Hoy presentará el presidente Enrique Peña Nieto, una estrategia sobre legalidad y justicia donde se planea cambiar el rumbo de su política de seguridad interna para frenar la violencia y la corrupción que impera en el país, que ha quedado patente con la desaparición de 43 estudiantes hace dos meses a manos de policías.
Después de 60 días de protestas y manifestaciones por este caso, pacíficas y violentas, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, confirmó hoy que esta semana presentará un plan para evitar "eventos tan lamentables" como los ocurridos en la sureña ciudad de Iguala, donde policías desaparecieron a 43 estudiantes.
"Todo esto nos lleva a ordenar y a marcar un rumbo que nos permita evitar que eventos tan lamentables ocurridos en Iguala se repitan", manifestó en un acto público en el céntrico estado de Hidalgo, en el que aseguró que las acciones serán "de fondo".
Sin detallar más en qué va a consistir el plan que presentará el jueves, el mandatario dijo que requeriría "un esfuerzo colectivo" del Congreso y la sociedad.
"No queremos violencia" generada por el crimen, "que se ha infiltrado en distintos Gobiernos, sobre todo en los de mayor debilidad", como ha sido el caso de los estados de Michoacán y Guerrero, afirmó.
Revisando estas declaraciones, observamos que México está llegando a un “punto de inflexión”, donde amerita un auténtico golpe de timón que reoriente las políticas públicas hacia mejores márgenes de gobernabilidad.
La “partidocracia” imperante dentro y fuera del Congreso está dando síntomas de debilidad junto al propio sistema judicial mexicano. Las instituciones están siendo rebasadas en tiempos que la ciudadanía demanda un paro a los problemas de inseguridad, violencia, secuestros, desapariciones, así como la falta de resultados en la investigación y control de los delitos.
Asimismo, se han hecho evidentes las manifestaciones de colusión entre autoridades y delincuentes, al grado tal que en México se exigen acciones de esta dimensión.
El presidente peña Nieto lo sabe y por ello hoy al filo de mediodía estará anunciando medidas encaminadas a recomponer el tejido social.
Recordando que este problema no es exclusivo del gobierno federal, están involucrados los tres órdenes de gobierno, el Congreso de la Unión y la sociedad en su conjunto.
Los partidos políticos deben reconocer el grado de responsabilidad ante el bajo nivel de aceptación al que se ha abordado en los tiempos actuales.
Los grupos empresariales y las organizaciones obreras y campesinas, están pendientes de las señales que se propongan, ante las últimas muestras de debilidad económica, donde la tasa de crecimiento este año no superará la tasa del 2.3% promedio anual del PIB de los últimos 20 años.
El precio internacional del petróleo hoy bajó a menos de 69 dólares por barril, lo que vuelve a amenazar al presupuesto de ingresos y egresos del próximo año. El dólar norteamericano ya esta rebasando los 14 pesos, la inflación supera la meta de menos de 4% anual, y el poder adquisitivo continúa depreciándose.
La buena noticia recibida ayer, es el repunte de empleos formales que al mes de octubre ya se lograron más de 800 mil empleos, por lo que se tendrá cuidado de reencauzar las respuestas favorables de las 11 reformas estructurales, por el bien de la economía y la gobernanza.
La sociedad en su conjunto demanda un alto a la corrupción y a la impunidad, exige que las autoridades gobiernen a favor del pueblo y hacia la mejora del poder adquisitivo, que las reformas sean en beneficio de los que menos tienen.
Todos deseamos volver a un régimen de paz y confianza, que se transparenten las finanzas públicas y que se muestren a los estados y municipios con rendición de cuentas, en concreto, se requiere volver a un estadio con un sistema de mayor participación ciudadana y menor imposición de fuerzas políticas, que tanto daño han hecho a la Nación.
