LO CLARO. La tecnología, no riñe ya con ningún ámbito de la vida moderna. La cocina se encuentra inundada de tales enredos. Desde el horno, estufa, refrigerador ‘que habla’, enfriador de agua, triturador de basura; en fin. Es parte de la vida diaria.
Del mismo modo, la instrucción en los educandos no escapa a la aplicación de los instrumentos que almacenan información y facilitan el uso de datos.
La educación ya implementa los dispositivos de manera encausada.
A referencia de datos que obtuvimos del secretario del ramo en el Estado de Tamaulipas, pudimos constatar que el novedoso sistema de interactuación con los padres de familia y alumnos (con la rectoría de los profesores) tendrá un significativo avance en la vigilancia y acompañamiento de las actividades escolares en aula…y fuera de éstas.
Ya los exámenes en línea, son instrumentos usados con cotidianeidad. Sigue ahora la aplicación de instrumentos como el celular, mediante el uso de voz y datos, que a través del WhatsApp mantendrá privilegiadamente en contacto permanente al alumno, con el papá y el ‘profe’.
¡Se acabaron las pintas!
LO OSCURO. Existen en el Congreso de San Lázaro, un número de 500 diputados federales. Ya lo sabemos. 300 elegidos y 200 ‘a chaleco’.
El caso es que 385 de éstos, votaron una nueva Ley de Transparencia, que nos permitirá a los mexicanos de a pie, que tengamos la certidumbre que 50 organismos públicos (antes eran 17) rindan también a chaleco, cuentas claras en el manejo de los recursos públicos que usan en el ejercicio de su encomienda.
Analizamos dos asuntos de la misma nota: se inconformaron contra esta medida, 24 diputados. Estamos ciertos que ya adivinó quienes fueron los inconformes: Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo… y Morena.
Bueno; tampoco es por ahí. Estas gentes se inconforman hasta con ellos mismos.
El asunto a tratar, es que si bien es buena la medida, que obligue a TODA AUTORIDAD PÚBLICA a rendir cuentas claras del manejo de su función; igualmente existirán los que no manipulan recursos. Eso no les impide la coerción a otras instancias, relativo al poder que detentan. Los mismos diputados, han asegurado que ellos no manejan fondos. Y sin embargo…
Vamos al grano.
La ley de transparencia en vigencia, sólo inhabilita al funcionario que hubiere hecho mal uso de recursos del erario. Y el escarnio del público.
No le condena a más.
Y así: Bejarano (el de las ligas); el que “robó pero poquito”; el que usó el helicóptero ‘porque le dolían las rodillas’… y muchos otros tantos, se les conmuta el pecado cometido, por el descrédito social.
¿Y ya?
El uso de recursos del pueblo, que se generan por el sudor de la frente en las contribuciones al gasto público, debiera ser tipificado de otra manera, si se medra con éste.
La restitución del mismo, con las multas y actualizaciones (así le hace el IMSS).
Acompañado de su infaltable orden de aprehensión, debido al total abuso de confianza del encargo que la ciudadanía le encomendó.
Así, simple.
Algún postulante a cargo público, ha hablado del tema, con las reservas del caso. Tampoco pueden escupir para arriba.
Sentar un precedente de un funcionario que pagase el daño al dinero del pueblo, con la afectación de su patrimonio personal y vistiendo tremenda camisa a rayas, sería el mejor escarmiento. ¿La inhabilitación? Esa ya se la tienen ganada desde que imaginaron el delito.
Una iniciativa de este talante, pasa de ser una ley “que castiga” al mal servidor, a una transparente que asegura a la ciudadanía el ejercicio debido del dinero público.
COLOFON. Tres diputados se abstuvieron de votar. Seguro alguno tiene abierta cuenta pública anterior…
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