Cuando las autoridades procuran que haya una cobertura total en materia de salud, existen siempre aspectos que alejan las buenas intenciones, y como suele suceder en este caso, los usuarios, los pacientes somos los paganos.
En ese sentido, hay que aplaudir los esfuerzos de la Secretaría de Salud en Tamaulipas porque haya una cobertura total, entre el Seguro Popular y otras instancias, sin olvidar la que calladamente existe… y nadie parece notar, pero a miles –o millones- nos propicia bienestar.
Vemos por ejemplo el que en la entidad se haya instrumentado hace años un programa muy ambicioso, cuyo objetivo final era el que nos diéramos cuenta de la magnitud del problema que tenemos en la diabetes mellitus: sus alcances y significado para la población, y este programa denominado “Chécate, toma el control” fue una de esas ideas cristalizadas por la Secretaría de Salud, cuando su titular era el inolvidable doctor y amigo Rodolfo Torre Cantú.
El programa trascendió y hasta en Europa se conocieron sus alcances. debemos recordar que la diabetes es una de las principales causas de muerte en el país y prácticamente en el mundo entero. Su avance devastador no tiene límites y se hacen grandes esfuerzos por detener ese grave problema.
La cuestión es que al iniciar la administración de Egidio Torre Cantú, la secretaría fue encomendada al doctor Norberto Treviño García-Manzo y ha seguido una política que a muchos incomoda, pero que a ciencia cierta tiene un alcance inimaginable: el objetivo es que todos los tamaulipecos tengamos cobertura de salud, y para orgullo de cada uno de los trabajadores de la SST, se ha alcanzado la cobertura total de salud y se han entregado diversos reconocimientos sobre el particular a nivel nacional e internacional.
La parte del gobierno está cumplida: ahora faltan las dos vitales: los usuarios o ciudadanos y la industria farmacéutica.
Los usuarios somos muy difíciles para entender que si no hacemos algo firme los primeros afectados somos nosotros, pero la industria farmacéutica se ha erigido como el gran gigante del negocio de la salud, provocando la pobreza en millones de hogares mexicanos y la muerte de muchos tantos igual.
Es increíble que cuando uno se enferma deja ya no las decenas, sino los cientos o miles de pesos que en forma por demás voraz nos quitan los farmacéuticos, amparados en sus patentes y más.
Cheque usted el coste de un antibiótico o unas inyecciones para combatir la anemia: los primeros no bajan de 400 o 500 pesos, y los segundos oscilan en unos 7 mil pesos la caja de medicina. O pregunte a quien sufre de hemofilia el coste de sus fármacos.
Nadie ha puesto un alto a estos bribones que se enriquecen a costa de detener el progreso en la salud de millones de seres humanos cada segundo que pasa.
Hay medicinas baratas que no tienen el mismo resultado, lo que habla de una complicidad entre quienes autorizan y quienes fabrican, y es cuando lamentamos tener representantes populares con tan baja estatura que no pueden meter en cintura, a través de las leyes competentes, a quienes lucran con la salud de los demás.
Los programas están, se llevan a cabo, el recurso humano existe, pero el grave problema sigue siendo, sin lugar a dudas, el hecho de que mucha gente no cuenta con liquidez para pagar su medicamento.
Decíamos al inicio de esa colaboración que hay una gran respuesta en ese sentido por parte de la Secretaría de Salud, y en ese sentido, el doctor Treviño García Manzo debe sentirse realmente orgulloso, porque miles de tamaulipecos a diario agradecemos que exista el apoyo de nuestras autoridades con una intervención altruista y humana. Solo queda agradecer ese tipo de detalles, donde gente de ese gran equipo de trabajo hace hasta lo imposible por ayudar a quien no puede procurar su salud con sus recursos propios.
Treviño García Manzo tiene grandes aliados en el equipo de don Fernando y sus colaboradores, en sus subsecretarios… en todo el sector salud.
Comentarios: entrenos@prodigy.net.mx