No asusta, ni tampoco incomoda, pero como se escuchan mal, desagradables y vulgares, más aun cuando estas palabras se utilizan varias veces en un medio electrónico como es la radio.
Lejos de producir risa o admiración hacia quien suelta esas palabrotas en un programa de radio en vivo genera sospecha y tal vez inquietud, porque salta la duda sobre la calidad moral de quienes conformaran la próxima Cámara de Diputado Federal.
Y aunque son términos que en la calle se escuchan a diario y a toda hora y que además forman parte del folklore de cualquier estado norteño, en boca de un candidato, quien por regla se debe mostrar respetuoso, pulcro y que procure convencer que es un ejemplo para la ciudadanía mexicana, como que suena repugnante y grosero.
Y cómo no, si Gustavo Cárdenas Gutiérrez decoró una entrevista radiofónica con las palabras “Les vale Madre” y “Puro pedo”, la primera para referirse a las promesas de los candidatos y a la apatía que muestran las autoridades para cumplir con el pueblo y, la segunda, tiene relación con la oferta que hacen algunos abanderados para convencer al electorado.
Dijo, el candidato a diputado federal por el quinto distrito de Movimiento Ciudadano, con cabecera en Ciudad Victoria, Tamaulipas, que “su gente” le pidió, casi le suplicó que no utilizara esos términos tan corrientes, pero prefirió ignorar esa petición, porque ya está harto de las mentiras de los políticos.
Con el pobre léxico que le es ya clásico, Gustavo se hizo bolas en la entrevista y se atropelló constantemente y aunque no le puso nombre y apellido a sus víctimas, si alcanzo a balbucear Miguel González Salum.
De su contrincante priísta, advirtió que va a hacer pública la lista de sus 18 padrinos antes de que finalice la campaña, porque insinuó que así la competencia es desigual.
Bien, haría, el abanderado naranja en cumplir con esa promesa.
Mal, sería, no hacerlo porque tiene razón, el electorado ya está hastiado, saciado, de tanta mentira.
Y haría, bien, Gustavo en enterarse que a él le apodan “El padrino”, porque en la pasada elección para alcalde colocó en sus empresas a varios que le ayudaron en la campaña, quienes por cierto no hablan muy bien del pobre sueldo que perciben.
Ellos, por lo menos tienen trabajo, mientras que otros que se quedaron como la novia del pueblo, no lo quieren ver ni en pintura.
Y en referencia –se supone- al alcalde de Victoria, Alejandro Etienne Llano, soltó varias pullas sobre el apoyo que recibió de la federación, por ejemplo de Pemex, para encarpetar las calles de esta ciudad, un traje que en su época como alcalde panista le quedo muy grande.
Qué tiempos aquellos cuando Gustavo convirtió en un muladar a la comuna victorense. Ese fue el principal “atractivo” de su gestión.
Ahora, muchos se preguntan:¿Qué hizo Gustavo por Tamaulipas cuando fue diputado federal, senador y alcalde de la capital del estado?.
Dicen, de él, que es un negociador en potencia, voraz y tramposo, una fama que se ha ganado a pulso y que lo persigue cada paso que da.
También, que tiene la lengua muy suelta y la cola muy larga.
Independientemente de eso, mal haría el INE en no sancionarlo por las palabrotas que utilizó en esa entrevista radiofónica.
Así como lo hizo con los “Spots” que utilizó en PAN y los candidatos de otros partidos.
Porque como dice mi compadre, quien también prestó atención a esa entrevista.
“Hartos estamos sí, pero de escuchar tantas pende….”.
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