Glendale, (Notimex).- El imponente estadio de la Universidad de Phoenix abrió hoy sus puertas por segunda ocasión a un Súper Tazón y a más de 70 mil espectadores del duelo entre los campeones Halcones Marinos de Seattle y los Patriotas de Nueva Inglaterra.
Los seguidores de los Halcones superaban de manera abrumadora a los fanáticos de los Patriotas pero en ambos lados era evidente el sentido de asombro ante lo que es visto como una maravilla por su combinación de diseño, tecnología, ingeniería y conciencia ecológica.
“Yo estuve en este estadio en el Súper Tazón de 2008 y nunca deja uno de impresionarse. Es muy bonito”, comentó un aficionado mexicano.
Con su caparazón de cactus gigante, su techo retráctil y su césped movible para adecuarse lo mismo al futbol americano, soccer, beisbol, rodeos, exhibiciones de autos o cualquier evento, el estadio es único en Norteamérica y en el mundo.
Construido en 2006 con 455 millones de dólares de fondos públicos por el renombrado arquitecto Peter Eisenman, el estadio fue votado por los jugadores de la Liga Nacional de Futbol americano (NFL) como el número 1 de Estados Unidos desde su primero año en operación.
Su césped natural movible es cultivado con semilla Bermuda híbrida y permanece de hecho fuera del estadio hasta antes de un partido a fin de que reciba sol, nutrientes y evite la humedad. Un sofisticado sistema lo desliza a lo largo de 745 pies (227 metros) en alrededor de 75 minutos.
La gigantesca plancha que sustenta el pasto fue deslizada el interior del estadio para la realización del ProBowl, fue nuevamente puesta al exterior este lunes en preparación del Súper Tazón 49 y regresó a la parte interna el pasado miércoles.
El techo de tecnología “Bird-Air” está compuesto de dos masivos paneles plegables de 550 toneladas cada uno que tienen el efecto de abrirse al cielo, pero mantiene la sombra en las gradas. Requiere de 15 minutos para abrirse o cerrarse de acuerdo con el medio ambiente.
Las secciones del estadio están hechas con piezas de metal que reflejan la textura y el clima subtropical del Valle del Sol y gracias a sus 21 ventanales verticales de cristal, el visitante puede apreciar el vasto horizonte del desierto desde cualquier punto.
Cada uno de sus seis pisos incluye un mural que muestra los principales atractivos del estado de Arizona.
La magna estructura está flanqueada por dos imponentes decibelímetros que miden los gritos, ruidos y aplausos de los 63 mil 400 aficionados que llenan sus graderías, aunque el número de asientos puede ser elevado a 72 mil para eventos especiales, como el Súper Tazón.
En su espacio interior se instalaron 88 palcos de lujo, que cuentan con servicio de banquete, pantallas gigantes y estacionamiento privado. El precio de un boleto para presenciar el Súper Tazón 49 en la zona de clubes asciende a unos 14 mil dólares.
Sus dimensiones masivas de 1.7 millones de pies cuadrados (unos 158 mil metros cuadrados), incluyen ocho mil toneladas de aire para enfriar el estadio, 14 mil lugares de estacionamiento y mil 100 árboles.
Pero además es considerado un modelo en manejo responsable de la energía y los desperdicios. Cada uno de los aficionados recibe una bolsa para depositar la basura reciclable y un 10 por ciento de los asientos está hecho con plástico reciclado.
El año pasado fue el primer estadio de la NFL en jugar un partido con la nueva iluminación Led.
En 2008, el estadio de la Universidad de Phoenix fue anfitrión del Súper Tazón 42, donde se coronaron los Gigantes de San Francisco contra los invictos Patriotas de Nueva Inglaterra. Actualmente es sede de los Cardenales de Arizona.
