¡Suben!
Los conservadores del periodismo suelen insistir que por ninguna razón el reportero debe ser parte de la noticia y menos ser protagonista de ella.
De ahí que planteen la prohibición de hablar en primera persona al redactar la información.
Por otra parte, hay una corriente de opinión que propone que el periodista puede llegar a hablar con cierto valor de juicio, al experimentar un hecho noticioso.
Eso, a veces, da margen a que el reportero pueda aportar ciertos matices a su material, pero sin colorear, deformar o personalizar los hechos que narre.
Dicho este contexto, destacaré a continuación dos pasajes vividos por un servidor, a los que les detallo a base de datos duros de reportero.
Como pasaron los cuento, así que como leerán en este oficio a veces hay personas que inconsciente o involuntariamente como políticos son unos verdaderos cómicos y viceversa.
EL “EGRESADO”
Hace no mucho un funcionario público me mandó a un joven para invitarme a almorzar.
Desde el principio me rehusé. Había algo en ese servidor que no me terminaba de agradar.
El chavo que me traía el mensaje, por cierto, venía en un plan medio altanero; era de esos fulanos acostumbrados a hacer mandados, pero sin educación ni buenos modos.
Así que al llegar, lo primero que me dijo sin saludar siquiera fue que "le habla el licenciado".
Acostumbrado a tratar con toda clase de personas, entendí que estaba ante un cuate que sólo se dedicaba a llevar y traer recados.
Aun así le pregunté: "Disculpa, ¿Qué licenciado?".
Cuando me dijo de quién se trataba, y sabiendo yo que el susodicho no llegó ni a segundo de secundaria, le dije:
-¿Licenciado? ¿De qué, licenciado de dónde? Pues dile a tu licenciado que venga él. Es la misma distancia.
El muchacho torció la boca y se fue.
Al final el mentado personaje fue a buscarme. Les confieso que tampoco quería tenerlo ahí, pero ya ni modo. Y me encaró.
-¿No crees que soy licenciado?
-No- le dije. ¿Licenciado egresado de dónde?
¡Pues de la UAT, güey! -me contestó el muy fino "profesionista".
Y agregó.
-Soy egresado de la UAT... de Monterrey.
P.D..- Y a él personalmente le dije que no me interesaba almorzar ni comer.
“Quiero ser tu cuate”, decía.
Con la pena, pero yo a mis cuates no los hago en los cafés.
EL “PLANCHAO”
Corría el 2003. Así como ahora, estábamos en un año electoral y realmente los candidatos del PRI y PAN eran los únicos punteros.
Sin embargo, había abanderados que movidos por algún "incentivo" se las creyeron y ahí andaban, haciendo campaña, o haciendo como que hacían proselitismo.
Entonces uno de ellos, de los partidos minoritarios, fue a solicitar una entrevista a un medio radiofónico donde trabajaba.
Antes de la charla “al aire”, mi entonces superior me pidió no ser tan severo.
Sus palabras -que recuerdo tanto como el aprecio y confianza que me dio cuando vivía- fueron:
"No seas cabrón, no lo vayas a madrear... el chavo está re pendejo y siempre anda bien loco, pero por favor, la entrevista y ya.
“No va a aguantar ni una pregunta seria o fuerte. Es más: No va a saber ni qué contestar. Éste no es como los que siempre invitas que al menos traen con qué defenderse".
Total que llegó el día y ahí va el fulano, y hasta llegó con un escudero que hoy dirige el partido de la mentira: El del Trabajo.
Todo iba bien. Debo decir que terminé preguntándole por su formación, por su visión de la ciudad.
En eso, le expresé una interrogante:
-Y en sí, ¿Cuál es tu plataforma política?
Lean, lean por favor. Hay un audio que avala esto y que por ahí debe de andar.
Así me contestó:
"Ah... es una plancha de tráiler que traigo para la campaña".
Cual pistola automática de idioteces, las demás respuestas fueron igual. Y al final le pregunté:
"¿Y a quien vas a traer a tu cierre de campaña?
-A Rosario Robles.
-Oye... pero ella es la dirigente nacional del PRD.
-¡Y a ti que te importa! ¿Que no puedo invitarla o qué?
Bien me lo advirtieron. Ese cabrón siempre andaba "bien loco".
COLOFÓN
Pongámonos serios por un instante.
Esto que leen tal vez nos de risa, pero esos tipejos también son producto de cierto sector de la sociedad periodística que agiganta gnomos y que a periodicazos después pretende derrumbarlos.
Por su atención, gracias. Por hoy, ¡Bajan! Confesiones, avisos especiales y hasta aplausos a norberto@libertas.com.mx No tengo intermediarios ni acepto asesores.
