México, D.F.- Las puertas del Teatro Blanquita se abrieron para que familias disfrutaran la historia romántica de “Aladdín” y la “Princesa Jasmine”, que atraparon la atención de los espectadores.
El vestuario, el maquillaje y la tecnología en la iluminación, fueron elementos que no pasaron desapercibidos para los asistentes que disfrutaron de la puesta en escena, adaptación del español Tomás Padilla, de la compañía Theatre Properties.
La propuesta musical maravilló a los espectadores cuando “Aladdín” (Edu Engonga) y “Jasmine” (Silvia Villaú), volaron sobre el escenario en la mágica alfombra, en la que huyen para hacer realidad su amor, luego de haberse flechado en una revuelta, cuando atrapan a “Aladdín” robando.
Uno de los elementos que sin duda llamó la atención del público, fue el uso de dos balcones del castillo, situados a ambos lados del escenario del Teatro Blanquita, donde los actores escenificaron los diálogos que llevaron a la aventura por tierras áridas árabes.
“Aladdín, el musical” cumple su cometido de elevar al máximo la imaginación de los niños, que descubren una trama interesante de amor, donde la adversidad es el condimento de aventura en la Cueva de las Maravillas, donde “Aladdín” descubre la lámpara mágica.
El profesionalismo de la compañía teatral quedó de manifiesto al llevar música en vivo en cada uno de los actos, además de las grandes voces del “Genio” (Víctor Manzur), “Jaffar” (Edgar Cañas) y “Jasmine” (Silvia Villaú).