Los 83 candidatos a diputados federales, obligados están a fortalecer su imagen durante las campañas proselitistas; y buscar el voto de todos los ciudadanos empadronados en sus distritos. E implícitamente los de otros militantes partidistas ajenos a las instituciones que éstos representan, sin esperar a que el día de los comicios una fuerza divina induzca sufragios en su favor.
Pero esto nada más se lograría con oficio político, voluntad y trabajo e incluso procurando una comunicación abierta y directa con la sociedad.
No con baños de pueblo.
Ni poses demagógicas, aunque muchos de los abanderados crean y alardeen que su simple presencia basta (y hasta sobra) para alzarse con la victoria en junio próximo.
Oí nomás.
De ahí que los contendientes, todos –independientes y militantes de los diez partidos que participan en este hándicap --, por beneficio propio deban asumir la responsabilidad de hablarle al pueblo con la verdad, sin falsas promesas ni palabras huecas, y en un desplante de ética (¿sabrán qué es?) se den la oportunidad de escuchar las inquietudes de quienes tienen la decisión de que alcancen o no sus objetivos en esta justa.
Y es que sólo un pueblo que es tomado en cuenta, podría darle real sustento a la política y restarle poder a la anarquía, al desorden, al rumor y otros instrumentos de competencia electoral arcaica, que por salud del mismo sistema no debieran reeditarse.
Credibilidad mermada
Hasta hoy, inclusive, en los ocho distritos electorales de Tamaulipas, la gente ya está cansada de que los candidatos quieran confundirla. Que quieran engañarla.
Por eso los ciudadanos empadronados, que de una u otra forma son actores principales en este proceso comicial, quieren enterarse a tiempo, y en forma, de los alcances y objetivos de cada abanderado, para no dar lugar a interpretaciones irresponsables que mermen aún más la dañada credibilidad que existe hacia los políticos.
Es aquí, entonces, cuando cobran mayor importancia los medios de comunicación masiva, que hacen más oportuna y ágil la información generada en el actual proceso, alentando la verdadera construcción de la democracia.
Por tanto, así como avanza la pluralidad partidista, los medios de comunicación y los candidatos deben contribuir a la formación de una conciencia estatal crítica y responsable, sin suspicacias.
La recompensa, claro está, sería muy alta: ver a los tamaulipecos comprometidos y actuantes, libres, en el proceso electoral, donde ya no tienen cabida los demagogos ni oportunistas que buscan publicitar cuanta mentira se les ocurre.
Spots de bajo impacto
Son muchos los spots que se transmiten en televisión --por parte de los diez partidos políticos--, pero ninguno impacta realmente, puesto que se privilegia el ataque en lugar de ofrecer soluciones a las demandas.
Basta situarse frente a la pantalla para recibir casi de inmediato el bombardeo de spots, donde los propios abanderados hablan en primera persona de sus merecimientos y cualidades, así como de su quehacer político.
Los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD y Revolucionario Institucional (PRI), son los más beneficiados con este tipo de promocionales, en tanto la mentada ‘chiquillada’ hace berrinches para ganar espacios en la pantalla chica, pues son los menos beneficiados por el Instituto Nacional Electoral (INE) en este menester.
Pero aún así acaparan micrófonos y cámaras --es decir, aprovechan hasta la mínima oportunidad para hacer todo tipo de declaraciones sobre cualquier tema--, porque ello les garantiza espacios.
Si usted no es muy dado a sintonizar la televisión, pero en su hogar cuenta con Internet o de perdida línea telefónica, seguramente ya habrá recibido alguna invitación para sumarse a tal o cual proyecto; pero si es televidente habitual o sufre el síndrome de la pantalla chica, a estas alturas está consciente de la lucha que libran los candidatos.
Al arrancar las campañas se transmitían dos o tres spots al día, pero se han incrementado sin dejarle reposo al receptor, a menos, claro, que apaguemos los aparatos electrónicos y/o busquemos otras actividades con qué perder el tiempo.
El contenido de los anuncios electorales poco interés despierta en la comunidad, pues hasta el momento son contados los candidatos que han logrado impactar en el presunto votante, aunque sí, reconozco, su cometido primario está más que rebasado, pues si personalmente no se conoce a todos los ‘gallos’ y las ‘gallinas’ cuando menos hoy se sabe de ambos; y a muchos de ellos ya se les ha visto y escuchado, al menos en las cabeceras distritales.
Ahí estriba la fuerza de los medios de comunicación masiva.
Los electrónicos son reflejo del momento –todos lo sabemos--, y se ha exagerado en su utilización; mientras que la prensa escrita --ésta que es testigo de la historia--, ha sido relegada porque simple y llanamente los asesores en difusión que acompañan a los aspirantes todavía no le entienden bien al juego.
De cualquier forma la guerra mediática está desatada. La alentaron los propios aspirantes con posibilidades reales de acceder al poder –los otros evitan mezclarse por saberse derrotados--, y cada día cobra mayor fuerza.
Por tanto, resultaría inútil y estéril quejarse de lo que la prensa opine o deje de publicar.
González Salum
Este domingo, el candidato priista a diputado federal por el V distrito, Miguel Ángel González Salum, inició su actividad en Victoria asistiendo a la inauguración de un torneo de futbol soccer.
Al convivir con los integrantes de los equipos participantes, comentó que su agenda legislativa tendrá como prioridad: la juventud y el impulso al deporte, por lo que uno de los ejes de su acción serán promover leyes que los beneficien en todos los sentidos.
Y especialmente para generar mayores oportunidades de desarrollo en su beneficio.
Posteriormente, acompañado por el delegado del CEN priista, Víctor Emanuel Díaz Palacios, recorrió comunidades rurales de Victoria.
Ahí el delegado tricolor señaló que la Cámara de Diputados requiere de hombres como Miguel: “con experiencia y preparados, con capacidad de servir y gestionar para traer bienestar específicamente al campo”.
González Salum, por su parte, destacó la convicción del PRI como un organismo que trabaja los 365 días del año y no sólo en campañas, haciendo gestiones a favor de la gente que representa y especialmente para los campesinos, sector donde el PRI tiene sus bases.
“Si hay compromiso de un partido con el sector campesino, es el nuestro; y nuestro compromiso y responsabilidad es muy grande para trabajar a favor de los programas que apoyan al campo”, dijo.
Guevara Cobos
En el sexto distrito electoral, Alejandro Guevara Cobos tuvo intensa gira de actividades.
Ante los habitantes de comunidades de Jaumave y Tula, asumió el compromiso de legislar en materia de salud para que cuenten con más y mejores servicios médicos, por ser su principal demanda.
En la víspera visitó el municipio Soto la Marina y en el poblado ‘La Pesca’ realizó un recorrido por sus calles.
Ahí ofreció impulsar con mejores apoyos a la agricultura y la pesca, principales actividades de esta región.
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