La imagen, nos dicen, no miente. En un muro del facebook se publica una fotografía donde, aparecen los activistas de un candidato. Diciendo, trabajamos para ganar. Un amigo periodista la comenta diciendo, yo conozco a la del centro… yo también, digo. Y de pronto aparece un post: veo una y otra foto, pero siempre son los mismos: donde están las amas de casa, los trabajadores, los colonos… es decir, los potenciales electores.
La observación es correcta: yo también he visto muchas de esas fotografías en el Facebook. La cuestión es, ¿Dónde están los ciudadanos a los que invitan a votar por su candidato? Y es entonces que nos damos cuenta, por esa repetición de imágenes, que es más el ruido que se hace, que la promoción o activismo político para obtener votos el próximo 7 de julio.
Creo que los candidatos y sus activistas deben recordar las enseñanzas de Jesús. Un día sus seguidores, sus apóstoles, le recriminaron: cada vez que llegamos a un lugar (poblado pues) nos dejas y vas con la gente del lugar. Su respuesta fue: voy a pescarlos, a que escuchen mi palabra. Y es que, esa es la cuestión: ganar, convencer, a los que aún no están dispuestos a votar por el candidato. Esa es la tarea.
El problema en todos los partidos políticos es solo uno: la mediocridad con que hacen su campaña. En principio, todos aseguran que van a ganar; afirman que piensan en la gente, que les van a cambiar la vida con sus leyes y sus gestiones. Sin embargo, para tratar de ganarse el afecto, el apoyo, no se detienen en formas: una candidata, se hace el antidoping como si el no consumir drogas la hiciera mejor candidata; otro más, es aún más folklórico, baila y canta el tribal, obvio, con las botas bien puestas.
Por otra parte, tengo la impresión que al hacer campañas, no parte de una decisión elemental: que el sustento tenga un soporte en una realidad. Me encontré hace días, por la calle Hidalgo, a la esposa de un candidato. Bien la batucada, hacían un tremendo ruido, la señora, a paso rápido saludo, invita a votar y entrega, a hombres y mujeres, un “tortillero” de tela y los emblemas del partido…creo que es más útil, hoy en día, repartir una pluma, un usb, por eso es publicidad utilitaria: porque es útil.
Gustavo Cárdenas del Movimiento Ciudadano recorre las colonias de Victoria y propone medidas para evitar la corrupción. Que prefiere escuchar “juan pueblo”: que su representante se propone ayudar a los medianos y pequeños empresarios; o que, hará, propondrá, leyes y acciones en contra de la corrupción; en contra de esa práctica ya centenaria que vulnera, socaba, el bienestar de los pueblos y de los grupos sociales vulnerables. Yo creo que, en la práctica, siguiendo esa estrategia es más fácil que Gustavo Cárdenas reclute más y más adeptos para su causa.
En tanto que otros partidos, considerados casi invisibles en Tamaulipas, ni se le ve ni proponen. Marisela Patiño hace promesas mínimo en los tianguis; pero otros candidatos, sean del PRD, PT, PANAL o Verde, no se aparecen, ni en las redes sociales, ni en los periódicos y creo que tampoco ante sus potenciales electores. Así, la verdad, como piensan obtener votos y conservar el registro.
Todo esto nos lleva a una conclusión: en una democracia, para que el pueblo vote, tiene que estar suficientemente informado, tanto del partido, como del candidato y de sus propuestas. Para que las valore y tome la decisión. Sin embargo, hay una presunción: la pulverización del voto hace creer a los priistas que para ganar la elección es suficiente el voto duro que aún conservan, que no es un voto consciente y razonado, es un voto por la costumbre.
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