No crea que le hablamos de la película del género dramático “Se Presume Inocente” , aquella que se exhibió por el año de 1990 y era protagonizada por HARRISON FORD, y cuya trama consistía en poner en duda la honorabilidad de un fiscal, aunque pareciera esta vez no hablaremos de la ficción sino de un caso de la vida real, y aunque también va implícito mucha drama y la duda de que quienes aplican la justicia actúen correctamente.
Le hablamos de casos de la vida real y no de los actuados por SILVIA PINAL sino de los protagonizados por los vividores del presupuesto, de esos que se ven muy a menudo en nuestro país.
De esos a los que después de que se les comprueban sus malas acciones, del robo a la nación, les encarcelan y les confiscan cuentas y bienes, tal y como se debería castigar siempre a todos aquellos políticos por asuntos de corrupción, pero que en México al final todo termina favorable a los presuntos delincuentes.
Bendita justicia mexicana que se aplica de acuerdo a intereses, ese tipo de delincuentes después de que son procesados, porque sobran pruebas en su contra, resulta que son inocentes, salen de prisión y se les regresan sus bienes, ya nada más falta que obliguen al pueblo a que les pida perdón y se les pague una indemnización por el tiempo que estuvieron “privados de su libertad”… cuanta locura.
Los poderosos delincuentes nomás aquí en México se presumen, y de acuerdo a la Suprema Corte de Justicia son, inocentes, pero eso pasa con los que robaron y dañaron mucho al país, los absuelven gracias a sus abogados mientras que las cárceles están llenas de gente que su único pecado es ser pobres, que aun siendo inocentes tienen que pagar largas condenas por no tener para un abogado, lo peor, muchos ni siquiera se les da el beneficio de presumirse inocentes porque ni a juicio tienen derecho, menos a una defensa, claro, no hay dinero contante y sonante que compre conciencias o intereses políticos y por lo tanto siguen presos porque no tuvieron trabajo y se vieron obligados a robar un kilo de tortillas para darle de comer a sus familias.
¿A qué viene todo esto?, pues a que ahora resulta que RAUL SALINAS DE GORTARI está libre de toda culpa, legalmente es inocente a pesar que sobraban pruebas para que permaneciera en la cárcel por el resto de su vida por lucrar con la necesidad y el hambre de los mexicanos, e incluso proteger a mafiosos.
La historia detalla que hace 19 años, en la administración de ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEON, hubo una serie de desencuentros políticos por tanta corrupción, quien pagó los platos rotos fue RAUL SALINAS quien llegó a ser “encarcelado” por lavado de dinero, peculado, narcotráfico entre muchos otros delitos, incluyendo ser el autor intelectual del asesinato de su cuñando FRANCISCO RUIZ MASIU, al paso de los años, ya en las administraciones panistas, lo liberan, le regresan todos sus bienes y ahora resulta que el Tercer Tribunal Unitario en Materia Penal con residencia en el Distrito Federal resolvió que el hermano incómodo, que resultó bastante cómodo, de CARLOS SALINAS DE GORTARI es inocente de todos los delitos, hasta del de enriquecimiento ilícito, la exoneración de carácter definitiva e inapelable, sostiene que el Ministerio Publico de la Federación no pudo acreditar que el incremento de la riqueza de RAUL SALINAS hubiera sido producto de actos de corrupción.
Con esa sentencia las autoridades devolverán todas las propiedades y descongelarán las cuentas bancarias aseguradas de RAUL, hermano del ex presidente CARLOS SALINAS DE GORTARI.
Como dijera doña TOÑA, “son chifladeras”, reiteramos ya solo falta que los mexicanos tengamos que indemnizarlo y pedirle perdón por haber puesto en duda su honorabilidad ya que hoy a RAUL se le presume inocente.
