Este viernes tuvo lugar en la capital del estado el acto oficial en el que el rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Enrique Etienne Pérez Del Río rindió ante la H. Asamblea Universitaria su primer informe de labores, en ceremonia que tuvo lugar en el Teatro Juárez.
Hay que destacar varias cosas: el rector universitario llegó antes de tiempo y esperó pacientemente en el vestíbulo del legendario teatro, saludando a miembros de la comunidad universitaria. Tuvo un gesto apreciado por mucha gente: salió del teatro para recibir al gobernador de Tamaulipas Egidio Torre Cantú y su distinguida esposa, y se acercó a saludar a los miembros de la prensa congregados para la cobertura del evento.
Bien dice el colega Galindo cuando hace memoria no asegura que ningún rector había tenido un detalle de esta naturaleza con los periodistas o con la gente; hemos visto a un rector parte de la comunidad donde se desenvuelve social y laboralmente. Atrás quedó el tiempo en que el rector era algo así como un ser intocable, y que podría “conceder” audiencias o algo por el estilo. Etienne, dentro de sus posibilidades humanas atiende los asuntos referentes al cargo y lo hace con la sencillez que le conocimos desde el año de 1980.
Hemos visto a un rector humano y sensible, y eso es un plus en nuestros días, cuando padecemos la “figuritis” de muchos que sienten que son únicos y especiales.
Dentro del informe que presentó Etienne a la comunidad universitaria destacó una palabra clave. “Actitud”, y dijo que hoy la UAT ha crecido en número de profesores con grado de maestro y doctor, pero que no se necesita más que actitud. Explica: refiere que pese a los recortes presupuestales que hay y habrá por los acontecimientos que todos conocemos, seguramente habrá menos plata y habrá la Universidad Tamaulipeca que vivir en base a lo que se tiene, no más.
Pero reiteró que uno de los objetivos principales es el de privilegiar la investigación, siendo este uno de los más importantes temas de la agenda universitaria, y poner ésta –la investigación- en manos de la sociedad para su consumo, porque de nada sirve si se investiga y se guarda, por eso, la importancia de vincularse con los sectores productivos de la entidad y saber qué necesidades tienen y cuál es la forma en que se aprovecharán los recursos humanos que emanan de nuestra alma Mater, pero que tengan un beneficio social, por sobre todas las cosas.
Y habló de muchos temas, pero nos ha llamado la atención el que mencionamos líneas arriba, porque hemos visto crecer este renglón tan importante, y lo más deseable es que cada día participan más profesores universitarios, lo que quiere decir que somos muchos los que nos incorporamos a las labores de investigación. Y eso, sinceramente, es mucho muy bueno.
Bien vale la pena otorgar el voto de confianza a la UAT, en base a un trabajo que respalda esta actitud: se ha mejorado en niveles de calidad y se logra estar dentro de las listas de universidades con buena reputación, con mayores alcances en investigación y vinculación social, así como productiva.
Hay mecanismos para que la investigación no cueste tanto dinero al estado o a la propia UAT, pero insiste el rector Enrique Etienne en que lo que debe cambiar es la actitud de cada uno de los interesados, que sigue siendo la base y el dinero si bien es cierto que importa, pasa a segundo término.
En primera instancia, una actitud que permita hacer investigación de calidad, dedicarse en cuerpo y alma a ello y no abandonar la docencia, de la que, aseguró, ya se logró que tenga una asistencia a clases del 95 por ciento en promedio en todo el estado, lo que constituye un enorme avance, porque han echado a volar a aquellos vividores de nominas que nada tenían que hacer en la UAT.
Muchas cosas, muchos rubros, mucha información y mucho mayores las ganas de mejorar y crecer como institución de educación superior, capaz de despertar entre sus egresados el sentimiento del orgullo, y que se pueda decir que los egresados de sus muros nos sentimos orgullosos de nuestra universidad.
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