Sinceramente, da gusto ir a las oficinas de recaudación oficial, municipales y estatales y darse cuenta que hay mucha gente que quiere concluir el presente año sin deudas, cubriendo los mínimos requeridos por la autoridad, es decir, las cargas tributarias que en forma de predial y otros se nos exigen, a cambio de bienes y servicios.
También en la oficina Fiscal del estado, la confluencia de gente que quiere ponerse al corriente con el malamente empleado impuesto sobre tenencia o uso de automóviles es importante; muchos tamaulipecos están –estamos- aprovechando- el dinero extra que llega en diciembre para ponernos al corriente y tratar, en la medida de lo posible, iniciar el 2015 sin cargos pendientes.
Si, insistimos: la tenencia nos parece un impuesto de lo más injusto, sin embargo, en tanto esté dentro de las leyes tributarias, habrá que asumirlo, aunque sea bajo protesta.
En ese sentido, nos podemos permitir asumir una postura exigente con la autoridad de todos niveles, para solicitar el cumplimiento en las funciones que les corresponden, como es el otorgamiento de servicios públicos básicos y un poco más, y que se cuente con una administración pública eficaz, eficiente, clara y honesta, porque es lo menos que podemos exigir.
Otros, sin embargo, queremos recibir sin hacer nada por merecer; nada más ilógico, porque cuando un puede cumplir se encuentra en situación y posición de exigir. Es como las elecciones: si no se participa votando, suponemos que no se tiene la fuerza para exigir a nadie de los elegidos, sea o no de nuestro agrado.
El asunto es que, a unos días de concluir el 2014 hay mucha gente que quiere pagar, que quiere ponerse al corriente, y eso debe ser, sin lugar a dudas, un voto de confianza para las autoridades. Vemos a nuestra amada Victoria plena de calles que urgen un programa eficiente y definitivo en cuanto a pavimentación; el problema no es exclusivo de zonas aparentemente marginadas, ya que permea en cada rincón de la capital tamaulipeca. Suponemos que dentro de los proyectos y aspectos a atender en el año de 2015 se encuentra un importante rubro para arreglo de calles, con el apoyo del gobierno estatal y, seguramente, algunas gestiones que nos permitan arrancar unos dineros a la Federación, porque es un asunto que merece urgente y atento seguimiento.
Pero insistimos en que para poder ser exigentes con las autoridades tenemos que cumplir primero, para estar en situación de hacer las cosas como se debe y quien las debe realizar.
También, en tiempos de finales de año que se vienen las reflexiones, es un momento propicio para que muchos aspirantes a los puestos de elección popular que se vienen en 2015 y 2016 entiendan que con la aparición de esa “marea” de mensajes ciudadanos que fortalecen lo que algunos llaman “periodismo ciudadano”, es cada vez más difícil engañar a los ciudadanos o a cualquier persona: hoy nos damos cuenta un poco y más de lo que debemos tener dentro de nuestra información.
Y si todos los miembros de esa clase política, administradores y políticos en general, se ponen la pila, habrá que obtener resultados positivos, resultados que son los que esperamos los ciudadanos, que ya queremos tener una entidad tranquila, donde los servicios básicos estén cubiertos y nuestra necesidad de transitar por sus calles pueda ser una realidad.
Queremos vivir mejor todos y eso no es un descubrimiento ni secreto, pero definitivamente, se tiene que participar en forma activa, y qué mejor que hacer la función que nos corresponde como causantes, como pagadores de impuestos, para que ellos, los gobernantes se pongan con todo entusiasmo a cubrir sus funciones, y nos den el gusto de poder presumir que tenemos una ciudad a la altura de nosotros mismos.
Es hora de cumplir, y al mismo tiempo, de exigir resultados tangibles, congruentes, reales, que se cristalicen en los servicios y obras, pues.
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