Se fue el Sábado de Gloria

Le conocí cuando llegué a Ciudad Victoria, hace poco más de 30 años y desde entonces tuvimos una relación sadomasoquista ya que el disfrutaba tratando de hacerme enojar y yo gozaba de su humor cáustico, de sus comentarios políticos categóricos (no siempre certeros), además, en diferentes temporadas fuimos vecinos de página y en su columna daba rienda suelta a esa inconformidad que caracteriza a los periodistas insatisfechos, rebeldes con causa que aún creen que el mundo puede cambiar a golpe de palabras sonoras.

El sábado andaba este servidor en Soriana acompañando a una de mis hijas en la compra del mandado cuando recibí un mensaje de un colega donde se me informaba del fallecimiento de Eustolio Hernández Cavazos y, aunque sabíamos que tenía años enfermo de diabetes, esperábamos que se mejorara con ese razonamiento ciego que proporciona el afecto, pero tuve que digerir la noticia y más tarde me apersoné en la funeraria para verlo tendido muy elegante en la capilla tres y acompañado de su viuda, sus numerosos hijos, sobrinos, hermanos, amigos y conocidos que querían despedir al veterano tecleador.

Durante las pocas horas que permanecí cerca de sus restos, repasé algunos recuerdos que comparto como homenaje a Tolo, como le decíamos sus viejos camaradas y comenzaré con las escenas de la campaña del candidato a gobernador Américo Villarreal Guerra (QEPD), de cuyo jefe de Prensa, Manuel Montiel Govea, fue entrañable amigo y confidente pues al referirse a él comentaba juguetón: “yo no veo a Manolo para que me dicte línea, lo busco porque es mi amigo y me orienta para que yo no escriba tantas pendejadas”.

Una vez en Matamoros, disfrutábamos de una velada posterior al trabajo en una cantina del centro de esa ciudad; también estaba el periodista Jesús Martínez (QEPD) y juntos tratábamos de convencer a Eustolio para irnos del lugar pero el hombre pedía otra Corona mediana y seguía apostando pues tenía pasión por el béisbol, había play offs y, sudando exclamaba: “veinte pesos a que se embasa, veinte más a que no pasa de primera, voy veinte a que le hacen out en segunda” y así seguía hasta que Chuy y un servidor le sacamos casi a rastras sólo para que nos reprendiera todo el camino hacia el hotel: “porqué chingados se les ocurre venirnos cuando voy ganando”.

En otra ocasión nos tocó dormir en Linares (gajes del oficio reporteril), andábamos de gira con el gobernador de entonces) y alguien sugirió que fuéramos a conocer un nuevo centro recreativo para varones (una cantinota pues) y allá vamos los informadores, casi siempre sedientos, a disfrutar de las bebidas, las botanas y un extraño espectáculo que consiste en que chicas escasas de ropa se contorsionan alrededor de un tubo mientras el público enloquece y, cuando algún mesero nos preguntó de dónde éramos, Tolo se adelantó a responder: “somos ingenieros y técnicos de Caminos, andamos reparando la carretera, yo soy el jefe de la obra, este gordo es el capataz” y así siguió repartiendo responsabilidades hasta dejar satisfecho al empleado; cuando le reclamamos porqué había ocultado nuestra identidad como Prensa, respondió muy serio: “no sean pendejos, tenemos que pensar en la imagen del señor gobernador”.

Podría describir otras imágenes vividas con el compañero fallecido, sin embargo, la vida debe continuar; sólo diré que Tolo fue afortunado en el juego (muchas veces le vi ganar pequeñas apuestas); tuvo suerte con las mujeres (se casó más de una vez); contribuyó al desarrollo demográfico de Tamaulipas (tuvo numerosos hijos); fue querido por sus amigos pues fuimos a decirle hasta siempre muchos de los destinatarios de sus ácidos comentarios y fue bendecido porque se fue un sábado de Gloria y, si hubiera visto las caras largas de René, Paco, Turri, Omar, El Rodi, Lourdes, Rosi y otros compañeros, tal vez hubiera dicho: “no tengan miedo cabrones, esto es como el béisbol, no se acaba hasta que se acaba”.

En otro escenario, al sostener que en México las estadísticas indican que la mayoría de los jóvenes se inclina por concluir licenciaturas e ingenierías, la Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET), informó que en algunos países sudamericanos hay preferencia por estudiar carreras técnicas con el propósito de incorporarse al sector productivo y apoyar en el gasto familiar; al asistir con la representación del doctor Diódoro Guerra Rodríguez a la clausura del Diplomado en Orientación Educativa y Salud Integral, organizado por la Secretaría Académica de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), el maestro Gustavo Adolfo García Paz, felicitó al Rector Enrique Etienne Pérez del Río porque la institución a su cargo supera todos los indicadores en distintas evaluaciones lo cual es un orgullo para el sector educativo de la entidad.

Más adelante, el representante de la SET aseveró que lo ideal sería que los jóvenes que deseen incorporarse pronto a laborar se inscriban en sistemas de formación técnica pero sin descuidar la continuidad de sus estudios para que puedan acceder a ingenierías y licenciaturas, pero para lograrlo se hace necesario fomentar la orientación educativa como se hace en la UAT; por su parte, con la representación de EEPR, el Secretario Académico, Marco Aurelio Navarro Leal, felicitó a los organizadores del diplomado que concluyó diciendo que los orientadores educativos son aliados naturales de la máxima casa de estudios de la entidad porque se ocupan del pasado, el presente y el futuro de los estudiantes.

Explicó que los orientadores exploran los antecedentes familiares de cada educando, analizan la situación académica de cada quien y se preocupan por brindar el apoyo y la asesoría que es indispensable para que los jóvenes accedan a un mejor futuro como técnicos y/o profesionistas; el doctor MANL dijo que en la Universidad es importante ver cómo llegan los alumnos a su respectiva facultad para conocer mejor sus necesidades de conocimientos ya que una de las tareas estratégicas de la educación superior consiste en acrecentar notablemente el capital cultural de las nuevas generaciones de profesionistas tamaulipecos.

En su oportunidad, la titular de Apoyo y Servicios Estudiantiles de la UAT, Mónica Lorena Sánchez Limón, dijo que en el diplomado que concluyó participaron docentes de educación básica, media superior y superior de los municipios de Tampico, Valle Hermoso, El Mante, Reynosa, Nuevo Laredo y Victoria; que se inscribieron 200 orientadores educativos y se mantuvieron 183 en el curso; a nombre de los organizadores agradeció a los facilitadores y extendió su reconocimiento a los docentes de los diversos niveles educativos por confiar en los servicios que ofrece la UAT en forma permanente; la entrega de constancias contó con decenas de asistentes en el auditorio del Centro de Excelencia Victoria desde donde se generó también a las distintas sedes universitarias.

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