México (Notimex).- El Partido del Congreso en la India recordará mañana a Indira Gandhi, quien murió asesinada hace 30 años, cuando era Primer Ministra de ese país.
De acuerdo con informes periodísticos, en el acto participarán los miembros de la familia Gandhi, junto a todos los altos cargos del Partido del Congreso y trabajadores del grupo cantarán himnos y realizarán plegarias, de tipo "secular", en consonancia con la ideología de la organización.
Indira, quien nació en Allahabad, India, el 19 de noviembre de 1917, fue hija única de Kamala Nehru y Jawaharlal Nehru, héroe nacional y el más longevo primer ministro de India, quien la preparó en los mejores colegios.
Tenía 18 años cuando su madre falleció y debió transformarse no sólo en la mujer de la casa sino también en confidente de su padre, papeles que no le impidieron ocuparse de su vida personal.
En 1942 se casó con Feroze Gandhi -quien, pese a tener ese apellido, no estaba emparentado con el Mahatma- desafiando la fuerte oposición de casi todo el país, ya que Feroze no era hindú sino parsi, grupo étnico y religioso minoritario.
Así comenzó su ascenso político, primero como la aliada más cercana y allegada de su padre, aunque tras su muerte logró transformar su papel de miembro ornamental de la élite política al de la más poderosa líder de la India durante décadas.
Cuentan que su carrera arrancó como tal en 1947, cuando su país alcanzaba la independencia y para los años 50 ya era la mujer más influyente en la India.
Fue en 1966, sólo dos años después del fallecimiento de su padre, que a la muerte de su sucesor, Lal Bahadur Shastri, Indira entró en la Historia al ser elegida por el Parlamento indio como nueva primera ministra, destaca una biografía difundida por el sitio “Muyinteresante.com”.
De su mandato, los biógrafos coinciden en que su gobierno aceleró la industrialización del país, incrementó la rivalidad militar con Pakistán y estrechó contactos con la URSS, lo que provocó el enfriamiento de las relaciones con Washington.
En 1974 comenzó lo que llaman su etapa de “mano dura”, cuando autorizó el estallido de una bomba nuclear en la región de Rajasthan, convirtiendo la India en el sexto país que lograba entrar en el denominado "Club Nuclear".
En esa época además suspendió las garantías constitucionales y suprimió la prensa independiente, según ella, para luchar contra la corrupción, la crisis económica y la sequía.
Aquella etapa de mano dura se mantuvo hasta que en 1977 la Primera ministra decidió convocar unas elecciones de las que salió derrotada, y aunque la acusaron de abuso de poder y pasó un periodo en la cárcel, se sobrepuso para, en 1980, ganar las elecciones y volver a ser Primer ministra.
En esa época, destacan las fuentes, se ganó la confianza de los países del Tercer Mundo y le otorgaron la presidencia de la Conferencia de Países No Alineados.
Aunque para 1984 había logrado salir de dos atentados, el 31 de octubre de ese año murió a manos de su infiltrada guardia de seguridad.
“El mundo exige resultados. No le cuentes a otros tus dolores del parto. Muéstrales al niño”, solía decir Indira, quien dejó para la posteridad diversas frases que muestran su temple e ideología, como la que reza que: “Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad”.
