No cabe duda que en nuestro país está cada día más cerca la necesidad de urgir a los partidos políticos a renovarse y ser decentes y honestos o desaparecer: la conformación de las listas de candidatos plurinominales es el más claro ejemplo de lo que insulta y daña a la sociedad.
Recordamos al tristemente célebre “Juanito”, que no era más que un pobre pelele que fue utilizado para arrancar votos a una oposición que seguía creciendo y que, bajo el lema de “divide y vencerás” optó por aquel pobre payaso que soñó con ser presidente de la República.
La entonces actriz Carmen Salinas en una entrevista le dijo textualmente: “Juanito, ¿no se te quita lo pen…?
Y es grave que supo lograr miles de votos, inútiles como sabíamos que eran, pero le robó a la oposición la oportunidad de ser una y fuerte: dividieron... vencieron.
Hoy, Carmen Salinas y otros individuos son miembros del selecto grupo de “cobra sin trabajar”, del “Vive como rey sin merecerlo”, y llegará a San Lázaro junto con los compromisos políticos de cada instituto participante.
El PRI tiene además de la cómica (¿) Salinas a un funcionario de TV Azteca y otros mexicanos que nada tienen que ver con la política. Hemos defendido siempre la tesis de que deben desaparecer los candidatos plurinominales, porque no son más que un grupo de beneficiados por el sistema bajo el pretexto de que debe haber todas las voces en el Congreso.
En ese tenor, el columnista solicita ser incluido en el selecto grupo de los que cobran mucho y trabajan poco, como representante de la comunidad que vive con diabetes y que representamos 1 de cada 10 votos en el país.
En forma insultante brincan de un partido a otro, como el caso de Marcelo Ebrard, quien fue desechado como candidato vividor del PRD y se fue a otro partido, donde le dieron cabida y próximo fuero, y será el número uno en la lista de estos vividores de la grilla barata que conformaron una mafia llamada Movimiento Ciudadano.
Otros casos los vemos en la entidad, donde hay uno que no encaja en la lista actual y “chaquetea” yéndose a otro partido donde le abren la puerta no por lo que sea o piense, sino porque representa votos y esos se traducen en dinero para los vividores que dirigen estos partidillos.
De esta forma, hay un candidato que ha transitado por un lardo camino –PRI, PAN, MC- y en el entorno nacional.
Pero la lista del PRI ha obtenido en términos generales la reprobación de la sociedad, ya que incluyeron a gente que no tiene absoluta idea de lo que es la política. No se trata de poner por cuestiones familiares, sentimentales, económicas o de otra índole a sus amigos y demás, sino buscar entre la clase política a quien pueda ejercer de legislador con conocimiento y ganas, vocación y honestidad.
Que eso, sinceramente, es muy difícil.
Otros partidos como PAN, PRD, MC, Nueva Alianza y más, han hecho lo mismo: sus dirigentes están en los números uno de las listas y llegarán a donde se paga muy bien por no trabajar, y serán nuestros representantes populares.
Imagine el lector: si así es difícil verlos viviendo donde nosotros, qué será cuando vivan en el D. F. bajo el pretexto de estar “chambeando”.
Molesta que nos tomen el pelo de esa manera, que nos engañen con que quieren ser muchas cosas por nosotros. No es cierto y lo sabemos: quieren ser diputados porque no se cansan de ganar dinero sin hacer el mínimo esfuerzo, y han empujado a la fila a los que tienen vocación, conocimiento y trabajo político.
Hoy es más importante ser amigo que un buen militante, porque el ser amigo o familiar garantiza vivir entre algodones con cargo al erario.
Decepcionan, la verdad, y no se dan cuenta que nos estamos cansando…
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