México, (Notimex).- La presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de la Cámara de Diputados, Amalia García Medina, demandó que se proteja y garantice el respeto a los derechos humanos de los migrantes, pero también de quienes los defienden desde la sociedad civil.
Asimismo, la legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD) llamó a los gobiernos federales y estatales a cumplir los instrumentos internacionales firmados por México.
Al participar en la presentación del libro Mujeres que transitan en los márgenes de un mundo global, de Marcela Laguna Morales, consideró que el reto es hacer respetar en el territorio nacional los derechos humanos de los migrantes, de la misma forma en como lo exigimos en Estados Unidos para con los connacionales.
Denunció que no sólo los migrantes son víctimas, sino también quienes como Nancy Pérez, de la organización “Sin Fronteras”, que en días pasados fue amenazada por defender las garantías y proteger los derechos de migrantes, particularmente de salvadoreños en una estación migratoria.
La diputada perredista mencionó que ese tipo de amenazas resultan inaceptables como ha sucedido con Alejandro Solalinde y Flor de María Rigoni, ganador del Premio Nacional de Derechos Humanos 2006, quienes se han preocupado por la integridad de los migrantes, a quienes han hecho visibles para que se tomen medidas para garantizar su bienestar.
Al referirse al libro, García Medina indicó que la palabra globalización remite a modernidad y avance, circunstancias que no aplican para los migrantes, particularmente mujeres y niñas, como tampoco los avances logrados en pleno siglo XXI, y que por el contrario, hay seres transitando en condiciones inaceptables.
Destacó que el libro presenta una radiografía puntual de la condición de las mujeres que atraviesan la frontera sur de México, que además de ser migrantes, se le califica de indocumentada, se le trata a partir de su condición étnica, además de ser mujer y que tiene enfrenta otras condiciones como racismo, acoso sexual, violación, explotación, esclavitud y xenofobia.
Acusó que los derechos de esos grupos, particularmente guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, no están siendo protegidos, porque una cosa es que sean sujetas de derechos y otra que se les garanticen.
En tal sentido, Amalia García consideró que desde el gobierno se deben desplegar políticas públicas y acciones en favor de esos grupos, como también se debe hacer desde el ámbito legislativo, impulsando leyes que garanticen el cumplimiento de esos derechos.
“El esfuerzo por hacer visible la migración de mujeres tiene un alto sentido político, pues de ellos depende el que se generen inercias para dar sustento a la lucha por la asignación de presupuestos y la creación de instituciones específicas para atender sus problemáticas”, puntualizó.
