Burbank, EUA. (Notimex).- Villanos y héroes que viven en un mismo edificio, pequeños parques que se convierten en grandes selvas donde corren dinosaurios, o Nueva York y Chicago a la vuelta de la esquina, son algunos elementos mágicos del cine y la televisión que se hacen posibles en los estudios Warner Bros, ubicados en esta urbe de California.
Desde su fundación en 1923 estos estudios han visto transitar no sólo a las grandes y legendarias estrellas de Hollywood, sino que han recreado los lugares más inesperados del pasado, el futuro, el lejano Oeste e incluso el mar en sus instalaciones, donde cada día el movimiento es constante con sus cerca de cinco mil personas en acción.
En un recorrido hecho por Notimex, los estudios que realmente se dieron a conocer en 1927 con la película “The Jazz Singer”, la primera en contar con audio, en la que los diálogos se escuchaban de forma natural, abren sus puertas para ventilar los secretos que durante años han hecho soñar a las audiencias.
Cuatro hectáreas fueron tan sólo el inicio de lo que se convertiría en todo un imperio del entretenimiento y que ahora, con una superficie de más de 40 hectáreas, alberga a todo una ciudad que se autoabastece a través de su propia energía, además de tener su oficina de correos, bancos y médicos disponibles para atender al personal que cada día se esfuerza para crear la magia.
En el interior del estudio existen los sets que se utilizan para filmar exteriores, incluso hay una parte llamada “La jungla”, en donde destacan árboles de todas las formas y colores y caminos en los que el cine y la televisión han recreado historias como “Robin Hood” e incluso han hecho correr dinosaurios en segmentos de la emblemática “Jurassic Park”.
Además, algunas casas construidas a su alrededor han visto pasar entre sus bosques al elenco de series como “True Blood” o “Los duques de Hazzard”, pero además existe una pequeña laguna, en donde se filmaron escenas de “Free Willy” pero que también puede calentarse para que los actores entren en ellas con confianza.
En estos estudios todo parece real, pero es falso, es parte de la magia pues cada ladrillo o piedra, es en realidad una cobertura de plástico que puede amoldarse para recrear cualquier exterior y lograr así hacer de una hermosa casa, un hogar encantado y macabro para luego volverla una residencia como en la serie “Pretty Little liars”.
Incluso una misma casa recreada puede ser un café, como en la escena final de “One Million Dollar Baby” y luego volver a ser el exterior de una casa embrujada, pues cada centímetro puede reciclarse para contar una historia nueva sin que el espectador lo note siquiera. El reciclaje es la clave en estos estudios.
Aunado a ello, está la optimización de cada espacio, pues cada residencia que se ven en los vecindarios de películas y series, por dentro es un mundo de oficinas donde productores, encargados de elenco y directores, trabajan por horas para tener listo el trabajo para un rodaje sin contratiempos.
Nada es verdad, pero es una gran fantasía hecha realidad, pues la ciudad de Malibú de “Two and a Half Men”, el Nueva York de “Friends” o los caminos de Pasadena en “The big band theory”, en realidad existen sólo aquí, en los estudios de Burbank, California.
Aquí, la casa de los “Geller” de “Friends” está en la misma calle por donde corrieron los “Gremlins” en 1984 y la Academia de Policía de la película ochentera del mismo nombre está sólo a la vuelta del emblemático Café de París de “Casablanca”, donde se dijo la icónica frase “Siempre nos quedará París”.
En estos estudios bañados por la luz dorada del atardecer, un pequeño pedazo de pasto se vuelve Central Park y las calles de Nueva York y la creada “Ciudad Gótica” de películas de “Batman” están a la vuelta de Chicago de la sala de emergencias de “ER”.
Películas como “Spiderman” del 2002, o la franquicia de “Batman” que este año celebra 75 años, han sido filmadas en el mismo lugar que “House of wax”, “Blade Runner” o “El último samurái”, pero las paredes de los estudios también esconden realidad y conexión con el público.
Las risas que escuchamos por años durante “Friends” y ahora también en “The Big Band Theory” son completamente reales, pues los actores graban en vivo cerca de 24 capítulos por temporada ante una audiencia que puede entrar gratis a las grabaciones que se hacen en orden cronológico.
Tras cuatro días de ensayos por parte de los actores, quienes trabajan mientras se montan cada uno de los sets primarios, como puede ser la casa de los protagonistas y algún set secundario, como un restaurante o centro comercial.
O el quinto día en un promedio de cinco horas se graba todo un capítulo, capturando las risas de los 150 asistentes que se dan cita al set en donde incluso conviven con los actores.
La magia es real, la imaginación también, y todos los días miles de personas trabajan para recrear cada espacio y hacer que las historias vivan para la pantalla chica y grande, para dejar un legado en cada uno de los espectadores que pueden ser testigo de esta gran creación en una visita a los estudios Warner Bros.
