En lo que va del año, una y otra vez, Mónica González García, la Secretaria de Desarrollo Económico y Turismo, se pavoneo pregonando la creación de empleos nuevos, sobre todo a partir de inversiones extranjeras. Sin embargo, platicando con la base poblacional, es como uno se da cuenta de el tamaño del problema del empleo: la frecuencia que platicamos con personas que no tienen o que han perdido su empleo debe espantar a cualquiera. Y en Tamaulipas no se cantan mal las rancheras.
Una personas, cien por ciento adherida a las políticas gubernamentales, es el líder estatal de los obreros. Edmundo García Román, quien pese a todo, no se mide y hace notar, de manera ambivalente, que el problema del empleo es grave: tan simple como que, dice, que no se logro lo meta anual de los 30 mil empleos…se han generado empleos, pero no han sido suficientes.
Obvio, hay que recordar que Mónica pregona los de nueva creación. Incluso, a veces, se fundamenta en los números, estadísticas, que genera el IMSS, pero hay un grave error: no hace mención a los que se pierden, es decir, sabemos que hay empresas o comercios, que cierran sus operaciones, en tanto que otras, simplemente los reducen. Y, al final, lo que importa es que hay menos empleos, es decir, menos familias con un ingreso que puede ayudarle a ser parte del Tamaulipas Fuerte que Egidio Torre Cantú ofreció a los tamaulipecos.
Más allá de pregonar éxitos, empleos y salarios, se tiene que reconocer la realidad. Y hay una realidad: Hace un año en Tamaulipas había 370 maquiladoras que ocupaban a 180 mil trabajadores; hoy solo se cuenta con 354, es decir, han cerrado más que las nuevas establecidas, el déficit tiene que conocerlo Mónica González García y aceptarlo como una derrota en su gestión gubernamental. Pero no, ella anuncia solo las nuevas, no las que se van o cierran.
El detalle importante de este renglón empleador es significativo: hay más empleados, eso es bueno; lo malo, lo peor, es que dichas empresas han realizado un programa de reducción del salario, puesto que hace un años les pagaban 12 mil pesos mensuales y ahora muy apenas llegan a los 10 mil pesos. Es increíble: la norma es que los sueldos crecen, año con año, porque se busca equilibrar el sueldo con el daño de la inflación… ganan menos y la canasta básica es más cara. Esto, solo sucede en México.
Tamaulipas esta en el ojo del huracán del petróleo. Y se antoja que el 2015 y los años que siguen pueden ser de bonanza laboral. La reforma energética, el petróleo de las costas tamaulipecas, han creado la ilusión de una riqueza inconmensurable. El gran problema, a fin de cuentas, es que Tamaulipas tiene que ser capaz de ofrecer una mano de obra calificada. Ahí es donde, sin duda, entra al quite la UAT. José María Leal Gutiérrez, como responsable de la Agencia de Energía, bien que sabe en donde esta para la UAT.
Egidio Torre Cantú como gobernante está en una disyuntiva: aprovechar bien su quinto año de gobierno para apuntalar el Estado Fuerte que ofreció a los tamaulipecos, cuando menos en el nivel del empleo y de los salarios. El problema es que, es a partir del próximo año, en que tendrá que operar en términos políticos para rendir buenas cuentas a su partido: que, en las elecciones federales, de 8 ha perdido hasta 6 posiciones… será un triunfo si no pierde más, ahora que si recupera, será un éxito tremendo.
Todo gobernante lo sabe: la mejor forma de servir a su puedo es creando empleos. Es cierto: cuando hay nuevos, quienes los adquieren se sienten exitosos; pero aquellos que los pierden, una y otra vez lo lamentan y le echan la culpa al gobierno por ser incapaz de crear mas y mas empleos, que es al fin, uno de los indicadores más claros del bienestar social que demanda la población.
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