Durante los últimos 30 años, por nuestro trabajo periodístico, he escuchado, documentado y difundido historias desgarradoras de hombres, mujeres y niños que arriesgan hasta la vida con tal de lograr un mejor nivel de vida en el país del Primer Mundo, vecino de México, los Estados Unidos.
También hemos visto cientos de cadáveres de ahogados, insolados, deshidratados, muertos por el tren, atropellados y hasta asesinados.
Hemos compartido el dolor del familiar que viene a reconocer el cadáver del papá, la mamá, el hermano, el primo, el amigo y hasta el vecino que fracasó en su intento de alcanzar el “sueño americano”.
También hemos atestiguado los intentos fallido de frenar la inmigración indocumentada por parte de los Estados Unidos.
Y también la buena voluntad de Presidentes de los Estados Unidos por alcanzar una Reforma Migratoria para beneficiar a unos 11 millones de extranjeros indocumentados que viven y trabajan en la Unión Americana.
En los últimos tiempos, George W. Bush lo intentó pero fracasó.
Es ahora que el Presidente demócrata Barack Obama logra exponer una Plan Migratorio, a pesar de la furibunda oposición de la Cámara de Representantes.
Tuvo que cambiar las reglas.
Reescribir el sistema de inmigeriguara estaba en el núcleo de la política de “conservadurismo compasivo” que Bush mantenía como su eslogan y cercana a su corazón, según lo que decía.
Bush se olvidó de los indocumentados y se centró a defender a su país del terrorismo internacional.
En su mensaje televisado, en cadena nacional en los Estados Unidos y con amplia cobertura por lodos canales de televisión, en particular los que transmiten en español, Obama dijo que no tenía otra opción que seguir adelante, pese al furioso clamor de los republicanos de que iba en contra de la Constitución y que se estaba comportando más como un rey que como un presidente debilitado y doblado por un Congreso hostil.
“Para aquellos miembros del Congreso que cuestionan mi autoridad para hacer que nuestro sistema de inmigración trabaje mejor, o cuestionan la sabiduría de mi actuar donde el Congreso ha fallado, les tengo una respuesta, aprueben la iniciativa”, dijo Obama.
Una opción temporal para las familias.
Una nueva esperanza.
El presidente Obama planea ofrecer un alivio temporal a la deportación de padres de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes que han estado en el país por más de cinco años.
Así como extender un programa que ya permite a inmigrantes indocumentados que fueron llevados al país cuando niños quedarse en las medidas se quedan cortas para arreglar lo que Obama considera una reforma inmigratoria comprensiva haría, pero debido a que fue forzado a actuar mediante una orden ejecutiva, su decisión podría ser borrada con una sola firma de un futuro presidente.
Pero es claro que Obama está motivado por algo más que solo arreglar el sistema inmigratorio estadounidense.
A esperar resultados.
Por lo pronto, el gobierno mexicano dio la bienvenida a la valiente decisión de Barack Obama. NOS LEEMOS LA PROXIMA SEMANA. Y Punto…
(Distribuida por Laredo Press)
