Aunque es pura ficción, nada más cercano a la realidad, es la nueva serie de House of Cards, donde dos jefes de estado y una poderosísima primera dama Claire Underwood, hace del poder político, una arma perfecta para cumplir sus sueños de grandeza.
La mejor encarnación del poder quedo de manifiesto en la vida real y cruda en la visita que el presidente Enrique Peña Nieto hizo a Reino Unido, en la cámara de los lores, en la de los comunes, donde se dio cuenta que la cámara de los Lores, es una institución designada por el Soberano y el primer ministro, que cuenta con miembros vitalicios y hereditarios, pero también con representatividad de todas las clases, incluyendo a la iglesia, donde una vez dentro del recinto, son iguales, sus opiniones son igual a la de la Reina, o la del primer ministro, es decir poder está totalmente equilibrado.
Y la cámara de los comunes, es decir el congreso Británico, esta también un asiento para el Primer Ministro que forma parte de la cámara como igual entre pares. Algo tan complejo pero evidentemente funcional y con alto sentido de responsabilidad por su país.
El Glamour, acompañado de Pompa y Circunstancia, es solo para la revistas del corazón, para la foto, porque una vez que la Reina, el Primer Ministro, pisan dentro de las cámaras, ahí son igual, y sus intereses son el bienestar de la nación o el reino.
La serie de televisión House of Cards, muestra el uso del poder en todo su esplendor, donde una comunidad prefiere tener un líder autoritario, que un país sumido en la miseria, donde la encarnación de Vladimir Putin, hace referencia a lo que es el poder en una potencia y en cualquier país libre y democrático. Donde se dan casos de popularidad extraordinaria, Putin, tiene el 85% de aprobación de su pueblo, que no le reclama si es honesto o no, pero si avala como en 10 años Rusia salió de la quiebra a ser potencia energética y económica.
Y los numero no mienten, en Ecuador, Rafael Correa, es también ms popular que la presidenta Chilena y Brasileña, y Enrique Peña Nieto, por debajo de la mayoría de los de América Latina; donde los escándalos de casas y su carácter débil, no le permite que los mexicanos lo vean como el líder que se requiere en estos momentos.
La serie donde Frank Underwood y Viktor Petrov, encarnan lo más alto, da una idea clara y concisa de que es la cúspide del poder, donde ni se comparte, ni se divide, solo se ejerce, y de ahí proviene la frase: El poder lo es todo.
Pero bueno, es un serie de televisión, aquí en tierra firme aun seguimos esperando la nueva estrategia de seguridad, el crecimiento económico, y ser una potencia energética, esas que tanto nos dijeron al promocionar las reformas constitucionales.
De aquello y lo demás…
Alguien ha visto algún candidato, en esta llamada intercampaña, donde la ley electoral les prohíbe hacer proselitismo, con base en que, sepa Dios, pero la inmovilidad hace que las ya de por si campañas frías intermedias, se vuelvan un tempano de hielo.
Ni el II distrito, ni el III, y ningún otro distrito electoral, hacen algún apunte o dan a conocer sus actividades, rara democracia tienen ustedes los mexicanos replica Alberto Delvid, amigo español, donde asegura, porque mejor no eligen candaditos unas semanas antes de la contienda y se ahorran 3 o 4 meses de grilla y de gastos inútiles.
Muy perdido no anda el hijo de la madre patria, porque en nada sirve, hacer proselitismo, cuando este es entre los mismos partidarios, esos que se supone comparten ideologías y metas.
Pero bueno, ahora que el árbitro se convirtió en juez, habrá que esperar, el inicios de la contienda constitucional, por el momento muy poco que comentar.
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