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Sección: Editoriales / Entre Nos

Delitos electorales

Por: Carlos Santamaría 30/03/2015 | Actualizada a las 14:42h
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Son tan tramposos que de todo sacan ventaja, no cabe duda.

Hay de especímenes a especímenes: en el campo de la política se hacen una y mil estrategias y se llevan a cabo para tratar de sacar ventaja de cualquier situación, y lo vivimos a diario, cuando encontramos estrategias de partidos políticos o pretendientes al cargo de diputado federal que hacen de las suyas, amparados en esos vacíos que tiene toda ley en el mundo, más en la ley electoral de nuestro país.

Y en ese sentido se ha lanzado una advertencia para esos funcionarios de la fronteriza Matamoros, donde hay personas que tienen experiencia –y fama- de saber violar la ley electoral y luego transitar como mártires por el único motivo de ser de oposición.

El delirio de persecución lo tienen a tope en todo momento, pero en ese sentido, es necesario entender que la ley debe aplicar a todo nivel, con todo personaje y hacia todo rumbo, no únicamente en la frontera donde se han especializado en violar la ley, siendo un claro ejemplo lo que se vive en los que fueron alcaldes y hoy tienen fuero, que tienen toda la ventaja que proporciona el tener suficiente dinero mal habido para utilizarlo en sus fines ambiciosos y personales.

La ley electoral tiene muchos candados; desde nuestro punto de vista, demasiados y algunos aplicados en forma que no vemos muy justa, ya que entendemos que algunas de nuestras garantías constitucionales están siendo violadas por esos candados que pretenden acallar la boca de quienes tenemos derecho a la libre expresión de nuestras ideas, y no hablamos de periodistas, sino de mexicanos comunes y corrientes, con todas las prerrogativas que otorga la ciudadanía.

Qué bueno que se aprieten los métodos de supervisión y se haga cumplir la ley. No estamos de acuerdo, por ejemplo, en que se obligue a los medios de comunicación al manejo equitativo de información de todos los institutos políticos que se juegan una posición –y el consecuente presupuesto- en la elección.

Hay quienes no son capaces de estructurar siquiera un mensaje, un discurso o algo por el estilo y quieren tener los mismos privilegios de quien hace las cosas de una manera más profesional.

Hasta en eso hay que ser justos, y estos vividores de la política, sobre todo de partiditos nuevos no debieran existir, menos pretender el mismo trato que los partidos que hacen una verdadera campaña y lucha, una acción de proselitismo cotidiano.

Es el tiempo de hacer valer los recursos y la historia de cada instituto político, de exigir honestidad, valor dificilísimo de encontrar en los que llegan a San lázaro cada ocasión, pero que es necesario para “gobernar” adecuadamente.

Somos de la idea de que hay que cambiar radicalmente nuestras estrategias, y combatir la ilegalidad, de ahí que suponemos que será importantísimo el que se observe la ley y se castigue severamente a los infractores, como ha sucedido con los miembros del partido que ha dado una doble cara a través de la historia, y con una absurda etiqueta de ecologistas hacen ver que la política y la verdad son ellos.

Nada más alejado de la realidad. Debieran existir castigos para quien abusa en proselitismo con mentiras y afecta a los demás. Eso daría mucha mayor certidumbre a los institutos políticos, sin lugar a dudas.

Debemos insistir en que se hagan las cosas dentro del marco de la ley y los miembros de estos partidos no se quieran pasar de vivos. Si lo hacen, que reciban los dos castigos justos: el de las multas que, insistimos en que deben ser altas y ejemplares, y el más importante, la sinrazón de los electores, el vacío y la falta de apoyos, porque, finalmente, viven gracias a una serie de votos que damos los mexicanos que a diario leemos sus mentiras y las hacemos parte de nosotros.

Es tiempo, sinceramente, de cambiar y de hacer valer esa ley electoral que tanta falta hace al país, pero más importante aún, que sea capaz de ordenar el proceso.

Comentarios: entrenos@prodigy.net.mx

Carlos David Santamaría Ochoa,

(México, D.F., 1957) Licenciado en Relaciones Públicas, Maestro en Trabajo Social y maestro en Comunicación; Doctor en Comunicación y Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela (Galicia, España). Diplomado en periodismo y en locución ( U.A.T.) Periodista desde el año de 1979.

Jefe de fotografía del periódico El Heraldo de México (1979).

Ha colaborado en los diarios locales El Mercurio de Tamaulipas, El Diario de Ciudad Victoria, La Verdad de Tamaulipas y en revistas como Poste Restante, A quien Corresponda, entre otras. Fue corresponsal del diario El Nacional, de la revista Época de México y de radio grupo ACIR. Fotógrafo profesional desde el año de 1978.

Fue jefe de prensa del Instituto Estatal Electoral en Tamaulipas y del Hospital General de Ciudad Victoria. Actualmente se desempeña como profesor de periodismo y fotografía en la licenciatura en Ciencias de la comunicación, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde también colabora como investigador.

Es presidente de Vive con Diabetes, A.C., dirige y conduce el programa de radio Al Día en Radio UAT.

Recientemente publicó su primer libro: Diario del Camino, Unidos por la Diabetes.
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