenas y negros.
La región fronteriza de Tamaulipas se localiza en el extremo norte de la planicie costera mexicana; se extiende desde el municipio de Nuevo Laredo hasta la desembocadura del Río Bravo; comprende los municipios de: Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Matamoros y Valle Hermoso.
La polca es un género musical de movimiento binario, en compás de 2/4, que tuvo su origen en 1830 en la región de Bohemia, más tarde Checoslovaquia; es uno de los ritmos musicales más populares en las comunidades de Tamaulipas; antiguamente la interpretaban conjuntos de cuerdas en los salones a donde sólo tenía acceso la aristocracia porfiriana; sin embargo, a partir de la segunda década del siglo XX, empezó a ejecutarse con acordeón y bajo sexto y a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta se adicionó el saxofón, como resultado de la influencia del jazz norteamericano; luego se agregó, también, el contrabajo.
Pues bien, con música de todas las regiones de la entidad, el Ballet Folklórico de la UAT participó con gran éxito en la fiesta de los 190 años de que Ciudad Victoria es la orgullosa capital de Tamaulipas y cientos de personas, pertenecientes a todos los sectores sociales, aplaudieron al talento y destreza de los miembros de este conjunto que ha llevado nuestra identidad a nivel nacional e internacional.
Acompañado de su señora esposa, Katya Salinas de Etienne y de cientos de victorenses que abarrotaron el Teatro Amalia González Caballero, el presidente municipal Alejandro Etienne Llano, aplaudió emocionado el trabajo artístico que se desarrolla en la máxima casa de estudios de la entidad, presidiendo el festejo reciente junto a la directora de Difusión Cultural, Juana Adela Tamez Haces, quien representó al Rector Enrique Etienne Pérez del Río.
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