¡Suben!
CHESPIRITO…
El sólo nombre llama a la nostalgia y también a una serie de reflexiones que hoy quiero compartir en el contexto de un mundo loco donde llorar se vale, pero reír se debe, porque aun se puede.
El hombre que le regaló alegría a varias generaciones, demostrando que no se necesita de una siembra de leperadas para cosechar carcajadas, dejó de existir este 28 de Noviembre.
ROBERTO GÓMEZ BOLAÑOS tenía 85 años.
Escritor, actor, productor, dramaturgo y cómico, creó al legendario personaje “El Chavo del Ocho” (un niño sin padres que vivía en un barril) y siempre dijo que éste iba dirigido al público adulto.
Sin embargo, al final consiguió despertar y divertir al niño que millones de grandes llevaban dentro, y ayudar a madurar al adulto potencial de millones de niños, sin atentar contra su inocencia.
Él nos enseñó a ser sensibles, incluso espirituales y doy cuenta de ello. Aun me llega al alma la canción “Óyelo, Escúchalo”.
Dio cátedra de humildad, propia de la naturaleza del protagonista de la historia.
Aprendimos a valorar a los padres y por ende a respetar a los huérfanos y a los mayores e incluso a poder criticar socialmente, pero con ingenio.
Lo más importante, y esa fue la tarea con la que también miles cumplíamos a cabalidad: Era el mejor pretexto para mantener unida y reunida a la familia cada noche que se transmitía el programa.
Al conocer de su fallecimiento, en automático brotó en mí otro recuerdo: El de su visita a Matamoros, Tamaulipas, en los albores del Nuevo Milenio.
Venía con su compañía teatral presentando la obra “11 y 12”. Y ahí fui, hasta el Teatro de la Reforma y lo que les voy a compartir es una experiencia bella, y a la vez bastante divertida.
Terminó la función, y un representante suyo me dijo que sí me daría la entrevista, pero que fuera breve. ¡Ah! Y que hablara fuerte y claro porque ya se estaba quedando sordo.
Subí al camerino y me topé con él y con su esposa, la señora FLORINDA MEZA, también actriz de la serie antes mencionada.
Digan lo que digan los de las revistas del escándalo, la mujer se portó muy amable y se notaba complaciente y cariñosa con el actor.
Ahí empezó a decirme que ya había llegado a “la edad de los nuncas”. “Sí, porque ahora sí dices ‘nunca me había sentido mal’ , ´nunca me había dado esto o lo otro´…”.
En eso, el señor me propuso algo casi gritándomelo:
“Oye, reportero , ¿Y si mejor te entrevisto yo?”.
Yo asentí. Dije “ a ver qué me preguntar”, y nunca debí aceptar. Ahí supe lo que sentían los “que tengo enfrente”.
Recuerdo la primera interrogante: “A ver, reportero, ¿Crees en la corrupción?”.
Cuando quise contestar a mi manera, de inmediato me atajó: “No, dime si crees en la corrupción, porque luego me vas a decir a cuántos corruptos conoces”.
Ambos reímos. Él mismo me dijo: “No vas a terminar. Hay políticos, hay artistas, hay periodistas”.
Después me tocó hacer mis preguntas. Me dijo que había votado por el entonces presidente VICENTE FOX porque él sí creía que México puede cambiar.
“Nada más que el cambio no es de imitarlo y ponerse botas, o dejarse crecer el bigote o andarle diciendo víboras prietas a los del PRI…”.
Él decía que odiaba la frase “hay que echarle ganas”, porque decía que la vida se compone de resultados, no de simples intenciones.
También le cuestioné por la razón de haber creado, por ejemplo, a “El Chapulín Colorado”.
Explicó titubeante que de niño él tenía problemas con infantes más altos y fuertes que él, porque lo molestaban.
En aquellos años todavía no se conocía del término “bullying”, pero eso era.
Entonces, comentaba, algunas noches cuando se iba a dormir con algunos moretones propios de alguna golpiza, escuchaba el sonido de los grillos.
“Yo me llegué a imaginar a uno de esos bichos que me defendía, que crecía. Con los años pensé que hubiéramos de tener a alguien así, chaparro así como yo, pero que nos salvara de los desgraciados”.
Y hasta aquí con el relato. Más detalles no recuerdo.
COLOFÓN
Sí que fue un viernes negro para la comicidad.
SI LOS NÚMEROS NO MIENTEN, ¿PARA QUÉ SERVIRÁ EL 911?
Cambio de tema.
Como adelanto de su decálogo de cambios para mejorar la seguridad, este jueves el Presidente de la República anunció tres aspectos que al corto plazo no parecen un remedio de alta efectividad.
Al menos, no implican una solución radical para emprender un cambio favorable y por lo tanto se sigue perdiendo el tiempo en discursos que rayan en lo superficial.
Esto es simple de entender, si es que se conoce la realidad. Si no, todo cuanto se diga a lo más que llegará (si bien nos va) es a ser un cúmulo de buenas intenciones… pero nada más.
Así que entonces, querer erradicar la corrupción compactando instituciones sin una buena depuración o contratando recepcionistas es como cambiar el aceite con el motor en marcha.
De entrada, ENRIQUE PEÑA NIETO propone que en el país haya 32 policías estatales únicas; la aplicación de ese modelo comenzaría en Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas.
A reserva de que nos diga después las reglas, empecemos por preguntar: ¿Y mientras ocurre el cambio irá a dejar sin la vigilancia de los cuerpos preventivos a las poblaciones?
¿La intención de desaparecer a los policías municipales es para que en el subconsciente se borre la mala imagen que de ellos se tiene, a partir de lo sucedido en Iguala, Guerrero?
¿Quiénes se irán a encargar de combatir a los delincuentes comunes mientras? ¿O nada más les van a cambiar el uniforme, previa liquidación y todos contentos?
Porque si no, y viendo la experiencia que ya tuvimos en Tamaulipas, ¿Van a ser los mismos métodos tardados para someter a los policías a pruebas y exámenes de confianza?
Luego, el primer mandatario destacó que la federación se hará cargo de aquellos gobiernos municipales donde se comprueba que las autoridades están coludidas con el hampa.
¿Será que por parte de las autoridades de inteligencia ya se sabe qué localidades son bastiones de la mafia, tal y como se ha visto que lo eran ciertos ediles en lugares de Guerrero y Michoacán?
Como tercer aspecto habló de contar con una línea para contactar a la policía: El 911.
La idea de adoptar el mismo número telefónico de emergencias que se usa en Estados Unidos a muchos les supo a idea mal pensada y de inmediato fue objeto de mofa.
Respuestas inmediatas brotaron en las redes sociales, que parecieran ser las pistas de carreras donde algunos compiten por ver quién se burla más de algunos personajes públicos.
Siéndoles sincero, cuando escuché que esa era parte del importante anuncio que haría imaginé que el señor haría público el cese de alguno de los servidores que le han fallado.
Como el avance de la noticia la dio el Secretario de Gobernación, MIGUEL ANGEL OSORIO, de inmediato lo descarté; pensé entonces: “Va a decirnos que el procurador se va a ir”.
Pero no, sólo salió a decirnos lo que para Tamaulipas en cierta forma ya era algo familiar: La puesta en marcha de una Policía Estatal Única en los 32 estrados.
Por su atención, gracias.
Por hoy, ¡Bajan!
Confesiones, avisos especiales y hasta aplausos a norberto@libertas.com.mx
No tengo intermediarios ni acepto asesores.
