Para que las cosas funcionen bien, es necesario tener las piezas adecuadas, en el sitio adecuado, y que funcionen o encajen en el momento adecuado, lo que se reduce a que para que una administración sea eficiente se requiere que cada parte de su “todo” general esté en la misma frecuencia, y las cosas se hagan, como decía aquel viejo programa: “bien, y a la primera”.
Es la idea de la administración estatal en Tamaulipas, y para tal efecto se gestiona la aprobación de una ley que permita ordenar las funciones y todo lo referente a cada una de las áreas de desarrollo de los tamaulipecos. Vemos de repente que tenemos que llevar a cabo un trámite en determinado sitio, pero ahí nos envían a otra oficina, y de esa a otra y así, sucesivamente, hasta que, cansados optamos por dejar los trámites a medias o cualquier otra situación similar.
En ese sentido se ha presentado y aprobado la iniciativa de ley para la mejora regulatoria en Tamaulipas, que tiene como objetivo principal el eficientar los trámites y servicios, así como trámites administrativos que presta el gobierno tamaulipeco a sus ciudadanos, iniciando con un cambio en la Ley Orgánica de la Administración Pública, para sectorizar el Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo, que pasará a formar parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente –SEDUMA- con la idea de que el ciudadano no tenga que llevar a cabo tanto trámite que en ocasiones resulta inútil por su naturaleza, y representa también un gasto extraordinario que bien puede evitarse.
Siempre que se ordenan las cosas sale a relucir una serie de situaciones que se tienen que adecuar, en el entendido que las mejoras tecnológicas y de infraestructura deben repercutir en lo que sería el “producto final”, o sea, el servicio de calidad que todo ciudadano merece por parte de su gobierno.
El gobernador Egidio Torre Cantú en algún tiempo tuvo que ser sujeto de muchos trámites y sabe que la forma mejor en que se puede lograr una importante mejora es contando con una buena administración, que surge a partir de lo que represente para sus gobernados el saber que se tiene la capacidad de obtener la respuesta adecuada.
Se gasta menos recurso de toda índole, incluyendo el humano y material, tecnológico y más, y eso permite en definitiva una mejor imagen, que mucho se aprecia entre los que acudimos a llevar a cabo gestiones varias.
Y bajo ese principio de orden gira la actividad que tiene proyectada la administración para este que prácticamente es el último año de labores sin la presión electoral que viviremos en 2016. La administración estatal tiene todavía algunas acciones que desarrollar en aras de dar cumplimiento al Plan de Desarrollo que se propuso en base a las necesidades de una población que propuso actividades y líneas a seguir que respondieran a sus demandas.
Falta aún mucho y en ciertos rubros la respuesta no ha sido la esperada, y se sabe lo anterior, ya que es difícil tener una eficiencia del 100 por ciento en una sola acción, y hay que trabajar una a una las cosas que permitan llevar a quien debe hacerlo al éxito de sus acciones.
Así como surge este cambio para reubicar al instituto de la vivienda, se están estudiando algunos otros que pueden surgir de la necesidad de que todos tengamos una administración cuya eficiencia sea manifiesta.
También es importante escuchar a los que tienen necesidades, pero más aún lo es el tener en cuenta las ideas y sugerencias de los demás, porque a veces, desconocedores de alguno de los muchos caminos de la vida, tomamos decisiones no necesariamente positivas, y si alguien, desde fuera, con otra óptica y criterio nos hace ver lo que se tiene que replantear, ayudará mucho a cristalizar los objetivos, pero más aún, a satisfacer las necesidades de esta población que a diario trabajar por salir avante en el reto que implica trabajar para el futuro de todos.
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