Hoy es 12 de Diciembre, seguramente habrá gente para quien no signifique nada la fecha y otros, todavía peor, dirán que es el inicio del periodo Guadalupe-Reyes, de la fiesta y el alcohol, pero para los creyentes de la fe católica es una fecha muy significativa, es el día de la VIRGEN DE GUADAUPE.
Y es que todo ser humano tiene la necesidad de creer en algo o en alguien, tal vez por ello buena parte de los mexicanos fincamos nuestra fe en la GUADALUPANA, a ella nos encomendamos en los momentos más difíciles de nuestras vidas, se le pide que, como madre, cubra con su manto al hijo ausente, que abogue ante DIOS por nosotros, más en estos tiempos que se siente se está en un valle de lágrimas, que la única protección que se tiene es la divina.
Lo malo es que en ocasiones los mexicanos abusamos, queremos que la VIRGEN nos conceda milagros sin esforzarnos.
El milagro que quisiéramos hoy día es tener tranquilidad y buenos representantes populares y seguramente esa petición fue la que resonó desde anoche.
Pero de ahí partimos a situaciones sin sentido porque también hay quienes piden el milagro de sacarse la lotería, volverse millonario sin trabajar, conformistas y flojos, incluso quieren que la GUADALUPANA les resuelva sus problemas económicos en lugar de buscar trabajo, no señores, bien dice la sentencia bíblica ayúdate que DIOS y la VIRGEN les ayudaran, o lo que es lo mismo, trabajen para lograr lo que quieren, bastante bendición es estar vivos y con todos los sentidos activos.
La situación es que los mexicanos estamos de fiesta, celebramos el día de la VIRGEN morena, la GUADALUPANA, a la que se le tiene respeto y fe.
Lo malo es que en lugar de acudir a darle gracias y felicitarla vamos con un rosario de peticiones, vaya, seguramente anoche hasta uno que otro político le pidió una candidatura en lugar de brindarle su trabajo y esfuerzo, o hacerle la promesa de ayudar a los necesitados.
Miente quien diga que nunca ha sentido la necesidad de orar o rezar por algo o alguien, que nunca ha tenido un momento en el que necesita creer, en algún instante de nuestras vidas, en soledad o compañía, buscamos tener tranquilidad en nuestra alma y un remanso de paz que solo se encuentra en las buenas acciones y en la divinidad, es ahí cuando con toda devoción rezamos.
Esa es la realidad, rezarle a nuestra Madre, llena de tranquilidad, se siente que las cosas saldrán mejor, cuando pides que DIOS y la VIRGEN DE GUADALUPE te guíen por el buen camino, te aparten de las tentaciones, protejan a tus seres queridos, y te ilumine para seguir con paso firme, aun y en la oscuridad, pides que si tropiezas y caes te ayuden a levantarte, sentir que siempre están a tu lado, que como buenos padres jamás te abandonaran, es lo que hacemos la mayoría de los mexicanos.
Es emotivo ver que año con año el 11 de diciembre a la media noche, miles y miles de católicos se abarrotan en las diferentes iglesias, no solo de México, sino también en el extranjero para cantarle las mañanitas a la Virgen y agradecerle el seguir en esta vida con fe, con fuerza para afrontar las adversidades, los retos de la vida, y a seguir en este mundo hostil y cada vez más lleno de maldad.
Un verdadero orgullo son los matachines que con devoción ensayan sus bailes, los cantantes que se preparan para llevar su música y alegría, las peregrinaciones llenas de fe como tributo a la madre de México, La VIRGEN DE GUADALUPE.
La travesía del fuego guadalupano que cruza fronteras es un aliciente para demostrarnos que si se quiere, con fe en nosotros mismos y en la espiritualidad divina, se puede lograr trascender, cruzar fronteras, y llegar hasta donde cada ser humano sea capaz, con respeto, tranquilidad paz espiritual y armonía, como diría la canción que interpreta EMANUEL y su hijo ALEXANDER ACHA, entre los católicos ser GUADALUPANO es algo esencial.
