Estamos viviendo, como en cada proceso electoral, una guerra en el mercado; todos quieren vender su producto, a nadie se le entiende y por ende, ninguno es confiable. Si, preguntémonos, ¿Quién está haciendo política?
La respuesta usted la tiene.
En México no hay política con causa social, pero si existe la grilla de causas personales, esa que busca alimentar los intereses de unos cuantos para mantenerse vigentes en la vida nacional y por ende vivir eternamente del erario público y sus bondades. ¿Apoco no? como dicen los azules.
Hoy atravesamos por una crisis severa de identidad. Nadie se identifica con el partido político al que pertenece o se dice simpatizante, esto, generalmente se debe a que se han acabado los liderazgos e ideologías; en la actualidad se puede migrar de un partido a otro con facilidad, así como crear un partido político propio para emprender nuevas fórmulas de generación de votos y claro, de dividendos.
Es por ello que seguimos viendo a dinosaurios como Andrés Manuel López Obrador quien recientemente llamó a los padres de los 43 normalistas a apoyar al candidato de MORENA a la gubernatura de Guerrero, con tal acción ellos podrían elegir al nuevo Fiscal General y al Secretario de Seguridad Publica en aquel Estado, si Regeneración Nacional ganaba la contienda. La respuesta fue un no, claro está.
Como también observamos a Enrique Peña Nieto buscando persuadir a la sociedad civil con el nuevo PRI, si ese que está lejos de aquellos caudillos que ataron de pies y manos al crecimiento nacional por años; pero, como el mismo lo advirtió en la Convención Nacional de Industriales 2015, las inercias y rezagos de décadas no se corrigen en meses, por lo que los grandes cambios requieren de visión, decisión y perseverancia. Solo falta que el dicho se vuelva hecho.
Sin olvidar a los liderazgos divididos del PAN, que sin hacer campaña terminan ganando gracias al voto de castigo, ese voto que los llevó a sentarse por doce años en la silla que todos anhelan, pero que ni ellos supieron aprovechar. Hoy su capacidad de respuesta es poca y el descontento es mucho.
¿Quién está haciendo política? los spots televisivos, la guerra sucia, las encuestas que nombran ganador al partido que las paga, las tarjetas de fidelidad, la cercanía con el poder, la foto con la gente… eso no es política.
La política es buscar soluciones a los problemas que lastiman a la convivencia social; es tener como fin el bien común ateniendo a la justicia y la moral. ¿Cuántos políticos con esta causa hay en México?
Como lo dijimos al principio, usted tiene la respuesta.
¡Excelente inicio de semana!
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