México (Notimex).- Dos recitales de boleros y cinco más con canciones del mundo ofrecerá el tenor mexicano José Luis Ordóñez, quien recién participó en la versión de concierto de la ópera “Mefistófeles”, de Arrigo Boito, con la Ópera de Bellas Artes.
En uno de los mejores momentos de su carrera, el cantante mexicano, quien lo mismo interpreta repertorio lírico que popular y latinoamericano, arranca estas presentaciones este 6 de mayo, en el Foro Antonieta Rivas Mercado de la Biblioteca de México.
El jueves 21 estará en la Capilla Alfonsina, donde interpretará una serie de boleros de autores como Álvaro Carrillo, Agustín Lara, María Grever y Manuel Esperón. En ambos programas, él mismo ejecutará la guitarra, puntualizó en declaraciones al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Por lo que se refiere a los recitales con repertorio de autores universales, destacó que incluirá temas de Georg Friedrich Händel (Where’er You Walk), Paolo Tosti (‘A vucchella), Henri Duparc (Chanson triste), Franz Schubert (Ständchen), Richard Strauss (Zueignung) y Manuel M. Ponce (Lejos de ti).
También habrá espacio para escuchar temas de Ventura Romero (Un madrigal) y Carlos Guastavino (La rosa y el sauce), entre otros compositores.
En estos conciertos, dijo, estará acompañado por el pianista Santiago Piñeirúa, y serán el domingo 10 de mayo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes; el miércoles 13 en el Foro Revolución del Centro de Estudios para Extranjeros de la Universidad Nacional Autónoma de México, éste en Taxco, Guerrero.
El domingo 17 se presentará en el Museo José Luis Cuevas, el sábado 23 en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología y el miércoles 27 en el Museo Nacional de Arte como parte de la Noche de museos.
Para el artista mexicano, el bolero romántico es un género muy noble, muy de este país, que ha trascendido los tiempos, gracias a que se nutre de “verdaderas joyas líricas de compositores latinoamericanos y es ya un patrimonio artístico del mundo”.
Aunque se originó en Europa, aquí se desarrolló con un estilo propio y llenó toda una época, recordó Ordóñez, para quien lo importante es que puede llevarse a cualquier parte del mundo con un solista, un trío o toda una orquesta sinfónica, como lo ha hecho él.
En cuanto a la canción de concierto de autores universales, comentó que se trata de piezas complejas en cuanto a estructura y tonalidad, a tendencias y técnicas, pero del agrado del público, contrastando con los boleros, a fin de acercarse a todo tipo de público.
