Reynosa, Tamps.,(Notimex).- Las taparroscas de diversos envases se han convertido en un apoyo clave para la compra de medicamentos y tratamientos para los niños y adolescentes con cáncer, no sólo de esta frontera, sino de otras ciudades del país.
En Reynosa, la recolección se lleva a cabo mediante una campaña permanente denominada “Tapatón”, la cual se inició por iniciativa de una persona que a lo largo del tiempo cuenta ya con el apoyo de muchas más interesadas en apoyar a estos pacientes.
La responsable de dicho programa en esta localidad, Elena Andrade, dijo a Notimex que desde hace dos años que se inició el “Tapatón” han logrado recaudar más de dos toneladas y media de tapas.
Refirió que “el primer envío que hicimos fu hace un año a Monterrey, y fue de una tonelada, y ahorita con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, acabamos de enviar una totalidad 400 kilos”.
Precisó que las tapas que se logran juntar en esta frontera son enviadas a Monterrey, Nuevo León, en beneficio de la Alianza Anti Cáncer Infantil, quien se encarga de proporcionar diversos apoyos a los pacientes que presentan este mal sin importar su lugar de origen.
Resaltó que la finalidad es poder juntar, con el apoyo de diversos organismos e instituciones, la mayor cantidad de taparroscas y enviarlas a la ciudad de Monterrey, en beneficio de los niños que padecen cáncer.
Andrade, quien actualmente se desempeña como maestra del quinto grado de primaria, indicó que la idea de extender el proyecto a esta zona, nació con la intención de sensibilizar.
“Principalmente a los niños así como adultos y miembros de diversos organismos como maquiladoras, empresarios e incluso del orden religioso, a apoyar a este segmento de la población”, expresó.
“Me dirigí directamente con los responsables de la Alianza allá en la ciudad de Monterrey, a quienes les expuse que mi única intención era unirme a su proyecto, que quería ayudar y para eso me comprometí a traerme el proyecto Tapatón”, declaró.
Explicó que desde entonces, el número de personas y agrupaciones involucradas en la colecta de taparroscas ha ido en aumento, pues cada vez se hace más conciencia sobre la cultura de ayudar a quien lo requiere.
“Es muy fácil poder juntar las tapas, pues en nuestra vida diaria tanto en la casa, en oficina, escuelas, empresas en fin en todos los lugares siempre se utilizan botellas que al final terminan en la basura; aquí además de colectar el PET nos interesan esas taparroscas para enviarlas a la ciudad de Monterrey”, mencionó.
Para esta tarea, subrayó, se tienen como “aliados” a un grupo de aproximadamente 50 niños, entre los que se encuentran sus alumnos de quinto grado de primaria, quienes se dedican a juntar taparroscas en sus hogares y con sus vecinos, entre otros sitios.
Afirmó que a más de 24 meses de haber iniciado este proyecto, actualmente se han involucrado líderes religiosos, hospitales, empresas maquiladoras, escuelas y comunidad en general.
Destacó la importancia de poder donar el mayor número de taparroscas a la Alianza Anti cáncer, ya que esa institución apoya a los niños con tratamientos, quimioterapias, ayuda psicológica, transporte, alojamiento y alimentos.
La maestra indicó que luego de explicarles el proyecto, tanto a sus alumnos como a otros niños de la comunidad, éstos se muestran entusiasmados y aportan ideas para poder juntar la mayor cantidad de tapas.
“Tuve una alumna de nombre Vanessa Bernal, que tras conocer el proyecto no se limitó e inventó un robot con botellas reciclables para que ahí se depositaran las tapas y así contagiar a más niños para conseguir más y más tapas”, remarcó.
Explicó que actualmente se cuentan con contenedores en diversos sitios tanto públicos como privados, entre ellos en una cadena de farmacias locales, maquiladoras, escuelas y en las casas de los propios alumnos.
Algunos menores como Sofía Aquino, de 10 años de edad, y voluntaria del programa de ayuda social, se dan a la tarea de ampliar el círculo de personas que contribuyan con las tapas.
“Muchas personas no saben que con las tapas podemos ayudar a los niños enfermos de cáncer y las tiran, por eso es importante que la gente conozca que con juntarlas y donarlas a la ciudad de Monterrey podemos ayudar, por eso entre más tapas juntemos mayor será la cantidad de niños que recibirán tratamiento”, expresó.
Sofía, junto con Alondra, Daniela, Larisa, Adrián, Alan y Derek entre otros niños, dedican parte de su tiempo a informar a otros menores y a la comunidad sobre esta actividad que busca apoyar la salud de los niños que padecen cáncer, principal causa de muerte infantil en Tamaulipas.
