Por octava ocasión, los especialistas en economía del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico) redujeron la expectativa de crecimiento económico para el país en este 2014. Así el gobernador del Banxico, Agustín Carstens, anunció la reducción del pronóstico de crecimiento económico del país del anterior entre 2.0 a 2.8% al nuevo de 2.0 a 2.5% para este año, mientras que para 2015 pasaría de un rango de 3.2 a 4.2% al nuevo del 3.0 a 4.0%.
Como riesgos al alza para el crecimiento económico, el gobernador enlistó una recuperación más vigorosa que la anticipada y una aceleración en la implementación de las primeras etapas de las reformas estructurales, las cuales se prevé propicien una inversión mayor a la esperada.
En los riesgos a la baja, enumeró un crecimiento de la economía mundial menor a lo previsto, el riesgo de que la plataforma de producción de petróleo continúe inestable, una intensificación de la incertidumbre en los mercados financieros y la incertidumbre por los "acontecimientos sociales recientes"(dígase casos como Ayotzinapa, Casa Blanca, inseguridad e impunidad, sic).
Respecto a la inflación, el Banxico mantuvo su previsión de que se mantenga alrededor de 4% para el cierre de 2014 y converja hacia 3% para mediados de 2015. Los motivos serían por el desvanecimiento del efecto de las modificaciones fiscales de 2014, la eliminación de cobros por larga distancia telefónica nacional y el menor incremento de los precios de las gasolinas.
Los riesgos a la baja para la trayectoria de la inflación, según Banxico, serían una recuperación económica menos a la anticipada y mayores disminuciones en los precios de los servicios de telecomunicaciones. Y al alza, los episodios de mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales, así como aumentos en los salarios mínimos superiores a la inflación y al incremento de la productividad esperados.
Carstens dijo que la Junta de Gobierno mantuvo en 3% el objetivo para la Tasa de interés Interbancaria a un día, debido a que se estimó que la postura monetaria era congruente con la convergencia eficiente de la inflación a la meta de 3%.
Por su parte, este viernes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dará a conocer el crecimiento del PIB en el tercer trimestre del año. Así como el pronóstico de crecimiento de la Secretaría de Hacienda para la economía mexicana es de 2.7% (Datos extraídos de El Financiero.com.mx).
Observando por otra parte las noticias de la economía norteamericana, ayer anunciaron que el aumento del consumo va aceleradamente al alza, motivado por una baja de los precios a menudeo y una recuperación de los salarios, motivado a su vez por una mayor oferta de empleos formales.
Parece muy difícil que nuestras autoridades financieras entiendan que en México ya es tiempo que se terminen de aplicar “recetas neoliberales rezagadas”, que solamente están afectando el pretendido crecimiento económico esperado.
Si los últimos 14 años la economía mexicana no crece a tasas superiores del 2% anual del PIB, es debido a la política de retención del poder adquisitivo de la masa trabajadora, pretendiendo retener la inflación con medidas exclusivamente de reducción a la mínima expresión del poder adquisitivo del salario mínimo.
La economía se recupera simplemente con aumentos de la “demanda agregada”, ese ejemplo se acaba de probar por la campaña mediática recién del “Buen Fin”, solo que en México se provoca no con aumentos del poder adquisitivo, sino con “engaños” hacia los consumidores de clase media y clase media baja, de endeudarse vía tarjetas de crédito o adelantando su diezmado aguinaldo.
La cruda se verá, cuando se tengan que pagar las mensualidades “sin intereses” que duran mientras se pague a tiempo las mismas. Cuando se retrasa el tarjetahabiente en una mensualidad, entonces se reflejarán los fuertes intereses sobre intereses que nos aplica la banca.
Basta de engañar al consumidor mexicano, lo que el sistema gubernamental requiere es recuperar el poder de compra de los mexicanos y dejar de trabar los aumentos del salario mínimo. Por otra parte es urgente demostrar que los aumentos de precios de las gasolinas, electricidad y gas doméstico, nos tiene postrados a la mayoría de consumidores, al pago de ese servicio que a su vez provoca el incremento en precios del restos de bienes y servicios que requieren del uso de combustibles para su movilización.
Lo anterior se respalda con el hecho que hoy por hoy es más barata la gasolina, electricidad y gas en los Estados Unidos que en México, esto sin considerar que acá el poder adquisitivo es de solo la décima parte del poder adquisitivo del salario mínimo norteamericano (asimetría).
En tiempos de crisis económica, de inseguridad y de crisis política, lo primero que se debe aplicar son medidas favorables al bolsillo de las mayorías, debemos entender que las “causas” de la inseguridad, violencia y malestar social, se deben principalmente al bajo poder adquisitivo de las grandes mayorías. Esto es al 50% de los mexicanos que están en “pobreza patrimonial” o al 20% que están en “pobreza extrema”.
Mientras no se reconozca esta debilidad, seguiremos divagando en los restantes problemas que ya tiene agobiados a los ciudadanos de a pie. Estamos a tiempo de poder recuperar nuestra credibilidad, nuestra gobernabilidad y nuestra confianza, para que nuestra Economía no continúe en bajada y nuestros Problemas en subida…
