En Tampico, que gobierna Gustavo Torres Salinas, uno de los proyectos vertebrales de la administración municipal es la construcción de los nuevos mercados municipales. Y vaya que le hacen falta a Tampico centros de abasto dignos, seguros y funcionales. Y las condiciones actuales de los mercados del puerto dan pena. Pero, independientemente de la vergüenza que dan los actuales centros de abasto en Tampico, el mayor problema es la inseguridad, el riesgo que padecen día a día tanto oferentes como consumidores que asisten a los mercados. Afortunadamente no ha pasado nada, pero el riesgo de ello es latente. En una tragedia las afectaciones humanas podrían ser incuantificables sin hacer mención del golpe económico para los locatarios y sus familias. Además, si se quiere hacer de Tampico un polo de atracción turística de clase mundial, esos mercados son una vergüenza.
Por ello la iniciativa de Gustavo Torres Salinas, primero como compromiso de campaña, y hoy como proyecto de gobierno de hacer nuevos los mercados me pareció excelente. Este proyecto, como dicen en mi pueblo, mata a varios pájaros de un solo tiro. Y desde el principio de la administración, Gustavo empezó a cabildear el proyecto con autoridades federales y estatales, lo ha venido cuidando y seguro estoy que antes de irse habrá de entregarlo a los tampiqueños. Por lo pronto, el alcalde de Tampico ya estuvo en los mercados municipales en busca del consenso para aceptar la reubicación temporal, primero, y la construcción del proyecto, después, que dará a la ciudad nuevas y seguras instalaciones de los centros de abasto. A esta búsqueda de consensos con los propios oferentes, Gustavo le ha dedicado mucho tiempo, buscando que el proyecto esté fuerte, respaldado y legitimado para evitar grillas que, como siempre ocurre, en los proyectos importantes se dan.
No podemos dejar de lado que, históricamente, Tampico ha sido el centro de abastos de la región, lo cual persiste hasta nuestros días. Pobladores del norte de Veracruz, del sur de Tamaulipas y a veces de las huastecas de Hidalgo y de San Luis Potosí vienen a nuestra zona a adquirir productos de consumo, para negocios, para sus ranchos. En Tampico hay un movimiento económico, el cual no sólo hay que defenderlo sino también impulsarlo mayormente para que en épocas difíciles como esta que estamos viviendo en el país, se puedan mantener los empleos que existen y si estos se amplían más pues que mejor.
El problema reside en que un grupo muy pequeño de oferentes movidos por el Diputado Germán Pacheco se oponen a las importantes obras de los nuevos mercados. Y los argumentos para esta oposición a las obras son tan endebles que ni para que se los menciono. El tema es que Germán debe andar moviendo a este grupo de locatarios buscando que la obra no se haga en esta administración.
¿Y por qué habría de tomar esa actitud Germán? Claro, adivinó querido lector: el tema huele a grilla. El diputado Federal por el Octavo Distrito de Tampico, Germán Pacheco Díaz, anda en campaña permanente. Hoy, para fortalecer a la candidata panista, María Elena Figueroa, y hacer sudar la gota gorda a Paloma Guillén Vicente, candidata del PRI a la diputación Federal por el Octavo Distrito Electoral. Pero mañana, Germán quiere ser alcalde y si llega, que es otra historia, Germán quiere hacer la importante obra. Así o más claro. Germán es vivillo desde chiquillo y entonces anda moviendo a los locatarios para armar oposición al proyecto. Sin embargo lo que parece anecdótico es que los regidores panistas, quienes son del mismo partido de Germán, ya aprobaron el proyecto y dada la trascendencia del proyecto autorizaron al Ayuntamiento de Tampico a solicitar el crédito necesario para completar el monto de lo que costará la obra para dar inicio con este ambicioso proyecto. El dinero ya está, pues. Lo único que hace falta es desnudarse de egos e ismos y ponerse en sintonía con lo que le conviene a la ciudad.
Lo que no se vale y enoja a quienes viven en el puerto es que un pequeño grupo de locatarios azuzados, por ya sabe quién, hagan desmanes viales para pedir tres cosas. Así lo dijo Alberto Chi Méndez en representación de los bloqueadores de calles: dice que los concesionarios de los mercados municipales de Tampico - Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Francisco I. Madero, así como los del centro gastronómico, artesanal, plaza Hijas de Tampico, centro comercial Las Tablitas, puestos semifijos de la calle Colón, Juárez y Pedro J. Méndez -, o sea todos, están a favor del progreso, el desarrollo económico y turístico de la ciudad y quieren unos mercados dignos para la sociedad y para los comerciantes que han trabajado en ellos por generaciones.
Pero en contra, argumentan su temor de que la obra no sea concluida por avecinarse la temporada electoral. Además, este grupito de inconformes no está de acuerdo en ser reubicados en las bodegas del ferrocarril por ser chicas. Y finalmente piden la destitución de Fermín Barreto, Luciano Pérez Sustaita y Margarita Guerrero Ventura del patronato.
Así o más claro. Señores, para construir los tienen que reubicar. No paren el tráfico. Gustavo ha dado muestras palpables de su voluntad por el diálogo. Ya fue hasta los mercados a buscarlos para dialogar con Ustedes. Creo que un grupúsculo no puede frenar las obras necesarias para una comunidad. Así es la democracia. Los nuevos centros de abasto urgen y no pueden esperar más. Posponer la obra incrementa el riesgo de una tragedia, la que seguramente nadie quiere.
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