En platica de amigos, este fin de semana, disfrutando del café y los huevos rancheros con chicharrón de Doña Lupita, escuche por más de una hora una plática que llama significativamente la atención.
El robo común o domiciliarios, ese que la mayoría nadie denuncia, pero que ha sufrido en los últimos meses un incremento preocupante, en todas parte de la entidad escuchamos historia como esta.
Mire nomas ahí va: resulta que un domingo, un ladrón entra al negocio de esta persona, que omito el nombre por razones conocidas, y se toma tranquilamente 3 horas, carga una camioneta propiedad del mismo negocio, la deja lista y se va, horas más tarde ya por la noche regresa y se va como Pedro por su casa.
Al siguiente día, la camioneta es localizada en plena zona centro de Matamoros, al acudir el propietario, ya no estaba el ladrón andaba manejándola, horas más tarde la vuelven a localizar en punto cercano a la calle diagonal, ahí hablan y se anima a poner la denuncia, acude la policía estatal y ministerial, y recogen la camioneta y le comentan tienes que poner la denuncia para recuperar el vehículo, ¡y el propietario desorientado, dice, pero esperen tiene que llegar por ella el conductor y aquí lo agarran¡ la respuesta fue lapidaria, ¡No podemos tienes que poner la denuncia¡
Días después se encuentran al ladrón caminando muy tranquilo, por la calle sexta, y le hablan a las autoridades la respuesta fue la misma ¿ya pudiste la denuncia? Si no, no podemos hacer nada.
Y la historia sigue, al reclamar el vehículo la asistente del Ministerio Público, le dijo ¿No la reporte como robada, porque luego para recuperarla es una bronca? Allá en Victoria piden muchos documentación, y así fue, el propietario presentó documento de la Oficina Fiscal, donde acreditaba que era de su propiedad, a lo que el Ministerio Público dijo: ¡eso aquí no vale¡.
Y uff uff y recontra ufff, y si no vale un documento del mismo Estado, entonces a que Estado de la república tendrá que ir uno.
Pero el calvario prosigue, ya para finalizar, le dicen mejor repórtela como desaparecida así es más fácil devolvérsela, bueno después de 15 días ya la recupero, pero el ladro aun debe de seguir por ahí comiéndose unos tacos o un nieve de yogurt, tranquilamente.
De aquello y lo demás…
Ahora que hablamos de partidos, nada es casualidad en la política, esta vez el priismo tamaulipeco no quiso arriesgar nada, se fue por las personas que estaban mejor posicionadas al momento de tomar la decisión.
El mejor posicionamiento no necesariamente es sinónimo de triunfo, pero si da una cierta ventaja a la hora de la competición, por eso es entendible, que María Esther Camargo, Edgar Melhem, Daniel Sampayo, Miguel González Salum, Esdras Romero y Paloma Guillen y Alejandro Guevara, estén postulados, de la joven de nuevo Laredo, Yahleel poco podemos opinar, porque su popularidad no es tan alta, y eso le puede traer ventaja competitiva.
De los demás, de ganar indiscutiblemente entraran en la contienda por la gubernatura, aunque para llegar al 2016, primero hay que cruzar la difícil aduana del 2015, ni modo no hay de otra.
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