Mérida, (Notimex).- Científicos de diversos países, encabezados por los del Instituto de Geofísica de la UNAM, realizarán una nueva perforación en el cráter de Chicxulub que se formó con el impacto de un meteoro hace unos 65 millones de años.
En conferencia para dar a conocer “Expedición 364 Cráter de Chicxulub K-Pg”, el especialista de ese Instituto, Jaime Urrutia Fucugauchi, indicó que esta vez la perforación de unos mil 500 metros cuadrados se realizará en un anillo montañoso que está cerca de la zona centro del cráter.
“Serán cerca de 100 especialistas de diversos países que participarán en la perforación submarina en el área central del Cráter de Chicxulub, a efectuarse entre marzo y abril de 2016, proyecto en el cual se destinará un monto superior a 10 millones de dólares”, reveló.
Esta, dijo el especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), será la segunda perforación en lo que es la “cicatriz terrestre” mejor conservada del mundo, cuyo meteoro causante se presume provocó la extinción del 75 por ciento de las especies que habitaban la tierra, entre éstas los dinosaurios.
Sin embargo, esa catástrofe natural permitió al mismo tiempo la aparición de nuevas especies de flora y fauna, como mamíferos, lo que lo convierte en un evento que ha llamado mucho la atención de la comunidad científica internacional.
“Con la realización de este importante estudio de exploración se derivarán otros de diversas ramas científicas, en el que están implicados más de 100 investigadores de institutos y centros de investigación del mundo”, reiteró.
Durante el acto que se realizó en una de las salas del Gran Museo del Mundo Maya, Urrutia Fucugauchi aclaró que para la perforación se colocará una plataforma que iniciará su perforación a partir de la laja marina, hasta llegar a mil 500 metros, lo que permitirá obtener una columna lítica cuyos sedimentos serán analizados en su totalidad.
La plataforma de perforación “es amigable con el medio ambiente”, tal como ya se demostró en trabajos de investigación efectuados en el Ártico, así como en la Gran Barrera de Coral de Australia, aclaró.
Precisó que la base estará al noroeste de Progreso, a unos 40 kilómetros de la costa, cuyas tres “patas” o soportes se asentarán en la laja del suelo marino.
Explicó que la columna de agua es de 20 metros, aproximadamente, y a partir del lecho marino se efectuará la respectiva perforación, obteniendo un núcleo de roca.
La labor tendrá una duración de 50 días, sin contar las variaciones e imprevistos que pudieran surgir, y se tiene un año para la exposición de los resultados obtenidos con los estudios de laboratorio a efectuar con el material lítico obtenido.
En este proyecto se considera que el pozo perforado será sellado con un lodo específico para lubricar, el cual tampoco es dañino al entorno natural.
De igual manera, mediante una fuente sónica se hará una inspección para la obtención de una imagen del subsuelo, “es como si fuera una tomografía”, expresó el especialista del Instituto de Geofísica, quien también garantizó que la fauna marina no será afectada.
En el acto estuvieron presentes Joanna Morgan, del Imperial College, Reino Unido; Sean Gulick, de la Universidad de Texas at Austin, Estados Unidos; David McInroy, ECORD Science Operator, de la Unión Europea, y Mario Rebolledo Vieyra, del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán.
