¡Suben!
LUIS CARLOS UGALDE describió a la perfección a esos dueños de empresas que viven a costa del erario y del paternalismo, a cambio de impulsar a políticos tracaleros.
Para quien no lo conozca, le decimos que UGALDE fue presidente del desaparecido IFE; a él le tocó la polémica disputa de la elección presidencial del 2006.
Así que entonces, mucho debe de conocer a esas dos razas de parias.
Las verdades expresadas parecían pedradas para algunos de los asistentes a su ponencia en Matamoros, organizada por empresarios locales el pasado viernes 20 de Febrero.
“¡Zum, zum!”, sería la onomatopeya en una imaginaria dinámica de los presentes para esquivar los tiros que, dicho sea de paso, no llevaban destinatario específico.
Pero vimos que algunos se dieron por aludidos.
A LAS COSAS… POR SU NOMBRE
El caso es que este académico, representante de la firma “INTEGRALIA”, compuesta por consultores que elaboran un proyecto anticorrupción, les llamó de forma nunca antes descrita.
Les catalogó de COYOTES.
Enmarcó la diferencia de lo que significa ser intermediarios mafiosos y ser alguien que invierte, porque “el empresario crea riqueza social, valor social e innovación”.
“En revisas sociales de México como ´Caras´, ¡Quién” u otras aparecen retratados con frecuencia algunos distinguidos miembros que se llaman empresarios y no son sino coyotes de contratos.
“Son coyotes contratos gubernamentales y proyectos especiales a cambio del SOBORNO. Eso no es un empresario, ¿Están de acuerdo? Ese es un traficante de influencias”.
LA GENERACIÓN DEL ENCONO
Además, el tema de la inseguridad no estuvo ausente en este evento.
En seguida les cuento por qué, previa contextualización sobre algunos aspectos que implican causa y efecto de la violencia.
Desde hace tiempo hemos sido de los que creen que la base antisocial del hampa padece de una enfermedad que directa e indirectamente la sociedad misma les ha sembrado.
Le llamo “resentimiento ciudadano”, que en una estructura piramidal parte de la base comunitaria a raíz de muchísimas inequidades, en riqueza educativa, monetaria, etc.
Ante la notoriedad de esos DISTINGOS, ha ido surgiendo una generación de personas que al amparo de la violencia recurren a la impunidad para desquitarse pero con quien nada les hizo.
Jóvenes que pregonan la falta de oportunidades escolares y laborales, o que vieron al rico humillar a su padre pobre, hoy toman el rifle y cobran venganza por lo que sienten que es un agravio.
Aquí es cuando vale rezar la expresión popular de que “no quieren al que se las hizo, sino al que se las pague”.
Lo malo es que muchos que no tienen la forma de huir de la inseguridad yéndose al extrajero, les toca sufrir.
En la ponencia de UGALDE y a su manera, así la detalló:
“Este es un gran lío que tenemos y que está generando que haya más desconfianza. El libro ‘Mirreynato’ de RICARDO RAFAEL, narra el abuso que hacen los segmentos de más altos ingresos en México, de la ostentación de su riqueza y de (cómo desde) su posición hay menosprecio hacia los que están en la base de la pirámide.
“En una sociedad tan desigual en donde los que están en la base no tienen movilidad ni oportunidad, y ven que arriba hay una élite que por los medios que sean se enriquece y se enriquece, lo que se está generando es un resentimiento social, de enorme desconfianza y esto es lo que destruye el capital social para participar en sociedad”.
Por esto último también hablaba de lo inmaduros que otros somos en el manejo de la vida sociopolítica de México, en términos de responsabilidades.
Puso el ejemplo comparativo de los padres que poco se interesan en la vida de sus hijos.
Así – dijo- quienes son poco participativos en la vida familiar, menos intervendrán en asuntos de su entorno.
Comentaba también cómo en este país lo antes expuesto se refleja en los bajos índices de votación, como en las llamadas votaciones “intermedias” para seleccionas diputados federales.
Basándose en el hecho de la poca interacción ciudadana es cómo expresó la frase que hoy sirve de título para la presente colaboración.
Lamentablemente es por esa misma apatía que la política es como un estanque para caimanes del mismo pozo, rebosante de vividores que se nutren del “valemadrismo” popular.
COLOFÓN
La patética adolescencia democrática existe en todas partes. En todas las actitudes de gente inmadura y mediocre. Y prácticamente en todos los políticos.
Por su atención, gracias. Por hoy, ¡Bajan! Confesiones, avisos especiales y hasta aplausos a norberto@libertas.com.mx No tengo intermediarios ni acepto asesores.
