Jorge Abrego desde que estuvo a cargo del UPYSEET dio la voz de alerta: el fondo de pensiones se está acabando; y Blanca Valles, cuando fue diputada por primera vez, se comprometió a sacar adelante la reforma. Ni uno ni otro pudieron. Ahora, Abrego es Secretario de Administración y Blanca nuevamente diputado. Y ahora si se pudo: ya el gobernador entrego a los legisladores la propuesta de reforma al sistema de pensiones.
El sistema de pensiones se fue resquebrajando por diversas razones. La primera, que las condiciones de jubilación y pensiones ya no corresponden al nivel de vida. Cuando se estableció por primera vez el promedio de vida era de 50 años; ahora que es de 77 años, resulta que un trabajador, al vivir más, más tiempo vive de su pensión: se la paradoja que hay pensionados que han cobrado pensión más tiempo del que trabajaron.
La otra razón por la cual se resquebraja el sistema pensionario es el robo legal. Se explica de la siguiente manera, tomando de referencia a un profesor tal y como sucedía antes: se jubilaban con una doble plaza mediante la asignación de una plaza más un año antes de su jubilación. En pocas palabras: trabajaba la plaza extra un año y con eso era suficiente para su pensión vitalicia… no había, como quien dice, aportado lo suficiente.
La reforma que propone Egidio Torre Cantú va siguiendo el ritmo de todas las que le antecedieron: incrementar los años de trabajo como los de la edad. Hoy en día, por ejemplo, prácticamente se sigue la regla de jubilarse hasta los 65 años de edad y que tengan 35 años de trabajo, tal y como sucede por ejemplo, en la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Si no se cumple ni uno ni otro requisito, se concede un porcentaje promedio.
La fórmula que sigue la propuesta, según informa Ramiro Ramos, para su capitalización es la siguiente: a) un incremento en la aportación, el estado aportara el 20% y los trabajadores un 10%; a lo anterior se incluye el incremento de la edad para jubilarse, que tendrá un impacto de disminuir el número de trabajadores que se jubilan, cuando menos durante los 5 años que se incrementan… lo que dará, obvio, un respiro al sistema estatal de pensiones.
En pocas palabras: la aportación de los trabajadores al nuevo sistema de pensiones será en dos vía, el incremento de su aportación económica y en el tiempo (5 años más). Con esto, Jorge Abrego reitera una y otra vez, se evita la quiebra del sistema y se garantizan las pensiones por varios años más. Lo cierto, innegable, es que las pensiones cada vez son más reducidas y por la evolución económica, como la inflación y la pérdida adquisitiva, cada vez rinde menos.
El dinero cada vez rinde menos, el gobierno tiene menos dinero, y los ajustes van en camino de ajustar el cinturón a la población. Y una tendencia, incluso hasta en el gobierno, es que ya no hay contrataciones normales; ahora todas son, en algunos casos, por solo tres meses que se van renovando; o en su caso, por honorarios. Lo que importa, para el patrón, es que el empleado no tenga derecho a una seguridad social: no hay servicios médicos, no hay Infonavit, no hay forma de pensionarse.
Por eso es buena la reforma del sistema de pensiones en Tamaulipas… porque las nuevas generaciones, unas en gobierno y otras en la iniciativa privada, ya no saben lo que es la seguridad social, esa que prometió, ofreció, la revolución mexicana: que por cierto, para no dar chance a los desestabilizadores del gobierno de EPN, ya no tendrá su tradicional desfile en la capital de la Republica.
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