Auditoria Técnico-Financiera

Una histórica conferencia de prensa, realizada en la Sala de Cabildos de Nuevo Laredo clarificó todo lo relacionado con un millonario préstamo del  Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBANK) al Municipio neolaredense desde 2008 que se destinaría a la solución de las inundaciones urbanas mediante colectores.

La firma del contrato la hizo el entonces alcalde Daniel Peña Treviño, a pocos días de concluir su trienio.

Y correspondió a su sucesor, Ramón Garza Barrios, ejercer el recurso.

Se hicieron el colector Independencia y parte del Campeche.

Quedaron pendientes otros por razones que no se aclararon pero si se hizo responsable a Ramón Garza Barrios, cuando menos esa fue la postura del difunto Benjamín Galván Gómez.

El gobernador en turno era Eugenio Hernández Flores.

Eran tiempo de crisis económica en los Estados Unidos con repercusiones tremendas en la frontera mexicana.

Bueno, pues según lo dicho por Gerónimo Gutiérrez Fernández, director del NADBANK, el organismo que dirige entregó un empréstito por 241.96 millones de pesos, adquirido en la administración 2008-2010 para la realización del Proyecto de Alcantarillado Pluvial, que incluía la construcción de los colectores Independencia, que se concluyó; Campeche, que quedó inconcluso, y 15 de Septiembre Norte, 15 de Septiembre Sur y el canal Concordia que no se realizaron.

Y fue entonces cuando surgieron problema: Los recursos que complementarían el crédito no fueron aportados en los montos inicialmente previstos ni por el Gobierno del Estado ni el Ayuntamiento de ese entonces, esta situación afectó por supuesto el alcance y la construcción de la obra, dijo el funcionario.

Por otro lado se aclaró que los alcaldes Ramón Garza Barrios y Benjamín Galván Gómez argumentaron que habían perdido los documentos del NADBANK, fue su propio dicho, porque el NADBANK dispone de un expediente de más de 40 mil hojas, nada más sobre los colectores.

Esa documentación ya la tiene el actual alcalde Carlos Canturosas Villarreal, a petición y por gestiones suyas.

El NADBANK y el Ayuntamiento neolaredense han acordado la realización de una Auditoría Técnico-Financiera, a través de un equipo de terceros, para evitar cualquier sospecha.

"La auditoría servirá no solo para identificar con precisión las medidas necesarias para terminar el proyecto y evitar las inundaciones, sino deslindar cualquier responsabilidad que pudiese resultar por omisión, negligencia o irregularidades en torno a este proyecto.

El Ayuntamiento y el BDAN han acordado que, de ser el caso, presentarán las denuncias correspondientes de manera conjunta", argumento Gerónimo Gutiérrez Fernández.

Cantú Rosas también fijó su postura:

"La gente quiere conocer la verdad y que las obras se terminen; más que buscar problemas, quiero buscar soluciones. Nosotros teníamos muchas dudas, ya se va clarificando con el conocimiento personal que hemos tenido con el gerente del banco, por esos solicitamos los contratos, porque no los conocíamos ni los teníamos, apenas nos los hicieron llegar hace unos cinco meses".

Será hasta entonces cuando se determine la responsabilidad legal, moral e histórica de las fallas que se detectaron en la obra pública, es decir, los colectores, en la que también interviene BANOBRAS.

Hasta entonces se determinará si existe uno o varios responsables.

No antes.

Es más, el propio NADBANK pagará la auditoria puesto que el recurso económico será a fondo perdido.

Y de haberlos, el Ayuntamiento neolaredense tiene la facultad de proceder a denuncias penales.

En este caso el banco no es quien para proceder porque no ha sido afectado su patrimonio.

En ese sentido, el NADBANK, se deslinda porque se da por satisfecho con el cumplimiento del contrato, además de sus dinero está asegurado, se está pagando el empréstito, que estaba programado a 20 años.

Entonces, en la auditoria tendrá que fijar su postura el ex alcalde Ramón Garza Barrios, en cuyo trienio, se cree, se cometió la irregularidad.

Tonto sería, de parte de Garza Barrios, apresurarse a una apología.

Y no sólo el Munícipe sino también los miembros de su Cabildo, los Síndicos y Regidores de ese tiempo.

En ese trienio, Carlos Canturosas Villarreal fue regidor y Carlos de Anda en el Departamento de Planeación.

También ellos deberán de dar su postura, el por qué si habían detectado irregularidades  no las denunciaron, en su papel de Oposición.

Deberán probar que Garza Barrios ocultó información al Cabildo porque de lo contrario también en automático tendrían responsabilidad por omisión.

Claro que Canturosas es el más interesado en clarificar este asunto pues de lo contrario no hubiera “movido el agua”.

Hasta aquí, con lo que se trató en conferencia de prensa, se tiene ya una mejor percepción de lo que ocurrió y de lo que vendrá para solucionar el añejo problema.

Y el deslinde de responsabilidad política.

Lo que si sería un tanto difícil es obtener alguna declaración del ex gobernador Eugenio Hernández Flores.

Y también verificar si en los archivos dejó documentación del “caso Nuevo Laredo-NADBANK” a su sucesor, el ingeniero Egidio Torre Cantú.

Vaya que es toda una bola de nieve.

Lo práctico es que ya se tiene la punta de la madeja.

Lo alentador hasta el momento es que el Ayuntamiento Canturosista seguirá adelante en la terminación de los famosos colectores, con recursos propios y, algo interesante, que aún dispone de buen crédito con el NADBAK.

Esto último lo confirmó Gerónimo Gutiérrez Fernández.

Está convencido de que este gobierno municipal tiene una manejo responsable de las finanzas, de que es sujeto de crédito y confiable como cliente.

Se percepción se basa en la calificación que le ha dado la calificadora Standard & Poo, en lo referente al manejo responsable de  las finanzas públicas y que es ejemplo a nivel nacional.

Eso sí es una buena noticia.

Canturosas debe tomarle el ofrecimiento, es decir, la palabra.

Y Punto…

(Distribuida por Laredo Press)